ÓMNIBUS AÑOS 70: ZARAGOZA EL PORTILLO-TERUEL

El abandono de Teruel, ampliamente difundido y más rápida y ampliamente olvidado, no forma parte de mi vuelta a España en Ómnibus. Es cierto que no resulta tan fácil encontrar documentación gráfica que me pueda interesar como de otros puntos de la península, pero existe. Como Teruel, existe.


Un modesto ómnibus formado por dos coches 5000 y una de las 321 relegadas tristemente a servicios secundarios. Todo el material es de Electrotren, aunque uno de los segundas es una transformación de TULATON.


Con el Ómnibus de Teruel he llegado al final de esta vuelta a España. Un modesto Ómnibus de dos coches que refleja, de forma exacta, el abandono. Abandono real y abandono de los modelos. Nada más auténtico para ese Teruel aparentemente inexistente que una composición también inexistente por parte  de Electrotren, en la que se recoge la belleza de lo que fue, y lo que pudo haber sido, aquella serie 5000 en escala H0, para mi gusto los mejores modelos de la marca. Serie que incomprensiblemente ni prosperó, ni se cuidó, hasta quedarse inexorablemente abandonada, incompleta, anticuada y, para mayor vergüenza, repintados los modelos de mil maneras porque se siguen vendiendo.

Solo era necesario fabricar unas cajas diferentes para tener, como mínimo, los coches imprescindibles de la serie más típicamente de Renfe de todas las existentes. Por favor, ahórrense las historias de los costes. Como siempre en España, la culpa la tuvo otro, o la tuvieron los demás, pero como nunca la reconoció ninguno, seguimos sin ellos. Perfecto.

EL CLIENTE SIEMPRE TIENE LA RAZÓN

Viene a cuento esta frase por el comentario bienintencionado de uno de mis seguidores, en el que me indica que las tomas de las fotografías son excesivamente repetitivas y que si podría presentar otras tomas diferentes, más variadas o a nivel de la vía. 


Si me pongo a observar las últimas entradas, debo darle la razón. Es cierto que el espacio disponible para poder sacar composiciones enteras en mi maqueta es muy limitado. Aunque es bastante larga, no es ancha. La puedo dividir en tres zonas diferenciadas la entrada desde los túneles, la zona central en donde se encuentra el cocherón y la estación término.



El mejor espacio para tirar fotografías de composiciones es la zona de entrada, por eso la mayoría de las fotografías corresponden a esa zona. 

La zona del cocherón que, desde el punto de vista estético para quien contempla la maqueta "in situ" es acertada, resulta complicada para sacar fotografías que requieran un encuadre diferente a casi un primer plano. De todas formas, alguna he hecho en este tramo

La zona de la estación me queda muy limitada para las fotografías, puesto que gran parte está físicamente sobre una zona de la maqueta alemana y resulta imposible subirse a ella buscando ángulos diferentes. Ya me gustaría a mí poder hacerlo.

Respecto a tirar fotos a nivel de la vía quiero indicar que algunas he hecho. Para tirar fotografías a nivel de la vía en escala H0 el eje el objetivo debe estar a una altura próxima los 2 cm. No siempre se pueden obtener fotografías que merezcan la pena con estas condiciones. 

Hay que pensar que el ojo humano no se comporta como una cámara de fotos y por tanto las perspectivas, aproximaciones, enfoques no corresponden fotográficamente con la percepción visual. A veces, algunas veces, salen fotografías que merecen la pena. Otras no. 


La conclusión es que esto es lo que hay. Dentro de esta escasez intento sacar, lo mejor que sé y puedo, unas fotografías para entretenerme y entretener a los que quieran seguirme. Posiblemente, como todo en la vida, esto ya no da más de sí y hay que pensar en otras cosas. Ya lo vengo pensando desde hace tiempo, porque el peor pecado es aburrir y a mí me resulta un poco cansino el buscar nuevas ideas, con la dificultad añadida de que, al ser una maqueta de renfe de época III y IV, no me resulta fácil disponer del material que me gustaría, ya que no se fabrica.

Estimado amigo y amables seguidores, actualmente es mi intención alargar este blog hasta el mes de Septiembre próximo. Después ya veré. Espero que disculpen los defectos y reiteraciones que en este tiempo puedan producirse, pero no les quepa duda de que agradezco sus opiniones y que me indiquen mis fallos. Siempre hay que aprender. 

