MENOS QUE UNA MAQUETA, MÁS QUE UN DIORAMA (10)

Como me esperaba, entre la pandemia, el Brexit y el retraso de todo que llega de Oriente, me siguen sin llegar los pedidos que me hacían falta para rematar algunos detalles en el RAW. A pesar de todo, ya he acabado la decoración básica del tercer módulo. Me puedo permitir montar los tres a falta de ajustes finales y los detalles que antes mencionaba.


He aprovechado un pequeño espacio entre los edificios de los módulos dos y tres para incluir unos árboles y unas plantas bajas en el poco terreno disponible. La fotografía de una zona boscosa añadida al fondo aumenta la perspectiva de profundidad. Al contemplarlo de frente mantiene la continuidad con las copas de los árboles que sobresalen tras los edificios del modulo 2.


El acceso al RAW queda enmarcado entre el edifico de mantenimiento a la izquierda, y unos árboles altos a la derecha, asegurando la sensación de continuidad con la fotografía del fondo. No he querido utilizar ninguno de los recursos consabidos de túneles o puentes. Prefiero recurrir a la realidad, ya que la idea está sacada de una instalación en una zona con arbolado frondoso y abundante, en la que prolifera el verde incluso entre las vías. He disminuido bastante la cantidad de hierba y plantas bajas en la maqueta para evitar la sensación de saturación que se produciría al observarlas, porque no es igual lo que se aprecia visualmente en la realidad que a escala, y aún así, dependiendo del ángulo de la toma, parecen más que las que realmente están colocadas. 


El tren obrero junto con unos vagones de carga accede desde la vía de entrada del Raw a vía desviada, donde esperará que el Kof II retire los vagones con los repuestos. Acabará, tras varias maniobras, en vía de espera para retornar a la Estación de Steinberg con el fin de jornada de los trabajadores




Tras haber disgregado el tren recién llegado y entremedias de los movimientos interiores del RAW, el pequeño Kof prosigue imperturbable con su actividad zigzagueando hasta la vía del fondo para poder acceder a la nave de motores.


Un tanque de fuel, otro de agua, bidones de aceite y grasa, constituyen un elemental puesto de suministro que he incluido en este tercer módulo. He preferido no recargar el espacio con elementos voluminosos como depósitos de combustible ni grandes estaciones de recarga. Aumentar el espacio libre da una mayor impresión de realidad porque se genera la sensación de una mayor distancia entre los elementos. La relación de tamaños entre edificios y modelos, al mantenerse a la misma escala, hace que los modelos luzcan más.


También los camiones tienen acceso a la plataforma de la nave principal. En este caso, un precioso modelo de la DRG ayuda a crear ambiente. En mi opinión, la inclusión de algunas de estas piezas en las maquetas es lo que las convierte en espacios pseudo-realistas dando mayor veracidad a las escenas. Son complementos imprescindibles, tampoco se necesitan muchos, y ayudan a dar la sensación de realidad necesaria para hacernos creer en lo que estamos viendo.


Con un vistazo a la entrada de la nave principal doy por concluida esta corta visita al Raw Steinberg. En la próxima ocasión espero poder haber recibido el material que me falta y dar ya por terminado el proyecto.

IDAS Y VUELTAS: EL PASO EN CURVA

El radio de las curvas de nuestras instalaciones es, sin duda, una de los mayores problemas con los que tenemos que enfrentarnos al diseñar nuestros circuitos, ya que los radios grandes, que a todos nos gustan, no resultan fáciles de instalar en la mayoría de las maquetas. 


Un radio grande permite ver la composición como en
la realidad. Los coches no sobresalen de la vía.
Por otra parte, las secciones comerciales de vías curvas son todas de radios cortos, lo que tampoco facilita poder reproducir las líneas con una cierta sensación de realidad a no ser que utilicemos vía flexible.

