MODELISMO FERROVIARIO: EVOLUCIÓN (IV)

En el modelismo actual, la escasez de espacio unida a la mejor reproducción de los modelos a escala ha favorecido el cambio conceptual del estilo de maquetas. Las grandes maquetas compactas han ido siendo sustituidas por otros tipos de formatos diferentes que permiten aproximarse más a la escena, a nivel visual, para poder disfrutar de esa mejor reproducción. 

La estación de Luzy
Las maquetas modulares o de estantería ya se ubican a alturas diferentes a las clásicas compactas. El tema se restringe a una estación, unas zonas de maniobras de cualquier tipo, un paisaje concreto de una línea que pueden estar conectadas entre sí o ser independientes, pero sin la continuidad visual de una maqueta compacta que la invalida como modelo de la realidad.

Vista general de la instalación de Luzy. Una obra de arte de Renaud Yver.
Las dos fotografías anteriores recogen parte de la instalación de Renaud Yver, modelista reconocido en Europa. El acierto, a mi modo de ver, de esta maqueta, es la ocultación de la helicoidal dejándola fuera del contexto visual. Es muy grande y sirve para lo que debe servir una helicoidal que es ganar altura y distribuir trenes. Al quedar fuera de la maqueta no interfiere en su composición y se crea la sensación de una serie de maquetas interconectadas entre sí a diferentes alturas sin que parezcan un rascacielos de trenes. La calidad de terminación, el diseño, la explotación y la puesta en escena la hacen unas de mis preferidas, teniendo en cuenta que es producto solamente de su creador, Monsieur Yver. Fantástico.

En estas maquetas prima el concepto de reproducción de la realidad aunque, como es lógico, se producen pequeñas alteraciones de la misma debidas a la concreción de los espacios y a la escala, que no disminuyen para nada el concepto de modelismo  que se utiliza en su creación, desarrollo y puesta en funcionamiento.

Frente a las maquetas clásicas de tablero, la limitación del espacio visual en estas modulares, obliga a una mayor capacidad de concentración del espectador que debe olvidarse de lo que rodea a la superficie de exposición para obtener, a cambio, una extraordinaria sensación de realidad. Esta inmersión mental de imaginación unida a la observación de unos modelos de calidad es, posiblemente, la culminación del proceso del modelismo para un espectador. Y es eso lo que se pretende.

La Maurienne. Maqueta del C.F.F.C.
Con este planteamiento, el espacio deja de agobiar al modelista para convertirse en una oportunidad para crear un ambiente que, acorde con la realidad, le permita disfrutar de las idas y venidas de sus locomotoras, coches y vagones. La casuística para generar maquetas se convierte en algo inmenso, con infinitas posibilidades en función de su capacidad creativa, gusto y espacio. Se pueden dar todas las circunstancias que concurren en una línea o en una explotación ferroviaria auténtica. Naturalmente, si se dispone de mayor espacio se podrán hacer más cosas, pero la sensación de verosimilitud o realidad serán las mismas en ambas ocasiones.

La Maurienne
Estas dos fotografías pertenecen a la maqueta de La Maurienne. Es del tipo que se denomina de exhibición, en donde solo una parte relativamente pequeña es visible. Suelen reproducir con mucha exactitud paisajes o elementos muy característicos de una línea. La calidad de esta maqueta es extraordinaria. La toma de corriente por tercer carril es una maravilla y el desarrollo y construcción de la línea un grandísimo trabajo del equipo del Club Ferroviario del Franco Condado. Ya me gustaría ver algo así en España.

La atmósfera en grandes superficies ahora queda restringida a espacios muy vastos, superficies de muchos metros cuadrados que, si se tiene la fortuna de poseer, nos pueden ofrecer la posibilidad de llegar a disponer de algo parecido a estas maravillosas maquetas que construyen dos de los mejores modelistas profesionales, Dieter Bertelsmann y Josef Brandt.  Dos ejemplos, las líneas del Höllental y del Hochschwarzwald, increíbles.



Este es el modelismo ferroviario que se considera un arte. Inalcanzable para casi todos, en cierta medida en eso consiste el arte, pero al que hay que intentar llegar. En próximas entradas bajaremos a la realidad terrenal de los espacios escasos que, aunque más modestamente, también nos permiten disfrutar.

