¿HAY QUE EMPUJAR?

Una de las cosas que hay que tener en cuenta en un taller de automotores es que se necesita una locomotora de maniobras. Los vagones con repuestos y materiales, aparte de los remolques, requieren una locomotora que los mueva. No estamos en un  taller de locomotoras de vapor, por lo tanto, una locomotora de ese tipo, aunque pequeña, sería un poco incongruente. ¿A qué recurrir? Algo con un motor de explosión. Los pequeños Kof.


Kof son las siglas de identificación de un pequeño tractor con motor diésel. Corresponden a las iniciales de  Kleinlok. Öl. Flüssigkeitsgetriebe. Pequeña locomotora. Diesel. Transmisión hidráulica.


Ha sido Brawa la que tradicionalmente ha sacado al mercado la casi totalidad de los distintos tipo de Kof que han existido. No solo fueron impulsados por motores diesel, también los ha habido de benzol, de gas o eléctricos por baterías. Cualquiera de ellos sería válido para mi maqueta. El mío corresponde al original diesel de la segunda serie (Kö II) de la DRG con la única particularidad de haber sido patinado en fábrica. 


Las pequeñas locomotoras, del tipo que sean, son elementos fundamentales en las operaciones de maniobras. Los modelos a escala tienen poca distancia entre ejes y se debe verificar que las vías y, sobre todo los desvíos, no suponen ningún problema en su marcha. Aprovecho para comprobar el funcionamiento en el interior del nuevo edificio y, de paso, que los remolques se incorporan perfectamente a las vías del carro transbordador.  


Al tener un tamaño tan pequeño son muy útiles en una maqueta de este tipo, porque se necesita menos espacio para hacer las maniobras.  Un motivo más para poder disfrutar de esas maniobras lentas que tanto me gustan.

EL TREN IDEAL

Posiblemente más de un aficionado se echará las manos a la cabeza si digo que el tipo de tren ideal para una maqueta casera es el Ómnibus. ¿Dónde dejamos a los largos expresos, los inmensos trenes completos, las composiciones múltiples o los grandes trenes transeuropeos? Mi respuesta es muy sencilla, déjenlos para otro que disponga de muchísimo espacio o para una asociación. El encierro obligado me ha llevado a visionar muchos vídeos de aficionados que se empeñan en demostrar al mundo que, en la maqueta de su casa de 2x3, caben todas estas composiciones aunque sea en plan pescadilla mordiéndose la cola.

No hay nada más patético que un tren que cuando acaba de salir de una bonita estación ya vuelve a entrar, ¿es que se le ha olvidado la cartera al maquinista? ¿Y qué decir de esos trenes de tres coches con primera, restaurante y camas intentando en vano emular un expreso de once o doce unidades?

Seamos más modestos y realistas, podemos disfrutar con composiciones reales que sin superar los 1,20 metros a escala 1/87 nos pueden trasladar  con la imaginación a nuestros recuerdos. Un pequeño ejemplo.

El Ómnibus 1556 podía verse discurrir por la vía que desde Brive hacia Tulle recorre parte del  Macizo Central francés. Éste, como otros ómnibus españoles de los que he dejado muestra en este blog, es un pequeño tren que tiene la particularidad de transportar en su composición un coche, A3B5myfi OCEM RA, con destino París -Austerlitz (este coche se va a agregar en Brive al expreso 1027 París-Austerlitz - Toulouse) lo que da a la formación un aire diferente ya que los otros coches suelen ser del tipo B6t, de dos ejes, modernizados. Normalmente son dos de este modelo, uno de ellos con departamento de equipajes y correo. La locomotora puede ser una 141TA o una 4-141F del depósito de Perigueux. 

Es una formación pequeña que, si se quiere, se puede completar con un furgón de dos ejes con remaches vistos. Al llegar, supuestamente, a Brive procederemos a disgregar el coche destino París, por lo que deberemos hacer las maniobras pertinentes para dejarlo separado, acompañado de una pequeña locomotora que lo incorporará a su nueva composición. En el descendente la operación será la contraria.

Os dejo con un  pequeño vídeo de otro ómnibus que va a dejar un coche a un transversal Burdeaux- Lyon. Entre Brive y Tulle  Hasta la próxima.

ALGUNOS CAPRICHOS EN EL RAW

En medio de la tormenta Filomena, ¿quién pone ahora los nombres a los fenómenos atmosféricos?, me he dedicado a seguir con la construcción del tercer módulo del RAW. Afortunadamente, antes de que Filomena nos cubriera de nieve, me habían llegado algunos encargos que he podido incorporar como las cerchas de los edificios, los rótulos del RAW y algunas cosillas más.