NO ME ESPERÉIS A CENAR

Cuando tiré esta fotografía, inmediatamente me vino el título. Por una parte, al ver la composición con esa sensación de material anticuado, recordé las imágenes de los años 60 del siglo pasado en alguna de aquellas líneas secundarias en las que, a veces, se sabía cuando salías e incluso podías acertar la hora. Volví a recordar las llamadas a casa, cuando la inexistencia de teléfonos móviles nos obligaba a establecer comunicación por medio de las centralitas, -"Pase a la cabina, que ya le pongo"- para dar señal de seguir bien mientras recorría, en mi incombustible afán viajero, la geografía de España. No me esperéis a cenar, decía, tras ver el tren en la vía, al comprender que, irremediablemente, llegaría con retraso.


He vuelto a repetir la frase muchas veces por distintos motivos. En algunas ocasiones porque, como ahora, he formado una composición que me gusta y me quedo a observarla un rato. Me llaman para que suba a cenar poniéndome mensajes por el telefonillo. Los ignoro. El tiempo, que corre más deprisa cuando nos vamos haciendo mayores, es un ente que debe frenarse de vez en cuando para disfrutar lentamente de las cosas que importan. Las que verdaderamente me dan sentido y felicidad en la vida. Como mis trenes.

ÓMNIBUS AÑOS 70: MEDINA DEL CAMPO-VILAR FORMOSO

Uno de esos ejemplos de lo que se puede hacer con lo poco auténtico de nuestros modelos a escala, es este ómnibus de Medina del Campo a Vilar Formoso. Una de nuestras vías internacionales, fruto de la prolongación del Ferrocarril de Medina a Salamanca por parte del Ferrocarril de Salamanca a la frontera Portuguesa. Unos 200 Kms. de vía hoy, todavía, parcialmente electrificada. Mucho menos en los años de la década de 1970.


La formación que va encabezada por una locomotora 321, seguida de un Dv 340000, un vagón J-300000 verde de apoyo de paquetería, la estafeta clásica DGDC 2000, dos BB1-5000 y, desde uno hasta tres J-600000, viene a ser la pauta de todas las posibilidades que, con pequeñas composiciones, pueden darse en una maqueta con poco espacio disponible.


Cuestión aparte es que, desde el punto de vista del aficionado medianamente exigente, nos encontremos con una serie de circunstancias que devalúan estas formaciones. Las más visibles que me he encontrado son: 
La locomotora 321 de Electrotren con pequeñas diferencias de altura respecto a la correspondiente a escala H0, el furgón Dv 340000 de Ktrain con un bastidor claramente anticuado, el vagón cerrado J-300000 verde, también de Electrotren, el DGDC 2000 y los dos BB1-5000, que son lo mejor, pertenecen a las series del siglo pasado de la antigua Electrotren, los J-600000 de Mabar, si es que ha habido suerte, no van frenados y ruedan correctamente, son el ejemplo cuasi perfecto de todas las posibilidades de las que podemos gozar con nuestros productos nacionales.

No me extraña que haya quien monte las composiciones en la encimera de la cocina de su casa. Si tenemos en cuenta la calidad del material, posiblemente, es suficiente.

RÁPIDO 801 BARCELONA-MADRID. 1971

En la lucha sentimental entre los trenes cortos y largos, nos encontramos en la tesitura emocional de si montar un Expreso o un Directo, a pesar de que casi no entre en nuestra maqueta, o remitirnos a la escasa presencia de un modesto ómnibus. El corazón nos pide montar ese tren íntimamente deseado con varios coches cama, restaurante, primeras, segundas y furgones, más próximo a los doce coches que a la dura realidad de una estación de metro ochenta, más habitual en muchos casos.


Embargados por la emoción de los trenes largos nos empeñamos en querer reproducir toda clase de composiciones con nombre propio, Surexpress, Costa Brava, Rías Bajas, etc, inconscientes de la imposibilidad material de disfrutarlos en su conjunto y plenitud en nuestras maquetas de 3x2 metros cuadrados, o aprovechando el recurso asociacionista transportándolos en maletas a un local de A.A.F.F. Vano y frustrante esfuerzo imaginativo, pues en ninguno de ambos casos se dan las circunstancias necesarias para un disfrute ajustado a nuestros deseos.



En ocasiones parece como si los programadores de nuestras líneas férreas se apiadaran de nosotros y nos ofrecieran composiciones más acordes a las dimensiones hogareñas de nuestra afición. 

Este es el caso del Rápido 801/802 que, diariamente, hacía el recorrido Barcelona-Madrid y su inverso

La composición genérica que partía de Barcelona, el 801, la constituían un furgón tipo 8000 (con calderín en invierno) tres coches de 2ª clase BB-8500 y un coche mixto 1ª/2ª clase AAB-8000. 

El 802, que salía de Madrid a las 8:35 incluía un coche restaurante RRR-8000. Durante años el coche de 1ª clase fue un AA-5000, hasta que acabó siendo desplazado por el 8000 correspondiente.