Las fotografías de las maquetas de Luzy y La Maurianne están sacadas de los Números 50 y 57 de Loco Revue Hors-Série. Las del Höllental y del Hochschwarzwald, se han extraído del Número 2 del Eisenbahn Journal, Super-Anlagen de los años 2007 y 2008. Todas estas publicaciones son altamente recomendables para entender en qué consiste  el modelismo ferroviario moderno y hacia dónde hay que ir.

RENFE 1950-1980. (14)

Por estas fechas deberían estar rodando por mi maqueta los nuevos coches de Miniaturas Lacalle. La pandemia asesina ha retrasado su fabricación por culpa de imposibilidades constructivas debidas a  falta de material de proveedores, etc. Afortunadamente, aunque con el lógico retraso, llegarán a mis manos y a las de los que los encargaron. En su lugar he optado por presentar unas composiciones que pueden entrar en la categoría de trenes obreros aprovechando el material de coches de dos ejes de este artesano.




Me despido con una fotografía en blanco y negro, tipo impresión periódico de los 50, de una de esas composiciones que me resultan tan atractivas, el Correo de Selgua.

DE CASETAS CON LELE CONTINO

Mi relación con Lele Contino proviene de largo. Tras períodos de desconexión, en que cada uno vive su vida, siempre nos volvemos a encontrar y comenzamos juntos una nueva serie de proyectos. Es lo que ha ocurrido mientras vivíamos la pandemia sin saber finalmente si somos inmunes, si es que no hemos sido contagiados o es que no nos pasa nada porque nos protegen los dioses.
En un primer momento nos dedicamos a manualidades sosas, tipo cargas de vagones, pinturillas y patinados, reparaciones y modificaciones de la maqueta de la DRG. Montaje de Culemeyer y Kaelbles, etc. Temas pendientes para ocupar el tiempo.

 

En medio de tanto desasosiego pandémico y de tan largo retiro, nos dió por ponernos a hacer algunas cosas y a deshacer otras. Este individuo, sabedor de mi desencanto renfero, me propuso desmontar algunas instalaciones de la maqueta de Villafranca con la excusa de que no encajaban en el austero ambiente español. Mi reticente respuesta inicial, tenía otro proyecto entre manos, se fue transformando en convencimiento y aceptación final.


A él se debe el desmontaje de la torre de carga de carbón, ciertamente inexistente en España, y a la sugerencia de cambiar algunas casetas de ambiente alemán por otras españolas. Aunque repliqué que no existían modelos fabricados que se ajustaran a lo que quería, me respondió que lo construiríamos nosotros. Dicho y hecho, aprovechando un encargo de corte láser para otras construcciones de la maqueta alemana, dibujamos tres casillas muy conocidas. Dos de la Estación el Norte de Madrid y otra de la Estación de Atocha que corresponde a un primer boceto que coloqué con carácter transitorio en mi estación y que iba camino de vestir santos.
 

La primera fotografía corresponde a una reinterpretación de la caseta del paso a nivel de la Estación del Norte. Digo reinterpretación porque va ser utilizada como caseta de agujas.
En la segunda aparece vista desde otro ángulo, acompañada de la reproducción de la caseta que existía entre vías próxima al pequeño depósito junto al paso a nivel. 
En la tercera fotografía  aparecen las tres con la caseta de señales pequeña de Atocha, a la que tengo especial cariño porque siempre me fumaba un cigarrillo mientras veía las maniobras cuando iba la estación. 

Las incorporamos a la maqueta en lugar de las existentes, cuidando que queden perfectamente integradas en el terreno. Hay que insistir en que los edificios no deben estar apoyados sobre el suelo sino empotrados en él. Una pequeña pátina de suciedad correspondiente al paso del tiempo para que no se vea recién pintada, algún desconchón mínimo y unos matojos completan el trabajo.


A la caseta se le ha añadido un basamento de poliestireno que permite grabar las losas y encajar perfectamente el edificio. Tras colocar la base sobre la maqueta se decora con tierras y vegetación acordes al resto del terreno existente. Como puede observarse en una toma con más ángulo, hay que reconocer que mejora el aspecto, dando un carácter más nacional, aunque haya sido reconvertida en garita de agujas.


La pequeña garita de entrevías me resultaba irresistible y aunque no veía muy claro dónde colocarla, me  decidí por incorporarla a la zona del depósito. Es una construcción muy sencilla, pero poco vista.