Pero con independencia de estas consideraciones, lo primordial es asumir que el tamaño del radio mínimo que coloquemos en nuestra instalación es el que nos va a determinar con qué modelos y a qué velocidad vamos a poder circular.

Aunque parezca irrelevante hasta la cinemática de los modelos se ve afectada por el tamaño del radio. Un radio pequeño, de 360 mm. solo debe utilizarse para vías industriales, debiendo usar los 400-450 mm. para vías secundarias y a partir de los 600 para vías principales. 

En cada una de estas curvas solo podrán circular unos determinados modelos,  aquellos que su empate lo permita. No sólo por el horroroso efecto de ver sobresalir a los coches de las vías al tomar las curvas, sino porque descarrilarán con una mayor frecuencia, se engancharán los topes y forzarán las cinemáticas.

Tenemos la sensación, cuando construimos nuestras maquetas, que como los vehículos van sobre carriles irán por donde nosotros queramos. Nada más lejos de la realidad. Sin que tengamos que ponernos a analizar las fuerzas que actúan sobre cualquier móvil, es lógico pensar que cuanto menos forcemos su recorrido, más suavemente discurrirá. Por tanto, es el radio de curvatura mínimo el que nos va a definir el tipo de tren que circulará por esa vía. Incluso a qué velocidad lo hará, pero esto lo veremos más adelante en otra entrada.


Aunque las curvas son abiertas, entre curva y 
contracurva existe una zona de transición.
Es frecuente que la falta de espacio nos obligue a realizar "eses" en el trazado de nuestras vías. Deben ser lo más alargadas posible, evitando las contracurvas que suelen facilitar los descarrilamientos. 

En principio no debe irse nunca de una curva a una contracurva de forma directa. Es necesario dejar entre ambas una pequeña curva de transición, o una alineación recta, para impedir los descarrilamientos. 

Esa pequeña separación da tiempo al giro de los bogies y también reduce la mordedura de la rueda en el carril en los coches de ejes de empate largo. Incluso el empate de los bogies tiene su importancia porque, por ejemplo, los Gortliz III, que son bastante largos, difícilmente podrán admitir radios por debajo de 450mm. peraltando la curva de forma muy acertada. Y si encima está oculta... "Houston, tenemos un problema". Seguro.

Si el tamaño de la instalación lo permite, soy partidario de utilizar las curvas policéntricas como en la realidad. Esa sucesión de curvas circulares permite que los trenes entren y salgan con más facilidad y, por lo tanto, disminuyan los descarrilamientos. Utilizando vía flexible se pueden reproducir mejor que acoplando varias curvas circulares, ya que no existen más que cuatro o cinco radios comerciales que no siempre serán suficientes para un desarrollo correcto.

Los radios de curvatura comerciales, en mi opinión, deben quedar ocultos a la vista excepto en algún tramo de vías industriales. La vía estrecha, aunque permite utilizar radios menores, también debe tener la perspectiva adecuada para que las curvas no resulten excesivamente cerradas. La escala es la misma para todos los anchos de vía, no hay que olvidarlo.


Los radios de curvatura corresponden a los de los desvíos que se han utilizado.
Son de alrededor de 1000 mm y, sin embargo, el efecto visual que produce la 
composición no es exactamente el natural.

Para paliar los problemas estéticos que origina el utilizar curvas de radios comerciales la mejor solución es, aparte de ocultarlas lo más posible, elegir coches y vagones cortos. Cuanto más cerrado sea el radio, menos empate deberá tener el modelo. Las mejores épocas serían entre la I y la III. En mi opinión, en el caso español, los cinco miles son el límite máximo que puede utilizarse con estos radios. 

