LA AGUADA DE FUERA

En el cuarto día de alarma, y ya ha pasado tiempo, la policía pasó por mi casa avisando por medio de megáfono que no se saliera. Imagen de película americana tipo guerra de los mundos. Una voz anodina distorsionada por el aparato y dos coches recorriendo lentamente una calzada vacía. Mientras esto sucedía, me llegaban noticias de que en mi querida Venezia los peces volvían a recorrer los canales, lo que significa que las aguas de la laguna comenzaban a estar limpias. La maldición de los turistas, peste defecadora, ha desaparecido y los que realmente conocemos y amamos la ciudad, ahora que está limpia y sin esas enloquecidas multitudes habituales, no podemos recorrerla por culpa de este maldito virus. Cuando todo pase, las masas del selfie volverán a destrozar una de las más hermosas ciudades del mundo. No habremos aprendido nada. Eso sí, subirán los precios para recuperar lo perdido. Seguro.

Y hablando de agua he tirado unas fotos de una de mis aguadas. Uno de esos defectos permanentes que tenemos las personas es la reiteración. La repetición y acumulación de las cosas que te gustan es muy peligrosa porque, a veces, olvidando la prudencia, tiende el modelista a colocar sus preferencias a diestro y siniestro sin darse cuenta de la imposibilidad física de tal profusión de elementos.


Mis preferencias son múltiples, aguadas, estaciones, almacenes, puestos de agujas, etc. Intento contenerme y no multiplicar su coexistencia en mis maquetas, aunque eso no impide que guarde una cierta cantidad que, si bien no aparecen en ellas, sirven para tranquilizar mi conciencia.


En este caso las fotografías corresponden a un aguada que existe en una vía muerta a la salida de los túneles. Con una locomotora en fase de "renferización" por Lele Contino y unos cuantos coches de Miniaturas Lacalle he formado una composición que me parece que se presta a unas bonitas tomas. Espero que os guste y que sirva para entretener la espera hasta que el señor Lacalle nos deleite con su próximo modelo.


INSTALACIÓN DE LA RAMPA AUTOEXPRESO

Como ya he contado en alguna ocasión mi maqueta de Villafranca Término es una maqueta lineal, tipo estantería, de 10 metros de largo pero, de solamente 0,6 metros de ancho en la zona de la estación. Anchura que va disminuyendo hasta los 0,35 metros en la salida hacia el fiddle-yard. Esto es así porque debajo está parte de mi maqueta de la DRG, concretamente la estación de Reichesheilm, que se debe poder seguir viendo a pesar de todo.
Por tanto cualquier modificación debe realizarse teniendo en cuenta que la perspectiva me permita seguir observando, con una cierta comodidad, Reichesheilm estando de pie. 



Pensando un lugar donde acoplar la rampa decidí que fuera en un lugar apartado de los andenes de la estación y complicado a la hora de hacer maniobras, con el fin de desesperar al viajero en puro estilo Renfe. Esto me llevó a crear un nuevo espacio por medio de una cuña aprovechando una vía muerta.
En la segunda fotografía se puede observar la nueva cuña que ha sido necesario ajustar para disponer de espacio para instalar la rampa. De la vía muerta existente, que hacía de vía de reserva, he eliminado el tope para añadir unos centímetros de vía, necesarios para alinear el eje de la rampa y el de la vía.

Recrezco la base de la madera para igualar cotas. Genero las sub-bases para el terraplén sobre el que voy a balastar. Al ser tan corto el tramo no coloco corcho en la base.

Compruebo los niveles en los que deben situarse la vía y la rampa. 





Procedo a fijar la rampa y monto el resto de la plataforma de acceso, que debe ser del mismo material que la rampa.