La caseta de señales de Atocha que inicialmente utilizaba en mi maqueta no me gustaba. Las medidas que había sacado de un boceto de una colección de fascículos no me parecían que correspondieran a la escala H0. Posiblemente, por la época de edición, estaban disminuidas a 1/100.

Dejé para más adelante acometer el cambio y ha sido ahora el momento de rediseñar, con unas medidas más ajustadas, cuando aprovechando la construcción de un RAW para mi maqueta alemana, incluimos en  este modelo en la plancha de corte láser. Es también muy sencilla de construir y como las otras dos han resultado un descanso ante la complejidad del RAW.

Para los que no lo sepan distinguir por sus siglas, un RAW corresponde a Reichsbahnausbesserungwerk que no es otra cosa que Taller de Reparación de los Ferrocarriles del Reich. Una típica definición alemana en la que una palabra contiene una frase casi completa.

Abandonadas las estaciones españolas, me reintegro a la DRG con esta mezcla de maqueta y diorama que espero me de el juego que pretendo.

Tarea ardua la de construir todos los elementos de un complejo  de talleres para automotores y locomotoras de los años 30, que quiero concretar en una superficie de 3200 x 400 mm2, con movilidad para vehículos, carros transbordadores, etc.

Me parece un reto interesante para disponer de una maqueta poco frecuente. Con la ayuda de Lele Contino espero lograrlo.


RENFE 1950-1980. (13)

El llamado Ligero Tudela-Tarazona en 1967 lo constituían una Mikado Fuelizada, un Dv-340 y dos coches de 2ª Clase Ex Norte. Esa denominación de "ligero" se debía, sin duda, al escaso tonelaje de dicho tren más que a la velocidad desarrollada por el mismo. Si bien es cierto que la denominación no consta como tal en la definición de tipos de trenes de la época, no es menos cierto que yo sí la he oído  y leído en alguna ocasión, sin que me quedara muy claro el porqué de la misma.


En este caso la composición puede representarse correctamente en escala H0, la locomotora debe ser una de las Mikados fuelizadas de Electrotren-Hornby, el DV de K-train y los dos segundas de Ibertren.


Como suele ocurrir en ocasiones, o no se dispone de nada o se dispone de todo en abundancia. Cúantas veces me he quejado de la escasez de modelos de Renfe a escala H0, y ahora me encuentro con la posibilidad de poder montar esta composición con otros coches de la antigua NORTE de aquellos que fabricó Mabar, en lugar de los Ibertren.


Si bien la primera fotografía es la canónica, puede perfectamente asumirse la segunda composición como verdadera y dar más posibilidades al juego. Tan ferroviaria es una como la otra y cualquiera de las dos es perfectamente válida en una maqueta con atmósfera.

MODELISMO FERROVIARIO: EVOLUCIÓN (III)

Condicionantes para realizar una maqueta de modelismo ferroviario.
Antes de empezar a planificar una maqueta hay otras cuestiones que deben resolverse. Espacio disponible, escala elegida, Administración Ferroviaria, tema de la maqueta, historia que contar. Todas estas cosas van a conformar el paisaje físico que va a poder reproducirse en la maqueta de la forma más acertada posible. Casi nunca se va a poder reproducir de forma absolutamente fiel. Incluso en las mejores que puedan verse nunca es exacto, porque existen las limitaciones de escala y otras muchas cosas más, que impiden esa reproducción fotográfica exacta que todos buscamos.


El espacio y sus limitaciones. La principal dificultad como ya he comentado en alguna entrada anterior relacionada con el modelismo es el espacio. Resulta imposible en la práctica que en una vivienda normal, incluidas las de altillos y trasteros, garajes, etc, se pueda reproducir una línea ferroviaria en toda su longitud o en partes de ella que no sean pequeñas estaciones o zonas muy concretas. Las maquetas alrededor de las paredes en espacios amplios, de 25 metros cuadrados en adelante, pueden dar cabida a estas estaciones junto con algún tramo que represente alguna característica interesante de la línea y poco más. Esta circunstancia desanima a aquellos aficionados que quieren ver pasar los trenes y lógicamente, caballo grande ande o no ande, las maquetas que se construyen olvidando esta circunstancia ya no son modelismo ferroviario. Si el aficionado es consciente de la cantidad de espacio disponible y lo quiere aprovechar al máximo, la consecuencia es una sucesión y aglomeración de vías utilizando hasta los más recónditos espacios. Estamos en la fase 1. Bueno, si no fuera por estas personas ¿de qué vivirían los fabricantes?