Los coches de 26 metros, al pasarlos a escala 1/87, difícilmente entran en una curva comercial sin sobresalir de la misma. Es algo absolutamente irreal y que arruina cualquier concepto estético. Las composiciones se deforman en exceso al pasar por los desvíos. De estos, solamente se salvan los muy largos, que no suelen ser frecuentes en  las maquetas por la cantidad de espacio que ocupan, pero que serían los que corresponderían colocar en una línea principal. Pero no nos centremos exclusivamente con los coches largos, porque es algo que sucede en todos aquellos tamaños que no sean los de dos ejes muy antiguos. Hay que huir, en la medida de lo posible, de ese desplazamiento lateral sea cual sea el tamaño del coche, vagón o locomotora, adecuando los empates máximos de los coches a los radios de curvatura de la línea. Salvando las distancias, esto es lo normal en la realidad.


Observar la deformación que se produce en la composición simplemente pasando por un desvío de radio 914 mm.

Respecto a los trenes de alta velocidad, debo decir que intentar hacerlos circular por una maqueta casera es complicado. No sólo porque nunca podrían hacerlo a su velocidad a escala, sino porque el trazado de una vía de alta velocidad es imposible reproducirlo a escala H0. Si los radios de curvatura de una vía convencional no son asimilables, resulta inimaginable adaptar los de alta velocidad a una maqueta. Comprendo que guste coleccionarlos, pero la única explotación posible sería la de reproducir una zona de paso en línea que debería disponer de unos cuantos metros, o bien una recreación de mantenimiento, talleres, etc. En este caso,  también algo lineal y con movimientos a baja velocidad.


La misma composición de la foto 4 cuando ha pasado la zona de desvíos y se abre la curva.

La solución a todos estas cuestiones no pasa por esconder las curvas a base de colocar túneles por todas las esquinas. No todas las maquetas deben ser una colección de montañas que rodean la escena principal. La solución, en modelismo, consiste en escoger el tipo de instalación que vamos a querer desarrollar, siempre adecuada al espacio disponible y a los modelos que podamos adquirir para su explotación.


La doble vía queda cortada entre el cocherón y el puesto de agujas
Hay que valorar  las distintas posibilidades de ocultar una curva a la vista sin necesidad de recurrir a un túnel. Por ejemplo, haciendo que en esa zona del trazado los edificios tapen en parte la curva o colocando algún elemento como un puente, un grupo de árboles, que impidan una visión total de la longitud de la misma.

En mi caso, aunque el trazado es el desarrollo de una "ese" muy alargada, he creído conveniente romper la continuidad de la línea con dos edificios, que no solamente sirven para desdibujar la segunda curva más cerrada (radio 1000) sino para crear la sensación de cambio de ambiente. 

Así, en la entrada se puede observar un paisaje más campestre y, tras la segunda curva, comienza la playa de vías de entrada a la estación dando la impresión de que hemos recorrido una distancia mayor de la que existe en la realidad.

Bajo mi punto de vista, y el de algunos otros modelistas, el arte del modelismo consiste en hacernos creer que lo que vemos corresponde a la realidad aunque no sea así. Nada es real, pero todo es cierto. La creación de un espacio auténtico sin tener que rellenarlo masivamente con casas, circos, ferias, bomberos, playas o cualquier otro elemento que no contribuya a la veracidad. No debe incluirse ningún elemento  del que no se justifique su necesidad como consecuencia de ser imprescindible en el contexto de la escena y sin el cual no se entendería el conjunto.

La otra opción, consistente en utilizar estas vías comerciales de acuerdo a un manual de circuitos o al libre albedrío, diseñando el trazado a gusto personal, rellenando el espacio libre con las estaciones, edificios y el paisaje que le parezca bien y moviéndolos como le apetezca, es también perfectamente correcta. La diferencia es que la primera opción es modelismo ferroviario, la segunda no. Pero cada aficionado juega como quiere. Y así debe seguir siendo porque, como con cualquier otro concepto, difundir  no consiste en imponer unos criterios, sino en aconsejar. 