La letra de los rótulos es una adaptación de la gótica moderna intentando imitar a la que se utilizaba en los años 30. He alargado el tipo para el rótulo con el nombre completo, dejando para el comprimido un tipo un poco más corto. Tras grabar y pintar me han causado muy buena impresión y creo que quedan bastante bien. 


El fondo del cartel presenta una granulometría muy interesante que simula la del hierro colado. Al pintarlo de negro óxido se asemeja mucho a este material. Las letras en color acero resaltan lo suficiente.

Como parece ser que con esto del Brexit los productos ingleses se retrasan, me encuentro a falta de unos desvíos para mi tercer módulo, por lo que he aprovechado para diseñar y montar un carro transbordador que debe ir en el interior del edificio principal. Los carros transbordadores de los años 30 no eran exactamente iguales a los de ahora, por lo que no es posible encontrar en el mercado uno que pueda adaptarse. Esta circunstancia me llevó a diseñarlo a mi criterio, como se puede ver en estas primeras pruebas.

El edificio está previsto para dar servicio de mantenimiento a los automotores de las series 137 que estaban compuestos por dos unidades, una motora y otra remolque, por lo que me puedo permitir este capricho en vez de utilizar grúas de elevación como en el primer módulo. Por otra parte, me reconcilia conmigo mismo sirviéndome como homenaje o recuerdo de la estación de Bastilla y sus carros transbordadores, que siempre me han parecido fantásticos.

El foso cubre, en principio, dos de la tres vías interiores de este taller de mantenimiento. Al desplazarse el carro, la vía 1 queda enfrentada hacia uno de los ventanales del fondo del edificio. No descarto, en un futuro, incluir una salida posterior hacia un nuevo módulo por lo que podría llegar a utilizarse también en esa hipotética vía.


El carro, teóricamente, consta de un motor central que engarza un piñón sobre una cremallera. A cada lado del mismo, tres pares de ruedas macizas facilitan el deslizamiento por medio de unos carriles guía. En cada eje de las vías, coincidiendo con el carril guía inferior, se encuentran unos cojinetes situados a la altura de los pares de ruedas extremos. Su misión es facilitar el desplazamiento equilibrado del carro. Se puede acceder a los mismos por medio de una trampilla. Cuando el módulo esté terminado, el carro se moverá tanto manual como eléctricamente. De momento, estamos en fase de pintura.

Y así, mientras gran parte de España se queda paralizada en medio de la nevada, con los hospitales inaccesibles, las carreteras cortadas, los aeropuertos cerrados y los trenes inhabilitados, ejemplo de mala gestión del transporte, forzosa y afortunadamente, debemos seguirnos entreteniendo atendiendo los dictados de unos gobernantes que nos aconsejan no salir de casa porque, amigos, esto no es Finlandia. En vez de anticiparse y activar las escasas emergencias cagando leches y trabajando a tope, se espera a que caiga toda la nieve del mundo para justificar que no se puede hacer nada. Las notas en matemáticas son solamente un aviso de todo lo que nos diferencia. Si lo llego a saber, me pido un Sherpa para Reyes.

Tres eran tres, las hijas de Elena

Pandemia, Inoperancia y Filomena

Tres eran tres, y ninguna era buena.

UN SEGUNDA DE PRIMERA

Pasaron los Reyes Magos y, tras desinfectar todos los paquetes porque estoy convencido que ni les han hecho la PCR ni nada, me dispuse a comprobar si Melchor, que ya está más para allá que para acá, me había traído lo pedido. En una mañana tranquila en mi circuito, me dispuse a desembalar.

Entre el revoltillo de cajas de REE, LS models, R37 y MW me ha aparecido un coche que no estaba entre los seleccionados, pero que me ha agradado sobremanera. Un segunda clase B10 con marcaje de 1964 de MW.

Aparte de la calidad de reproducción del modelo y de su fina rodadura, me han parecido muy interesantes las opciones para iluminar el coche. La instalación ya viene de fábrica, pero si se desmonta el techo, algo que es muy sencillo, se puede elegir entre encender y apagar las luces de cola, todos o parte de los compartimentos, así como el pasillo y las plataformas, encenderlo todo, apagarlo o elegir la combinación que más nos guste. También da la posibilidad de instalar un decoder para operar con todas estas variaciones sin necesidad de desmontar el techo.

El interior de los departamentos esta realizado con un gran detalle. Aparte de los maleteros y las cortinillas la imitación de los espejos y las fotografías realzan la calidad del modelo. Como ya he dicho, el techo se desmonta con facilidad pero cuando se vuelve a montar queda perfecto. Es curioso, ¿no? Sobre todo cuando se compara con alguno de esos modelos que si los desmontas luego a ver qué queda entero. 