Desde la elección de la escala hasta la elección del tema a desarrollar, la longitud es el factor primordial a la hora de planificar nuestra maqueta. Cualquiera que se fije medianamente en las distancias de cualquier estación se da cuenta de que sobre todo es larga. Puede que ancha también, pero larga, es larga. Porque deben caber los trenes. Si los trenes no caben en una estación que no sea un apeadero, rebosan de los andenes, o cuando sale por un lado el último vagón ya casi está entrando la locomotora por el otro, acaba usted de volver a la fase 1. Lo suyo no es modelismo ferroviario. Suerte y que se divierta.


La única posibilidad que tenemos para jugar con la falta de espacio es modificar la escala. Cuanto mayor sea la escala más espacio hará falta. Si usted quiere reproducir grandes espacios con trenes modernos la escala más apropiada será la N 1:160. No se necesita mucho detalle en los trenes actuales y dispondrá de mayor espacio para estaciones y paisaje. La escala TT, esa especie de híbrido entre la N y la H0 es otra opción para quienes si quieren algo más de detalle pero disponen de poco espacio. ¿Se puede hacer modelismo ferroviario en estas escalas? Se puede, pero resulta muy difícil por la imposibilidad de observar determinados detalles que resultan atrayentes. Como decía antes, en mi opinión, se queda remitido a temas muy específicos.


Personalmente creo que para hablar de modelismo ferroviario se ha de partir de la escala H0. Es el mínimo para poder observar ya un cierto número de detalles en los modelos que nos van a permitir crear la impresión de algo real. Porque ese es el arte del modelismo, crear la impresión, ¿les suena esto?, de que estamos en una situación real. L'important c'est l'impression. C'est de l'art.


Por eso es importante elegir de forma correcta el tema de nuestra maqueta en función del espacio disponible. Es preferible ajustar el espacio que vemos a esa impresión óptica que nos lo va a hacer creíble. Es el momento de utilizar todos los trucos y subterfugios disponibles para dar verosimilitud a nuestra maqueta, incorporándolos a la misma sin que se noten.

Les dejo con un vídeo sobre Dominique Buraud y su bellísima maqueta Soumagnac. Que lo disfruten.




RENFE 1950-1980. 1973 (12)

A pesar de que son de los pocos modelos de Renfe, a escala H0, que reproducen bastante acertadamente a sus homólogos reales, los automotores suelen verse muy poco por las páginas de libros, entradas de blogs o vídeos de YouTube.


Los ABJ que están reproducidos por Electrotren-Hornby ofrecen una buena impresión ferroviaria cuando circulan por una maqueta. Se han reproducido los tres modelos. Su utilización como parte de cualquier explotación ferroviaria entre los años que nos ocupan es imprescindible.




El TAF de Ibertren me sigue pareciendo un excelente modelo que permite formar distintas composiciones con sus tres coches, dos o incluso con uno. En  sus dos versiones antiguas color plata y franja verde, con o sin aire acondicionado, dio servicio a varias capitales españolas desde su aparición en los años 50 sustituyendo a los Rápidos tradicionales. Fue cubriendo los recorridos que iban abandonando los ABJ que ya acusaban el exceso de edad y kilometraje aparte de las mejoras de velocidad y comodidad.


Me parecía lógico que tuvieran un pequeño hueco en estas entradas dedicadas precisamente a su época.


MODELISMO FERROVIARIO: EVOLUCIÓN (II)

Retomo el asunto partiendo de las tres premisas previas en las que había dejado el tema. En nuestras maquetas debe predominar el ferrocarril, deben hacerse a escala y deben estar construidas lo mejor posible para que se parezcan mucho a la realidad. Nos faltaba buscar la información adecuada para desarrollar estos temas. 


Desde esos manuales de colocación de vías que comentaba en la entrada anterior, las publicaciones sobre maquetas su diseño y construcción han aumentado considerablemente en los últimos años. En los años 60 y 70 del siglo pasado había muy poca cosa en España. Algo de Gili, traducciones de algún manual francés, y las consabidas revistas francesas, americanas y británicas que poco o nada tenían que ver con lo demás, más dominado por los folletos del maquetismo alemán de Marklin, Fleischmann y Trix. Mucho circuito cerrado.