En este caso he supuesto que se trata de una losa de hormigón.
Esta superficie se va a pintar del mismo color que la rampa y seguirá con los mismos procesos de envejecimiento. En estas losas de hormigón, con el paso del tiempo y debido a los asentamientos del terreno, se generan fisuras en las que aparecen hierbas y pequeños huecos. He pretendido reproducir algo de esto.
Como decía, el resto del terreno debe ser una continuación del existente por lo que solamente se trata de colocar el balasto, dar una forma que no sea plana al suelo, para a continuación ir rellenando con arenas, hierbas y toda clase de elementos que nos permitan conformarlo. Briznas de hierba, pequeños matorrales, algún elemento abandonado, piedrecitas, etc.



Añadir la señalización. Muy importante para la sensación de veracidad. Hay tener en cuenta que las bases de las señales, como de cualquier elemento arquitectónico, están empotrados en el suelo por lo que deben quedar hundidas en el terreno y no superpuestas. 












Y una vez terminado ya se puede iniciar la carga.


Como todo lo de nuestras maquetas, con independencia del resultado final y de la habilidad de cada uno, lo más importante es que cualquier cosa como esta nos permite disfrutar, evadirnos y pasarlo bien. Para mí, más que suficiente.

Obviamente aún faltan algunas cosillas que iré colocando. Por ejemplo falta vallar el recinto de la rampa, alguna farola, parte de los mecanismos de subida y bajada de la parte superior. En  fin, detallitos que hacen que resulte más verosímil. Con paciencia, entre Lele Contino y yo seguiremos terminándola.



RENFE 1950-1980 (1). AÑO 1952.

TREN Nº 806: LUJO EN EL AÑO 1952.
En unos años en que la economía española no estaba precisamente boyante, la Renfe ponía a disposición de los viajeros un suntuoso expreso que salía de la estación de Atocha los martes, jueves y sábados a las 19:15 horas y, teóricamente, llegaba a Barcelona a las 9:35 horas.

La composición estaba formada por  un furgón DD, tres coches camas de la CIWL, un coche restaurante de la CIWL y dos coches de Butacas AAX-1100.

Fácil de reproducir en H0, siete coches pueden ser demasiados en según qué maquetas. Se podrían eliminar un Camas y un Butacas para las maquetas más pequeñas.

Las locomotoras de vapor deberían ser las Bonitas, el furgón un DD de latón o el CIWL de Electrotren, los Camas de Sudexpress y los dos Butacas de Electrotren.



Este tren desapareció cuando se incorporaron los servicios de TAF entre ambas ciudades. En su lugar y con el mismo número de tren se formaba una nueva composición, de carácter más modesto, aunque desde el punto de vista del modelismo más interesante. 


En el año 1956 estaba constituida por un furgón DD, un coche camas CIWL, dos coches AA-5000, un coche BB-5000 y dos coches CC-5000. Como la salida de Madrid Atocha se producía a las 21:45 horas, ya no se incorporaba el coche restaurante para cenar. Al llegar a Mora se le agregaba un WR de la CIWL que daba servicio de desayuno y cafetería hasta Barcelona.


Un furgón 5000 de Mabar, dos AA-5000 de Electrotren, el BB-5000 y los dos CC-5000 de Tulatón y el WR de Electrotren, si no se dispone de alguno auténtico de la época, es todo lo que nos hace falta.

RENFE 1950-1980

Los treinta años que comprenden las décadas de 1950, 1960 y 1970 son, sin duda, los más seguidos por los aficionados a los ferrocarriles españoles. Es una época en la que coexisten desde la supremacía del vapor sobre la tracción eléctrica y la aparición del diesel, hasta la inversión de todo ese concepto con la coronación del diesel como rey indiscutible de la mayoría de líneas, reservando la tracción eléctrica a corredores específicos y la total eliminación del vapor. 
Todo un mundo que se va a transformar en los años 80 y posteriores hasta el momento actual, en el que apenas quedan vestigios de su existencia.


Me apetece montar una serie de treinta entradas, una por año, con composiciones reproducidas en H0 de aquellas reales que, por su tamaño, puedan incorporarse a la mayoría de las maquetas caseras. Procuraré en la medida que sea factible, dada la escasez de locomotoras de vapor de la época, una cierta variedad en la tracción.