En fin, poder disfrutar de este tipo de modelos viéndolos moverse lentamente es una delicia. Comprendo que  hay otros gustos. ¿Era Hamlet el que decía aquello de "tal vez soñar"? Lo suscribo.

LA ÚLTIMA MIKADO.141-0217.

Comienza el año 2021 vacunando al personal contra el Covid. Mientras espero turno, largo me lo fían, me apresto a tomar mis disposiciones paramédicas, autovacunándome contra el virus del modelismo infame, por medio de una última adquisición en ese Mar de los Sargazos Ferroviario que es el modelismo renfero. Una única, pero estimulante, inyección.

Parece ser que la locomotora 141-0217, construída por Babcock & Wilcox en 1931 fue la primera de la última serie encargada por el Ferrocarril del Oeste con esta disposición de ejes. Acabó sus días en el de Baza a Guadix pero, según cuentan, llegó a tirar del expreso Madrid Granada haciendo doble tracción entre Granada y Baeza. Mentiría si no dijera que es una serie que me resulta muy atractiva. 

Tampoco es una novedad que diga que las locomotoras del tipo Mikado son unos de mis modelos de vapor favoritos. Alemanas, francesas, españolas, con o sin tender, me resultan unas locomotoras agradables de utilizar en mis maquetas porque, sin ser excesivamente grandes, dan ese aspecto de potencia imprescindible en una locomotora de vapor.

Cuando compré el kit de esta 141T me propuse no tener prisa por verla terminada. Con las debidas reservas que me acompañan cuando compro algún kit relacionado con Renfe, me encomendé a las manos de mi amigo Luis Fernando Díaz para que cuando pudiese me la fuera construyendo. Una única condición. Que dispusiese de calentadores. En parte porque esas locomotoras llenas de tuberías rodeando la caldera me dan un cierto regusto a apaño ferroviario, y en parte porque deseaba que mi modelo fuera diferente.

Como es natural en estos casos, refunfuñando, aceptó montármela tras desgranar los mil y un problemas que se generaban, aparte del abuso personal que conllevaba el encargo. "Hay que fabricar piezas, la bomba, las placas de numeración, bueno, bueno". Una mirada de reojo me bastó para saber que le encantaba el asunto. Desde aquel entonces hasta ahora ha pasado de todo en el mundo, pandemia incluida. 

Julio II instaba a Miguel Ángel que acabara la Capilla Sixtina cada vez que entraba a ver las pinturas. No he cometido el mismo error, porque ni Miguel Ángel fue más deprisa ni creo que Fernando lo hiciera. Ha requerido su tiempo, pero ahí están las dos. La Sixtina y la Renfe 141-0217 Ex Oeste. Hay que ser paciente.

Afortunadamente hoy puedo presentar este modelo que ha pasado a formar parte de mi colección de Renfe, ya casi extintas las ganas de seguir adquiriendo modelos de esta Administración, pero alguno, como éste, todavía me mantienen atrapado sin que llegue a decidirme a darla por cerrada definitivamente .


Y aquí está, posiblemente, el que sea uno de mis últimos Fernandines. Un trabajo excelente para construirme esta locomotora con la colaboración del entrañable Gabriel Rentero en el apartado mecánico (bielaje, motorización y digitalización). No deja de ser curioso que fuera la Mikado de Electrotren la que me hiciera entrar en el modelismo de Renfe y salga de él con otra Mikado. Sorpresas te da la vida.

Esta composición del año 1961 debería corresponder al Correo de Alicante-Benalúa a Granada. Es una preciosa reproducción con coches de Miniaturas Lacalle que se ajustan perfectamente a la real. Desafortunadamente, el furgón detrás de la locomotora debería ser uno de los Dv 61.150 con techo a dos aguas, pero no dispongo del mismo a escala por lo que lo he sustituido por otro diferente. Lo he medio ocultado tras el árbol, en la confianza de que no haga desmerecer la composición, en espera de que me presten uno correcto para grabar un vídeo.

Como no podía ser de otra manera mi amigo Fernando siempre acude en mi ayuda en casos de necesidad. Me ha dejado varios de sus furgones para que pueda hacer la formación correcta con todos los coches de latón. Los podéis ver en este vídeo. Correo a Granada

Decir adiós a la Renfe con una Mikado con calentadores es alargar suavemente la despedida. Como aquellas despedidas desde la punta del andén viendo perderse el último coche en el horizonte. Un adiós un poco amargo, un poco triste. El tiempo se queda en suspenso un momento. Se coge aire, das la vuelta y a seguir.