De ahí vienen los males. Tras los circuitos sobre tablero ya comentados se presentaron las maquetas de pisos con estaciones ocultas y rampas helicoidales. Su finalidad, aparte de ampliar el recorrido de los trenes era facilitar el tránsito de los mismos de una forma similar a la de la realidad. El resultado final, en la mayoría de los casos, eran unas maquetas rascacielos en donde los trenes subían y bajaban por rampas pronunciadas en exceso, dándome la impresión de no haber salido nunca de Suiza, estando además condenado a contemplar permanentemente el famoso paso de la iglesia de Wassen en la línea del Gotardo. Y que, dicho sea de paso, verlo una vez está bien pero pasarse el día mirándolo es mucho para un humano y más si está acompañado de una persona encantadora a la que los trenes le importan un bledo.

Desgraciadamente, a pesar de que España es el país más montañoso de Europa después de Suiza, las diferencias geográficas entre Wassen y Albacete, pongo por caso, son bastante numerosas. ¿Dónde vamos a colocar estas rampas? En Pajares, dirán los listillos. Ponte tú a hacer la rampa de Pajares y verás lo que ocupa. La utilización de las helicoidales en las maquetas es factible si son de pisos y el mamotreto del cilindro puede estar separado del escenario representado. Apropiados para maquetas tipo estantería con varias estaciones que simulan un recorrido que no se puede ver más que en una mínima parte. Diferencias de cota de 150, 210 mm. o más, son inasumibles en una maqueta cerrada.

Otras fuentes de información provienen de los entendidos, expertos o enterados, como se prefiera. Ojo con estas personas, porque generalmente tienen una cierta predisposición a colocarte la maqueta que ellos nunca llegaron a construir y que ni se parece a lo que tú quieres. Bajo el concepto de la pureza y corrección te colocarán un tinglado de normas, criterios, recomendaciones y órdenes que, ni son imprescindibles, ni en la mayoría de los casos necesarias para poder disfrutar de  nuestra afición de un modo realista, que es de lo que se trata.

Tan absurdo es saturar de vías el espacio disponible como realizar una  estación de vía única con un apartadero. En el primer caso la falta de realidad es evidente porque no resultará fácil encontrar esos niveles de saturación en una estación real. En el segundo porque, aunque sea muy real, la capacidad de entretenimiento que nos puede dar este tipo de estación es mínimo. En el mejor de los casos, un par de movimientos con maniobras al día y unos pocos trenes a lo largo de la jornada. Puede que haya quien lo encuentre fascinante. Yo no. Convertir una afición en una especie de religión con actos de fé incluidos no entra en mis perspectivas mentales de lo que es un divertimento.

Todas estas formas de construir maquetas sobrecargadas empezaron a quedarme desfasadas cuando, en 1979, empecé a leer de forma habitual, a través de las publicaciones de Loco Revue, los conceptos del modelismo de atmósfera. Algo ya conocido en maquetas británicas que, en mi opinión, siempre han sido las mejores como ya he dicho. Los festivales de exposición de maquetas británicos tienen la virtud de presentar alguna cosa interesante que me ha servido de punto de partida para nuevas ideas.

Sin complicarse mucho la vida, creo recomendable empezar por cosas sencillas, fáciles de leer y entender. Me parece fundamental no empezar consultando a nadie, sino aprendiendo y sacando conclusiones por uno mismo. Ya habrá tiempo para preguntar cuando se tengan unos conocimientos básicos.

Los tomos 1 y 2 de Modelismo Ferroviario de Hill están muy bien para aprender algunas de estas cosas. Hay un par de circuitos muy interesantes en el 1 y buenos consejos constructivos en el 2. Para empezar a leer y reflexionar sobre el modelismo de atmósfera son muy apropiados. Existen multitud de libros sobre maquetismo, franceses, alemanes, británicos, estadounidenses, excelentes. Miles de planos con circuitos en esquema, dibujados artísticamente o en fotografías. De vídeos mejor no hablar, miles y miles. De todos ellos podemos aprender algo. Muy pocos corresponden a la definición de modelismo.

Respecto a este tema de la atmósfera, se puede ver el circuito y mucho más en ferbach.be. Recomendable.