AQUEL PROYECTO DEL 2019

A finales de 2019, pensando en ampliar las posibilidades de mi explotación de Renfe, proyecté construir una adaptación de la estación de Peñaranda de Bracamonte. Aún en fase de información, un buen número de viajes y otros asuntos me desviaron la atención de aquel proyecto. Después vino la pandemia, el encierro y nuevas ocurrencias ocuparon el lugar de la estación de Peñaranda. Sin embargo, algo que sigo teniendo en mente es la composición de los trenes ganaderos de la transhumancia que, siendo sencilla, es muy vistosa y da para formar un par de composiciones interesantes por temporada al año.

Por Peñaranda pasaban alrededor de 8000 ovejas provenientes de Cáceres que llegaban en el mes de junio y se volvían en noviembre. Eran composiciones de nueve vagones, de los que siete eran de ganado, entre 1100 y 1200 cabezas hasta 2000 en función de la capacidad de los vagones. 

Con independencia de este tipo de trenes dedicado a la transhumancia todos los domingos se cargaban y descargaban en sus muelles alrededor de 90 ó 100 vagones de ganado para consumo en el mercado. Por lo tanto, también estos otros trenes tenían cabida en el proyecto original.

Mientras repaso la carpeta de asuntos pendientes he formado una composición de tren de ganado aprovechando unos magníficos vagones de Electrotren que reproducen los TRANSFESA. Modelos de los años 70 de gran calidad para su época. El interior de la cabina para el pastor o acompañante, como decía la publicidad la empresa, está reproducido con gran exactitud, hasta tiene la toalla en el lavabo. 


El resto de los vagones de ganado son de Ktrain. Los de garita son el resultado de un corta y pega, realizado con nocturnidad y alevosía, de extrema crueldad. Un furgón para los apeos y un coche de tercera clase acaban de conformar este trenecillo de longitud accesible para mi maqueta.

Es una lástima que estos vagones de Electrotren estén excesivamente pasados de tamaño en altura. Ni patinándolos resulta estético utilizarlos en las composiciones. Unas piezas más del cajón de vagones gordos, deformes y falsos con los que nos la han dado con queso, en alguna ocasión, todos los fabricantes. ¿Será la escala 1/87 XXL?

IDAS Y VUELTAS: LAS CARGAS MÁXIMAS

En la explotación de las maquetas nos olvidamos con una cierta frecuencia de que los trenes van y vuelven. Y no siempre van como vuelven, porque los trayectos de ida y vuelta, al ser de punto a punto, tienen el recorrido invertido. Cuando un tren va desde un punto A a otro B, lo hace recorriendo no solo una distancia sino también un perfil. El punto A estará en una cota y el punto B en otra diferente por lo que se producirán subidas y bajadas, rampas y pendientes, que no tendrán los mismos gradientes en un sentido que en el otro. Las cargas máximas que se podrán transportar se tendrán que adaptar a ese perfil de línea, pudiendo darse la circunstancia de que el tren ascendente tenga distinta composición que el tren descendente. 

Esta particularidad nos puede permitir formar composiciones ligeramente distintas para un mismo tren, bien sea por el número de coches y vagones o por las dobles, e incluso triples tracciones que podrían llegar  a realizarse. En el caso de los trenes de mercancías, por ejemplo, con vagón cargado podrán llevar un determinado número de ejes y, de vuelta con vagón vacío, el número aumentará considerablemente. Todos hemos visto pasar ese tipo de composiciones.

Cuando algunos aficionados se quejan de la falta de capacidad de tracción de las locomotoras en sus maquetas, suelen estar en el caso de haber superado las cargas máximas que admiten, bien sea en llano o en rampa. Puede que las rampas sean excesivas o puede que el número de coches o vagones también lo sea, incluso ambas cosas simultáneamente. En cualquiera de esos casos habrá que recurrir a rebajar las cargas o dar doble tracción, aunque lo ideal, pero no probable, sería disminuir los gradientes para forzar menos los motores de las locomotoras, aunque se utilice la doble tracción.