Una locomotora 4000 que funcione correctamente sería la apropiada para estos trenes.

ÓMNIBUS AÑOS 70: MADRID-SALAMANCA

De la antigua estación del Norte, después Príncipe Pío y ahora no sé qué, salían a mediados de los años setenta un par de ómnibus con destino a Salamanca. No existía duplicidad de servicio pues uno de ellos era un Correo/Ómnibus y el otro un Semidirecto/Ómnibus de 1ª y 2ª Clase, más rápido, puesto que tenía menos paradas. Las composiciones lógicamente diferían en el furgón de correos y alguna cosa más.


El Correo/Ómnibus quedaba constituido por una locomotora 333, un DD-5000 furgón de equipajes, un furgón estafeta de la DGCT (Dirección General de Correos y Telégrafos) en vez de la DGDC, un coche de viajeros mixto AAB-5000 y cuatro BB-5000.


El Semidirecto/Ómnibus de 1ª y 2ª Clase lo formaban una locomotora de la serie 333 y un furgón de equipajes DD-5000 igual que en el caso anterior. La estafeta quedaba sustituida por un BBD-5000 y se reducían a tres los coches BB-5000. El menor tonelaje arrastrado, así como el inferior número de paradas, reducían el tiempo de viaje.

Para estas composiciones se deben utilizar los coches BB-5000 de ocho ventanillas y el mixto AAB-5000 de TULATON con el fin de dar una imagen correcta de las mismas. En su defecto podrían utilizarse los BB1-5000 y el AAB-5000 de Electrotren. Evidentemente el coche BBD-5000 no puede ser más que el de TULATON. Para el DD-5000 vale el de Mabar de equipajes sin franja amarilla.
La 333 de Roco, en versión digital, o aquella analógica de Electrotren, para los nostálgicos, son obligadas.

CORRIGIENDO LA HUELLA ECOLÓGICA

Nada más acorde con el proceso ecologista, en el que nuestra sociedad se sumerge, que eliminar el plástico, sustituyéndolo por el latón, con el fin de minimizar nuestra huella ecológica en el uso y abuso de nuestro hobby. Esta minoración de impacto ecológico, presenta la ventaja de poder disfrutar de modelos de gran calidad, lo que nos permite serenar el espíritu, contemplando objetos estéticamente "cuasi" perfectos. Ese "cuasi" es porque hay que entender, no parece tarea fácil, que no se pueden mantener todos y cada uno de los detalles de un modelo real cuando lo pasamos a una escala que, como la H0, disminuye en 87 veces su tamaño. 


Para tranquilidad de todos los aficionados es conveniente aclarar que en H0, ni en cualesquiera otra escala, se pueden respetar todos esos detalles incluyéndolos en un modelo. Lo importante de este asunto es que ese modelo a escala nos dé la imagen aparente, y lo más detallada posible, de su homólogo real. Basta con observar la diferencia del ancho de llanta y altura de pestaña de cualquier vagón a escala con su homónimo real, para darse cuenta de que es imposible aplicar con rigurosidad la reducción correspondiente. 


Precisamente por eso, el ingenio del artista que, técnica y habilidosamente, realiza estos modelos tiene su truco como todo elemento mágico o religioso. Que no es otro, más que el saber escoger cuales son los detalles que debe descartar en la reproducción y cuales no. Esa es la sensibilidad que hace que un modelo llegue a ser una obra de arte y otro no, consiguiendo esa relación extraña entre artista y observador que es la emoción. Esta sensación es altamente perceptible con los modelos en latón y menos en los de plástico.


Escogemos nuestros modelos emocionalmente, como corresponde a una pasión que es, en el fondo, eso que llamamos afición. Podemos buscarle los tres pies al gato todo lo que queramos pero, en realidad, por encima de la milimétrica cuantificación reproductiva de algunos aficionados, lo que vale es la impresión óptica y táctil que nos producen nuestros modelos cuando los vemos y tocamos.


Animemos pues, a nuestros artesanos a producir modelos en latón en mayor cantidad, bien sea en kit, semi-kit o terminado, para mayor disfrute y satisfacción nuestra, generando así mayor corrección medioambiental para los ecologistas. Pero animémoslos a hacerlo bien. Diseñen de forma correcta y acertada, de modo que podamos montar sus modelos con facilidad. Animemos también, a que abran las puertas de sus talleres a aquellos modelistas, místicamente recogidos, que guardan sus misterios en el arcano de su casa y solo surten a sus amistades. Desaparezca el plástico y vuelva el latón a nuestras vías, electrificadas afortunadamente, para que se pueda seguir jugando con trenes de baja huella ecológica de Algeciras a Estambul y, hasta en Suecia, sea posible que los niños dejen de encadenarse a las farolas, para sustituir sus anhelos infantiles de respirar aire puro por el juego de los ferrocarriles ecológicos en miniatura.