La aparición del modelismo de atmósfera cambió algunas aspectos conceptuales, como la altura de observación (siempre se veían las maquetas desde arriba) la ubicación del espectador (la maqueta envuelve al que la ve o maneja) la aplicación de un paisaje veraz (los edificios deben ser sino iguales lo más parecidos posibles) unido a unos trazados que representan la realidad de la línea y sus características más notables. Entre otras muchas cosas no menos transcendentes a la hora de diseñar y planificar. Unos cambios importantes que se han ido aplicando hasta el momento y han permitido la aparición de algunas excelentes maquetas, abriendo nuevas posibilidades de explotación incluso en ámbitos muy reducidos. Algo muy interesante por la escasez de espacio necesario en algunas escalas y en muchas viviendas de aficionados.

Veremos alguna de estas cosas en el próximo episodio. 

RESPUESTA A COMENTARIOS SOBRE MODELISMO I

Lamentablemente sigo sin poder acceder desde mis entradas a la respuesta a los comentarios, de modo que tengo que generar esta nueva entrada para responder a D. Marius Soare porque creo que no me ha entendido con claridad, bien sea porque no me he sabido explicar o por dificultad del idioma. 

En cualquier caso aclarar que no existe un modelismo ficticio y uno prototípico porque el modelismo es el arte de representar a escala la realidad. No lo digo yo, lo dice la Real Academia Española que seguramente de definiciones sabe más que yo.

Eso que usted llama modelismo ficticio, que es lo que se ve habitualmente en muchas maquetas, no está dentro de esa definición. Que popularmente se pueda llamar así o como se quiera, no es asunto de discusión por mi parte, llámenlo con quieran pero eso no es modelismo. Insisto, se parece pero no es.

La representación de escenas que se ajustan a la realidad, sí es modelismo. En el caso del ferroviario es necesaria la función para que se comporten los trenes de modo análogo a los de la realidad.  En ese tipo de representación claro que caben los recuerdos, imprescindibles si se tiene la suerte de disponer de ellos, y si no, para eso está la documentación. Por ambos caminos se pueden crear maquetas correctísimas.

Lo demás es otra cosa. Juego, diversión, lo que usted quiera menos modelismo. Las maqueta de Stars Wars están muy bien hechas, pero como no existen en la realidad no sabemos si eran así o no. Por lo tanto, como no representan la realidad a escala no pueden considerarse modelismo. Ese es el quid de la cuestión. No se trata de lo perfecto que pueda parecer. Se trata de lo perfecto que sea lo que se pretende que  corresponda a la realidad. Por eso, no. Las dos no son modelismo.

Respecto a la cámara que dije que uso, sí, es la de un iPhone. Me parece que la trata usted de forma un poco despectiva. Yo no pretendo compararla con ninguna otra, más allá de decir que me resulta cómoda y práctica. Usted tiene una Nikon D750. Es una cámara de unos 1000€, 1500 con un objetivo de serie.  Estimado amigo, yo tengo varias cámaras réflex y alguna más que no lo es. Ópticas Zeiss, Leica, Canon, hasta una Bollex-Paillard con Vario Switar Kern incluido, para cine de verdad, imagínese si llevo tiempo en esto.

Me sigue resultando cómoda la del iPhone. Es una cuestión de peso.

RENFE 1950-1980. 1961 (11)

Si en la entrada anterior nos parecían antiguos e incómodos los servicios de cercanías de Madrid, que decir de los demás. He recogido un composición del Correo Córdoba-Sevilla del año 1961 que no tiene desperdicio porque, aunque aparentemente puede parecer similar a la del día 22 de mayo, presenta algunas diferencias.
















Este servicio de Correo Córdoba-Sevilla solo se prestaba una vez al día. Se solapaba en la estación de Marchena con un Mixto (Mercancías Viajeros) con  coches de 3ª exclusivamente y unos cuantos vagones, de donde salían ya agregados formando un único convoy hacia Sevilla. Trayectos de 12 horas para recorrer los 170 kilómetros del antiguo trazado que separaban, aproximadamente ambas capitales.


Para reproducir una de las composiciones habituales, aunque siempre existían variantes, he utilizado lo más aproximado disponible entre las limitaciones habituales.

Una 030 de Mabar, un furgón de 2 ejes ex MZA Electrotren modificado, el imprescindible coche ex-Andaluces de Miniaturas Lacalle, uno de los 3ª Clase de dos ejes de Mabar, la estafeta de Correos en Kit de Lacalle, vagón foudre también kit de Lacalle y un  J-300.000 con garita  de Ktrain que cierra la composición. Aunque no exacto, por lo menos brinda una vista aproximada de lo que eran estos servicios en aquella época.