La doble tracción, en analógico, es conveniente hacerla con locomotoras del mismo modelo. Aunque exista una pequeña diferencia de potencia en los motores prácticamente no se notará. Se engancha una tras otra, sin más. En digital, las locomotoras se pueden llevar por separado o con la misma dirección para ambas. Yo las llevo separadas, cada una con un mando, resulta muy divertido, por ejemplo, mantener tope con tope los ABJ durante su recorrido sin que vayan enganchados. Algo parecido a lo que ocurría en la realidad cuando iban dos juntos y enganchados, pero para mantener la velocidad del conjunto sus conductores se comunicaban por medio de pitidos. Por el mismo sistema se puede dar la doble por cola empujando. No hay que ponerse nervioso manejando los dos reguladores. Merece la pena probar.

También deberemos disponer de vagones vacíos en nuestras maquetas, puesto que tendremos que formar trenes sin carga. Estos vagones quedan relegados a los abiertos y plataformas en todas sus versiones, puesto que los cerrados no contienen carga alguna en la mayoría de los casos. Se debe intentar, en la mayor medida posible, que las cargas se puedan quitar con el fin de no necesitar duplicar el número de vagones. Los trenes formados por coches de viajeros tendrán que disminuir el número de los mismos en función del gradiente, sin que exista otra alternativa más que doblar la tracción.

Puede ser que nuestra maqueta no tenga grandes rampas, ni requiera de dobles tracciones, pero tendremos que figurar que existen, aunque no se vean, porque las composiciones de trenes deben ser acordes a esas cargas máximas, de la misma manera que los trenes con vagones vacíos deben circular por ella.

Evidentemente, una maqueta ferroviaria nunca será una transposición de una línea real por mucho que nos esforcemos. Aunque su explotación tampoco lo sea, podemos figurar modos o formas de asemejarla a situaciones reales sencillas, como es esta, de adaptar nuestras composiciones a las cargas máximas admisibles en la  línea. Algo que además de ser correcto, anima el juego.

IDAS Y VUELTAS

Con este título genérico me propongo ir publicando algunas consideraciones sobre el mundo de las maquetas. Artículos de carácter divulgativo con el fin de animar a los aficionados que se incorporen a este mundillo del modelismo ferroviario a concebir, diseñar y construir sus maquetas de forma que, sin perder la capacidad de entretener y ver pasar trenes, puedan realizar el juego con unas condiciones más parecidas a la realidad.

A pesar de que el espacio es uno de nuestros mayores condicionantes, se puede desarrollar una maqueta que tenga un sistema de funcionamiento similar a la realidad en una superficie reducida. Todas las maquetas están construidas sobre superficies reducidas. De lo que se trata es de hacerlo lo mejor posible, sin faltar al respeto a nadie. Se debe entender que no todos los aficionados disponen de las mismas posibilidades en todos los órdenes: espacio, colección, técnica, habilidad, conocimientos, etc, sin que eso los convierta en herejes ferromodelistas condenando sus maquetas a la hoguera. 

Antes de acabar con ellos, es preferible comenzar analizando algunas circunstancias que pueden tenerse en cuenta a la hora de planificar una maqueta, para que puedan interesarse en mejorar la suya, su explotación y su colección de modelos. Lo mismo que hemos ido haciendo todos los que nos hemos dedicado a este hobby, ya que ninguno de nosotros ha recibido, por inspiración divina, el cúmulo de conocimientos necesarios para ser Doctor y Guía espiritual, Defensor del modelismo y Adalid de las escalas. Aunque haya quien lo crea.

La divulgación de conceptos ferroviarios, el ambiente, los modelos posibles, son algunas de los artículos que iré desarrollando, con continuidad, pero sin fecha fija.

Espero poder así, responder más adecuadamente a algunos de los que me pedís estas informaciones. El próximo domingo comienzo con las cargas máximas con la confianza de que sea útil.