Tras las series de 100 fotografías y los ómnibus, he pensado en esta nueva serie de entradas para los viernes, en los que siempre he presentado algo temático, frente a las entradas de los domingos que son de temas más variados. Espero que os guste y me sigáis como siempre. Muchas gracias.

Con independencia de esto y teniendo en cuenta que este confinamiento parece que va a durar más de lo previsto, cosa que era de esperar, voy a publicar otro día más entre semana, los miércoles lo más seguro. De esta manera entretengo más el tiempo y espero que también os ayude a vosotros. En cualquier caso, ánimo y no hay que dejarse vencer. Entre la espada y la pared, siempre, la espada.

AUTOEXPRESO RENFE: RAMPA DE CARGA

Dándole vueltas al asunto del autoexpreso me encontré con la necesidad de instalar una rampa de carga de automóviles en mi maqueta. Comprobando las existentes en la realidad, pude observar que desde La Coruña a Algeciras, se han construido a gusto de vaya a saber quién, puesto que parece que no hay dos iguales. En esta tesitura y ya, totalmente tranquilizado en cuanto a la construcción, medidas y escalas se refiere, dado de que parece ser una cuestión genital, decidí dotar a mi estación de Villafranca Término de la rampa para la carga y transporte de automóviles que mejor me pareciera.


Dispongo de unos vagones antiguos JA-300000 que ya cumplían esa función, así que determiné que mi rampa de carga se construyera sobre un anden elevado. En este andén, se suponía, que se realizaban las antiguas operaciones de carga de vehículos, tanto en los cerrados JA-300000 como en las plataformas y vagones de bordes bajos.
Como casi todos los vagones plataformas de los años 70 ya disponían de dos pisos, la  nueva estructura debía permitir el acceso a dicha altura por lo que habría que montar un artilugio de elevación sobre el andén que permitiera llegar al segundo piso de los PMA. Es cierto que el piso superior de los PMA tiene una articulación para poder acceder desde un nivel inferior, por lo que el andén podía resultar suficiente, pero ya puestos...

Una vez decidido que el modelo sería el que a mí me pareciera bien, que para eso soy el Accionista Mayoritario de la Compañía del Ferrocarril, me puse a conseguir los materiales que, obligatoriamente, debían proceder del fondo de armario que debe poseer todo modelista. A saber:
Un trozo de PVC espumado de 5 mm de espesor.
Varios fragmentos de distintos perfiles de PVC provenientes de restos.
Un trozo de rejilla metálica.
Dos trozos de cinta plástica de embalar.
Una barandilla sobrante de un kit de Faller. 
Un Clip.
Pegamento Imedio.

Tomando medidas sobre la maqueta y el vagón PMA llegué a la conclusión de que el andén debía tener una longitud de 90 mm. anchura de 40 mm. altura de 20 mm. La rampa de acceso tendría una longitud de 80 mm. Y con este importante bagaje documental procedí a su construcción. 

Me quedó esto después del montaje a ojo y de dar una mano de pasta de modelar por todos los lados.


La plataforma puede subir y bajar para adaptarse al piso correspondiente del PMA.


En esta posición los coches estarían entrando por el nivel inferior del PMA. La altura entre el andén y la plataforma superior es de 20 mm. 


La impresión estética no me pareció excesivamente mala y me decidí a dar unos retoques de pintura, polvillos, plantitas, etc. Resultando lo siguiente...




Podría hablaros de las texturas, la granulometría que debe utilizarse para emplastecer la base, las mezclas de colores. Hasta podría contaros sobre la necesidad de utilizar distintos pinceles en relación a su flexibilidad y anchura...pero no voy a hacer nada de eso porque he utilizado un cúter, unas pinzas y  el mismo pincel para todo y así se ha quedado.

Resumiendo, dos tardes, entretenido a tope, creo que lo podría poner en la maqueta perfectamente. Ahora hay que buscar un sitio.

PD. Como no me funciona la respuesta a vuestros comentarios, aprovecho esta entrada para contestar a Cristobal.
Estimado amigo, no puedo reproducir ese tren y espero que entiendas que, aunque pudiera, tampoco lo haría. Un accidente ferroviario, bajo mi punto de vista, no puede formar parte de un juego. Es algo demasiado serio para eso.

