OTRO AÑO DIFÍCIL QUE SE VA

Se acaba el 2021. Año apocalíptico pasando del Hielo de la Filomena al Fuego del volcán Palmero con la Peste por medio, pero sin ver la luz de salida de este largo túnel pandémico. Avanzamos por el mismo como si viajáramos con locomotoras de vapor, tapándonos la boca y esperando respirar libremente a la salida. Esperemos que en algún momento de los próximos años lleguemos a ella.

En lo referente al modelismo comencé el año con una premonición, La última Mikado. El tiempo ha demostrado que tenía razón al titular así la entrada, puesto que posiblemente sea la última locomotora de Renfe que adquiera. No parece que vaya a surgir nada que me interese de esa Compañía. El canto del cisne del ferrobús ha agotado mis adquisiciones. No espero ninguna novedad en época III que pueda interesarme más allá de las que alguno de mis amigos me proporcione. Hasta ahí he llegado con la Renfe.

He tenido la satisfacción de terminar en este año mi RAW de Steinberg, lo que me ha dado ánimos para acometer más reformas en mi maqueta de la DRG. Volver a los orígenes es como una cura de salud en busca de la juventud perdida. Espero llegar al final proustiano del tiempo recobrado y ver terminados todos mis cambios a lo largo del próximo año.

Como consecuencia del fiasco Renfero, tras publicar unos cuantos vídeos a lo largo del año agotando el tema, me he inclinado por retomar mis modelos de la DRG y seguir completando los de la SNCF del Macizo Central. Creo que una afición necesita dinamismo y el disponer de un modelo al año o dos, como mucho, no satisface mi idea de la diversión. Por otra parte, sin ánimo de entrar en polémicas ni debates, el número de aficionados tanto alemanes como franceses es superior a los españoles, lo que posibilita que existan  marcas con productos de mayor calidad. Una realidad más acorde con la idea del modelismo que me interesa y que defiendo en mis entradas. 

Vamos a dejar atrás este 2021 que, en mi opinión y siempre desde el punto de vista del modelismo, ha pasado sin más pena ni más gloria que el de un incremento en el precio final de los modelos. Esperemos que el 2022 sea mejor, cosa aparentemente fácil aunque en la realidad no lo será tanto, y que podamos seguir disfrutando de nuestra afición cada uno a su manera y modo. Espero hacerlo de forma más pausada, escogiendo con buen criterio los futuros modelos y con menos ansiedad de la deseada por las marcas y distribuidores.

A todos muchas gracias por seguirme. Lele y yo os deseamos Auguri y Feliz Año 2022 con este pequeño vídeo. LOS TRENES DE LAS AGUAS. El primero de una serie sobre la SNCF. Espero que os gusten.

UNA ESTACIÓN DE PASO: REICHESHEILM (II)

Como ya indicaba en Reichesheilm (I) voy a mostrar las vías de maniobra de la estación de paso y el enlace con el pequeño depósito de locomotoras que está en fase de modificación. Siguiendo el esquema de vías de la entrada anterior, las fotografías están organizadas viendo la estación desde la izquierda a la derecha.

En la primera fotografía, paralelo a la doble vía en "S" muy abierta,  aparece la vía de talón a la izquierda que se utiliza para las maniobras de los trenes procedentes de Oberbaumbach. Estos trenes con parada en Vía 1, pasan a Vía 1a en espera de la salida hacia su origen. También se utiliza para las maniobras con carga y descarga de los mercantes. Desde la vía de entrada puede accederse a cualquiera de las vías de paso de la estación. Es necesario que así sea para poder efectuar uno de los recorridos posibles que ya expliqué en La estación del Norte creando más posibilidades de movimientos.

En la fotografía de la derecha puede verse el andén principal y el de carga de materiales. Este último está provisto de una grúa para descarga de elementos  pesados. Se utiliza fundamentalmente para el trasiego de troncos y madera.

Entre las vías 2 y 3 se encuentra un andén de viajeros. Este andén tiene la particularidad de estar elevado en la zona que cubre la vía 3, pero va disminuyendo su altura hasta enrasar el carril de la vía 2. En muchas estaciones secundarias, en este período, era todavía frecuente encontrar andenes así construidos. Un retazo de la época I. Hay que recordar que la estación se construyó en esa época y mantiene algunos detalles de la misma como es la ubicación del almacén en vía 1.
La Vía 4 es de sobrepaso en el sentido de la marcha. En las fotos puede verse un mercante en espera de recibir la salida. Es una vía muy útil porque permite regular el tráfico favoreciendo el adelantamiento de los trenes más lentos. 
En la fotografía de la derecha se puede apreciar la salida y el cruzamiento de las vías para dar acceso por cualquier vía a los trenes de entrada en el sentido contrario. La entrada por el túnel corresponde a la línea de Oberbaumbach. Más a la derecha existe una vía muerta utilizada para reserva. La última vía a la derecha permite tanto la inclusión de trenes muy largos como su utilización para disgregaciones en espera de incorporarse a un próximo tren.


Toda esta zona de salida está inmersa en un proceso de regeneración de balasto y supresión de motores de desvíos a la vista. En la fotografía que queda a la derecha sobre estas líneas puede verse que he ocultado los motores de los desvíos de Roco invirtiendo la posición del motor. Recorto la tabla de soporte y cambio los motores de mano, lo que permite invertirlo ocultándolo a la vista. Es decir utilizo el de la derecha para el desvío a mano izquierda y recíprocamente. Posteriormente los cubro con una tira que simula una chapa de acceso a la motorización y el resto con elementos de suelo para que quede disimulado. Si es necesario se puede manipular manualmente introduciendo la mano bajo el tablero. Algunos desvíos, como algún cambio cruce bastante antiguo, no permiten esta posibilidad porque los motores no van atornillados y no pueden separarse del conjunto de traviesas. Todos los que aún están a la vista se irán ocultando paulatinamente.



El pequeño cocherón está apoyado sobre parte de la pared del túnel de salida que también está siendo recolocado. He desmontado el anterior; reutilizando accesorios desechados he construido sobre una pequeña superficie triangular este nuevo depósito. En la fotografía anterior puede apreciarse todavía en las primeras fases de decoración y en la inferior con algunos detalles ya incluidos, como el fondo del paisaje redondeado para dar continuidad, lo que ayuda a crear una sensación de mayor amplitud.


El depósito es necesario en la estación de Reichesheilm porque se necesita una locomotora de apoyo, en algunas ocasiones, para la línea de Oberbaumbach. La ubicación original a la derecha y con un cocherón de dos vías, ni me gustaba, ni me parecía estético porque no encajaba en el conjunto de la maqueta por la diferencia de altura. La solución ha sido crear este pequeño módulo con el fondo arbolado haciendo desaparecer un muro de hormigón excesivamente alto. Eliminando el cocherón de dos vías y sustituyéndolo por uno de una vía y pegado al muro del túnel queda más espacio para las dos vías de servicio. La torre de agua colocada al fondo queda a suficiente distancia del cargadero de carbón. Mirando a ras del tablero, estos dos puntos altos ópticamente van elevando la vista hacia los árboles del fondo de forma muy suave. En los espacios reducidos es necesario procurar acertar con la profundidad para simular más amplitud. 


La longitud total de la estación entre puntas es de 4500mm. A los que hay que añadir 750mm. más,   correspondientes a la vía de maniobra en la entrada y otros 750mm. del depósito en la salida. En resumen 6 metros. Tengamos en cuenta que estamos en una estación secundaria sobre una línea principal en donde no paran los grandes trenes. Un poco justo para ser una estación alemana, necesitaría otro par de vías de sobrepaso y espera, pero el ancho disponible no da para más.

EL TIEMPO PASA Y SE NOTA.

Una de las posibilidades que presenta el modelismo ferroviario es la opción de coleccionar modelos. Sin más. Desconozco en profundidad esta modalidad, pero pienso que no se necesita maqueta, como mucho un pequeño diorama para exponer el modelo que más apetezca en el momento y vitrinas, muchas vitrinas para guardarlos o exponerlos. Sin embargo aunque no sea un coleccionista puro, como cualquier aficionado al modelismo sí que tengo mi pequeña colección de modelos. Como es lógico en ella se encuentran desde los que me sirvieron de arranque hasta los últimos que van saliendo, siempre dentro del orden de mis preferencias.


Debo decir que no he tenido prácticamente ningún problema de funcionamiento con las locomotoras y los que habido, insisto escasos, se han producido en los modelos más modernos, por eso muchas de mis antiguas locomotoras aún siguen recorriendo mis vías de vez en cuando. Una vez al año repaso todos los modelos, una especie de pequeña revisión de mantenimiento general, aparte de las habituales de conservación. Es cuando me doy cuenta de que el tiempo pasa y se nota mucho. 

Aquellos modelos que nos hicieron ser felices se han ido quedando obsoletos, funcionan, pero ya no son los mismos. Sin querer los he ido apartando de las maquetas para pasarlos a las estanterías con esa sensación de pasión agotada, esa especie de amor consumido pero que no quieres que se acabe del todo. En su lugar el mismo modelo, más moderno, se desplaza ahora recorriendo las vías. Otros no han sido reemplazados, bien porque aguantan mejor el paso del tiempo o porque no se ha creado el sustituto modernizado, y allí están prestando sus servicios tirando de las composiciones, como me ocurre con las BR 18.5 de Liliput. De este Gunther de la fotografía, años 70-80, a los actuales digitalizados por Trix o Marklin del mismo modelo hay una enorme diferencia.

Viene esta historia a cuento porque, mientras limpiaba una de mis BR-50, fijé mis ojos en otra locomotora. Una eléctrica, que me pareció maravillosa en su momento, de la que no sé cuantos kilómetros habrá recorrido por mis maquetas.   