UN TREN DE CARBÓN

Me imagino que, a todos nos pasará lo mismo, llega un día en que quieres cambiar un poco de época  porque ya estás saturado de los modelos  que actualmente tienes encima de la maqueta. Es lo que me ha ocurrido a mí después de tanto diesel seguido. He vuelto a pensar en las composiciones de los años 50 y 60 del pasado siglo, el vapor, las libreas con sus franjas amarillas, etc, etc.


Se me ha ocurrido una composición imaginaria para un tren carbonero con la Pucheta y la Baracaldo. Aprovechando varios vagones X abiertos de bordes altos de Electrotren y mezclándolos con los portacontainers de Ómnibus Models he formado este tren. Diez vagones para dos pequeñas locomotoras.


Me ha gustado verlas andar con este trenecillo y he aprovechado para incluirlo en un vídeo en mi canal de YouTube. Si queréis verlo espero que os guste. Década de los 60

ME QUEDÉ EN LA ESTACIÓN

Según me cuentan los análisis estadísticos una buena parte de mis seguidores tiene entre 45 y 50 años. Yo tengo algunos más, conocí otro mundo muy diferente en el que viajar era algo más que ir de un sitio a otro,  donde las estaciones como los hoteles, se convertían en puntos de referencia en una época, hoy impensable, sin móviles, ordenadores, influencers, ni medios. Como ese mundo no lo han conocido los que nacieron en la década de los años 70 y posteriores, por medio de unas fotografías de mi maqueta, me gustaría explicarles porqué me quedé en la Estación.


En los años 40 y casi todos los 50, la mayoría de los trenes estaban formados por coches de madera. La situación económica del país era desastrosa y no fue hasta finales de los años 50 y a lo largo de toda la década de los 60 que España empezó a salir de la miseria. La Renfe utilizaba todavía gran cantidad del material que había heredado de las antiguas Compañías, junto con el escaso y nuevo que, poco a poco, se iba incorporando. Viajar era un lujo casi inaccesible para la mayoría de las personas y, en la mayor parte de los casos, solamente se hacía por necesidad. Sin embargo, bien sea por las deficiencias de la Red Ferroviaria o por las del material utilizado, los retrasos eran una constante y en las estaciones la agitación era casi permanente, a pesar del escaso número de trenes que circulaban por las líneas.

Los movimientos en las estaciones eran continuos ya que, a diferencia de lo que ocurre ahora, los trenes se descomponían casi coche por coche. La colocación en uno u otro punto del tren era importante, porque significaba viajar con mayor o menor comodidad e incluso riesgo.
La falta de tractores diesel obligaba a que las locomotoras más antiguas que ya no eran aptas para otros servicios se utilizaran en estos movimientos. Esto es algo que se ha quedado en el imaginario colectivo de todos los niños que, de una forma u otra, veíamos  o utilizábamos el tren en aquellos años.


Otra imagen imborrable era la escasez de luz por las noches en las estaciones. La intensidad lumínica era muy inferior en aquellos años en que se procuraba ahorrar remitiéndose a lo más estrictamente imprescindible.

Las luces y las sombras se sucedían por las ventanillas en las que pegábamos nuestra nariz, a la vez que hacíamos cerco con las manos, para poder distinguir algo mientras pasábamos por los depósitos, los andenes, las playas de vías...

Si se tenía la suerte de vivir en una capital importante, con estación término, observar los movimientos de los trenes era un entretenimiento casi obligado, más si tenemos en cuenta que no es que hubiera muchos. En Madrid se podía elegir entre varias opciones, hoy día todas desaparecidas, desde la Estación del Norte, señorial y elegante, hasta la populosa Estación de Atocha, pasando por la de Las Delicias, menos concurrida, y las de aquellas otras líneas que fueron cayendo por la expansión inmobiliaria. Niño Jesús, Goya, o las de la línea de contorno como la de Peñuelas, una de las últimas resistentes. Nos queda ese horrible cajón, cochera de Aves y otras especies, en Atocha y el espanto arquitectónico de Chamartín, posible diseño adaptado de una fábrica de tuberías. Adiós al encanto de las maniobras y a todo lo demás.