En 1975 compré mi primera locomotora eléctrica de ROCO. Era una E-44 de la DB diferente y fantástica. Han sido necesarios más de 40 años, 42 exactamente, para que Brawa me volviera a conmover con una versión actualizada del modelo. Una versión de la DRG, primera serie, muy bien terminada. Pasión renovada. 

Y es que, aunque algunas cuarentonas estén muy bien, sigo prefiriendo dos de veinte. Ya solamente pueden ser de una en una. El tiempo se nota.

IDAS Y VUELTAS: EL TAMAÑO SÍ QUE IMPORTA

Me comentaba hace unos días uno de mis amables seguidores que lo que le gustaba de mi estación de Villafranca era que se veía un orden en la explotación, en vez de esos pasos reiterativos de trenes en una de las clásicas maquetas de dar vueltas y vueltas. Le agradecí, lógicamente, su comentario y me alegré de compartir con alguien la forma de jugar con los trenes. Ciertamente es una explotación más realista, pero no es fácil disponer del espacio suficiente para poder desarrollar estas maquetas de una forma adecuada.

Con independencia de que cada aficionado puede construir y explotar su maqueta como quiera, yo no creo que se pueda construir una estación española, ni grande ni pequeña, aunque de una cierta envergadura, en menos de cinco metros de largo. A esa longitud hay que añadirle algo, bien sea unas curvas para que los trenes puedan estacionarse en la parte contraria del óvalo con el fin de disgregar, agregar o simplemente parar antes de volver a salir, o bien un espacio para acoplar el fiddle-yard o tramoya y poder hacer los cambios pertinentes. En resumidas cuentas estamos hablando de un mínimo de ocho metros de largo. No está al alcance de todo el mundo disponer de ese tamaño.

Tengo la convicción, desde hace tiempo, que el modelista ferroviario vive bajo el yugo de un número que le persigue que es el 24. Son los metros cuadrados que se necesitan imprescindiblemente para poder construir algo que se parezca a una instalación ferroviaria. No es tan importante el ancho como el largo. Es preferible 10,00 x 2,40; también es muy práctico 9,00 x 2,75; 8,00 x 3,00 sería el límite admisible para encajar una estación y un circuito, cerrado o abierto, que le diera servicio. Otras combinaciones espaciales cuadran en exceso el espacio, no permitiendo disponer de vías lo suficientemente largas para poder acoplar los trenes en ellas sin agotarlas. Hay que tener en cuenta que los desvíos necesitan un mínimo de 250 mm. de longitud y que en una estación no se coloca solamente uno. En cambio, radios de curvatura variando entre 1m. y 1,50 m. son fáciles de disimular y esconder. 

En cualquiera de esos tamaños se puede hacer lo que se quiera, sin abusar. Organizar la maqueta como un conjunto de estanterías comunicadas por medio de helicoidales está solamente al alcance de unos pocos. Requiere de una tremenda planificación de toda índole, solo hay un Renaud Yver. Subidas las justas y si la orografía de la maqueta lo necesita, permite y se justifica. No es mejor una maqueta por disponer de más metros de vías en el circuito, sino por la veracidad de la explotación y la calidad de simulación del paisaje. En la realidad los trenes no sobresalen de los andenes, las estaciones no están llenas a rebosar de coches, vagones y locomotoras. Tampoco los movimientos son constantes ni los convoyes pasan continuamente. Es necesario elegir el tipo de explotación y ajustarse a ella. Aparte, en estanterías o vitrinas, se puede coleccionar lo que se quiera y proceder al intercambio cuando se considere oportuno.

Hay quien dispone de estos tamaños y más. Aún así, se han de respetar las reglas del modelismo para no crear un monstruo que nos devore entre escenas imposibles. Esos circuitos de pisos a base de puentes y montañas gigantescas por las que trepan trenes de todo tipo. Siempre me han dado miedo los anuncios de la mayor maqueta del mundo en donde conviven los trenes de alta velocidad con una chocolatera y dos coches de madera. Es preferible, creo yo, una composición pequeña, pero más verosímil, que aparte de los recuerdos que nos pueda traer y hayamos ido incorporando, requiere de un cierto cariño o dedicación para buscar y encontrar unos determinados modelos que se ajusten a la época, el lugar y a la función. Un paisaje acorde con el espacio suficiente para que el tren se luzca. Sin masificar. 

Si no se puede disponer de estas superficies hay que organizar, pensar, planificar y diseñar para la que se tenga disponible. Y eso pasa por sacrificar algo, menos o más, de lo que nos gustaría tener. Es preferible tener poco y bueno que mucho y malo. Aunque este es el país de caballo grande, ande o no ande, es recomendable que nuestros caballos de hierro se ajusten a la superficie disponible con una cierta elegancia. En mi humilde opinión.