 
En las viejas estaciones pululaba un mundillo de personas que se dedicaban a oficios hoy desaparecidos. Desde el maletero hasta los guardavías, pasando por el visitador con el golpeteo tranquilizador de su martillo. La policía y la guardia civil, siempre vigilantes por si hacía falta poner orden, tampoco faltaban en los andenes; en los que eran una constante los carros de bultos, las sacas de correos, las carretillas Fenwick, y el kiosco de la Librería de Ferrocarriles.



Con el paso del tiempo las viejas locomotoras de vapor fueron dejando paso a las nuevas locomotoras y los automotores diesel  fueron sustituyendo a aquellos Renault de los años treinta que tan buenos servicios hicieron. Los niños crecimos viendo aquellos cambios, pero el espíritu de la estación se mantenía inmutable con las idas y venidas de las tractoras y el ajetreo de los andenes aumentado por los servicios de los trenes de cercanías ya más habituales.

Los automóviles ocuparon el lugar de los trenes cuando nos hicimos más mayores. Muchos fuimos abandonando aquel medio de transporte lento por el coche, más rápido y puerta a puerta. Desaparecimos de las estaciones, y las estaciones, en todas partes, se reconvirtieron en mini aeropuertos y centros comerciales, salvo escasísimas excepciones, unas pocas aún se mantienen funcionales mientras que otras perviven en plan museo.
Pero cada uno de nosotros recordamos una estación, diferente según nuestro lugar de residencia, aunque resulta innegable que la mayor parte de los aficionados de mi edad, al modelismo ferroviario, nos quedamos enganchados a una. Da igual si era Término, de paso, o cúal fuera su importancia. La estación es la que nos ató a esta afición. En mi caso la del Norte, con su paso a nivel, escuela de aprendices de modelistas que ha dado a este país tantos buenos aficionados. Siempre en mis maquetas queda algo de ella. El túnel, la marquesina, los almacenes, los cocherones, los depósitos, intentando conseguir aquel ambiente. También la vieja Atocha, con sus vaivenes constantes de tractoras y las ramas de trenes circulando. Para mí, ese es el juego.


Otros preferiréis las de paso, o las de cualquier otro tipo que os resultara familiar y, seguramente, recordaréis el estrépito de los expresos pasando en la noche, los pitidos de los automotores y las paradas de los mercantes en vía desviada esperando la salida. Lo recordaréis y lo repetiréis interiormente cuando pongáis vuestros modelos en la vía. Eso espero.
Porque si cuando jugáis con vuestros trenes no oís el chuf-chuf de las locomotoras, ni oléis el aroma de la carbonilla, si no deseáis subir ya a vuestro compartimento para leer un rato antes de salir, ni reserváis mesa en el coche restaurante, si tampoco recordáis haberos arropado en una cama de la CIWL,  o si no fumásteis un cigarrillo solos en el pasillo, de madrugada, mientras seguíais con la mirada a aquella pasajera que iba hacia su cabina, os estareis perdiendo la otra parte del juego. No menos importante.

LOS DIEZ MOVIMIENTOS

En primer lugar quiero agradeceros a los que me seguís y me dirigís tan buenos comentarios vuestros elogios. No creo que sea para tanto, pero mentiría si no os dijera que me resultan muy agradables. 
En segundo lugar deciros también que algo se ha ido de la página del blog y no puedo responderos. Estoy en ello, pero no parece tarea fácil. De modo que no es que no quiera responder, es que no puedo.


Así que para Cristóbal y los demás, deciros que sí voy a publicar más frecuentemente en estos días. No sé si también en el blog, pero en YouTube todos los miércoles y domingos publicaré uno de los diez movimientos prometidos. Ya ha aparecido el 1 y hoy lo hará el 2, como siempre, a las 9:00 horas.


Me gustaría comentar algo sobre estos vídeos. No pretendo que sean rigurosamente exactas las composiciones porque, como todos sabemos, no están disponibles ni las locomotoras correspondientes ni, en muchos casos, los coches acordes a la época.  Trato de que sean lo más parecidas posibles y punto.


Una de mis convicciones es que no hay que llegar a desbarrar en nada. Bien está que si, por las circunstancias que sean, una persona dispone de una gran cantidad de material y todo está correctamente ajustado a cada época y composición las forme de manera correcta. Pero yo soy un aficionado que solamente pretende divertirse dentro de unos limites razonables de conocimiento y con un material fundamentalmente comercial. Es cierto que algunos elementos son de mayor calidad pero pueden conseguirse fácilmente. Digo esto porque no quiero defraudar a nadie que vea mis vídeos esperando composiciones perfectas y se encuentre con que no lo son tanto. Mi objetivo, como siempre en este asunto, es divertirme, exclusivamente. Y, de momento, lo consigo.


Cualquier aclaración que queráis del material, etc, me escribís e intentaré responderos los más rápidamente posible. Muchas gracias a todos y que nos sea leve el encierro. 😷🤒. Cuidarse.
Queda feo lo de encierro ¿no?. Tenéis razón. ¿Mejor confinamiento coyuntural por motivos sanitarios con carácter reversible?. Sí amigos, yo también escribí discursos.

DE HABERLO SABIDO...


Cuando escribo estas líneas el auge del Corona virus está en su apogeo. Es una situación en la que debe predominar el aspecto preventivo y con el fin de evitar contagios es conveniente restringir al máximo posible los contactos físicos. Esta pandemia me impide devolver a su dueño este precioso furgón y, seguramente, no podré hacerlo en algún tiempo por el riesgo de contagio debido al manoseo. Debo decir que este modelo lo construyó el Sr. Díaz en los años 80 ó 90, muestra de su procacidad modelística. Aprovecho la circunstancia para tranquilizarle porque por mi maqueta rueda muy bien y ya, de paso, puedo hacerle unas cuantas fotografías más. 


También me gustaría indicar que el modelo real puede contemplarse en una fotografía del libro de L.G. Marshall, "Recuerdo del vapor en RENFE", que reproduzco a continuación. Lamentablemente no dispongo de la 040-2212, por lo que en mi reproducción en H0 debo sustituirla por una 030. Pero, como lo importante no es la locomotora, sino el furgón, no hay que darle mayor importancia.


También me ha parecido vislumbrarlo en otra fotografía de una Mikado con un tren de tolvas subiendo por Pancorbo. Ojalá dispusiera del espacio suficiente para poder reproducir esa curva fotografiada por tantos aficionados. Me remito a mi espacio habitual y me imagino el resto.


Estimado Fernando, si me estás leyendo, espero que comprendas que no podría perdonarme que, por mi inconsciencia, sufrieses cualquier tipo de enfermedad que te impidiera seguir con tu maravillosa labor de montaje y reproducción de modelos con la que nos fascinas a propios y extraños. Desconozco cómo puede inmunizarse este vehículo, no pienso frotarlo con gel jabonoso, ni meterlo en el microondas, pero no te preocupes, te lo devolveré sin gérmenes aún cuando ello suponga un larga espera para que pueda comprobar que tu inmunidad está asegurada. En cualquier caso querido amigo, la culpa, como casi todo lo que rodea al modelismo ferroviario, pasa por los chinos.

La declaración del estado de emergencia nos obliga, como si de la Edad Media se tratara, a recluirnos en nuestras casas. Espero entretenerme lo suficiente y, como si fuera Bocaccio en más moderno, he decidido pasar el tiempo, aparte de leyendo y viendo cine, contando alguna historia. Será mi Decavideón. Comienzo hoy en mi canal de Youtube una nueva serie de diez vídeos denominados Movimientos en los que intentaré recrear trenes reales aprovechando mi maqueta de Villafranca Término. Feliz reclusión a todos y que sobrevivamos viéndolos juntos.