Mientras esperamos que eso llegue a ocurrir, el proceso del deshielo terrestre seguirá su curso milenario (nadie tiene en cuenta la geotermia terrestre, posiblemente porque ni da dinero, ni se presta a tonterías de medios) y nosotros seguiremos alternando los modelos de latón con los, ya obsoletos, de plástico.  Por cierto los de plástico estarán a precios exageradamente altos. Prohibir es un negocio.


Posiblemente, Papá Noel, hombre ecologista del Norte,  debería haber regalado más trenes, de madera, por Navidades. Un regalo ecológico, relajante, pacificador. Algo que parece haber asumido Mabar con la propuesta de un furgón "en madera". Arriesgada proposición por la huella ecológica resultante. Me preocupa, sinceramente, que el alto nivel de consumo habitual en la afición española pueda poner en peligro los bosques brasileños.


Pero volviendo a Suecia, entre Greta y Greta, me quedo con la Garbo. Además, fumaba. Sin comparación.

ÓMNIBUS AÑOS 70: MADRID ATOCHA-TOLEDO (Vía Algodor)

La única vez que he ido a Toledo en tren fue por los años 50 del siglo pasado. Me había puesto pesado con que quería coger uno de aquellos trenes de madera y mi padre, un sábado, me dio el capricho, o la satisfacción, y allí nos fuimos. Asientos de madera incomodísimos, pasamos en el balconcillo la mayor parte del recorrido. Recuerdo la risa de mi padre diciéndome, "y ahora hay que volver". Tremendo.

Aunque nunca volví a hacer ese recorrido, me imagino que la unión por vía férrea entre Madrid y Toledo en los años setenta distaba mucho de ser cómoda y rápida, como puede comprobarse en las hojas de servicios de esas fechas. Nada parecido al moderno AVANT que une ahora ambas capitales en unos 30 minutos.


Según parece, una locomotora 321, un furgón y unos cuantos coches 7000, eran suficientes para dar servicio a aquellos arriesgados pasajeros que aceptaban someterse, durante casi dos horas, a un ejercicio corporal propio de una coctelera a lo largo de aquellos primigenios noventa y un kilómetros que se hacían eternos.
En cambio para los modelistas, a pesar de que ninguno de los modelos esté perfectamente reproducido, es una verdadera delicia montar un trenecillo como éste. Una 321 de Electrotren, un Dv-340 y cuatro 7000 de Ktrain, es lo único que se necesita para ajustar esta composición a la realidad. 


Con unos modelos con un poquito más de calidad de reproducción podríamos ser más felices, pero hasta el momento es lo que hay. Posiblemente la calidad mejore, aunque lo dudo, en un futuro próximo. Podremos, como en la realidad, sustituir estas composiciones por los nuevos automotores y reducir el tiempo de viaje a una hora y media por el trazado mejorado de 77 kilómetros.

COMPOSICIONES SIN MÁS

A veces es necesario montar composiciones que nos agradan a la vista. Pueden ser reales o no, lo importante es que nos recuerden a algo ya visto, o recordado, y nos hagan felices viéndolas correr por nuestras maquetas. Son composiciones sin más, no se trata de rebuscar entre fotografías, ni acudir a los libros de los cazadores, son simples composiciones que quizás pudieran ser ciertas. 


Expresos, Mixtos, Mercantes, Ómnibus, Directos, cualquier tren cabe en estas composiciones. ¿qué más da si nunca existieron? A lo mejor a alguien les recuerdan alguno de los trenes que vieron de niños o que tomaron para ir de tal a cual sitio. A lo mejor no, la edad impone sus limitaciones y aquellos recuerdos solamente están en esa parcela de memoria que ya solamente poseemos los viejos.
  

¿Dónde estará aquel discrecional que un día estuve esperando en una estación perdida? ¿Quién se ha subido a un tercera de madera entre aquellos hatillos de tela y cajas de pollos? Podría ser el de la siguiente fotografía y, seguramente, casi nadie de los que ahora puedan leerme lo habrá visto.


Trenes con coches de madera, metalizados y metálicos en una mezcla de clases, colores, olores e incluso sabores. Los vendedores en los andenes voceaban: "Tortas de Álcazar"; "Membrillo de Puente Genil"; "Mantecadas de Astorga". Supermercados errantes en donde encontrabas miel de la Alcarria o higos chumbos de Almería asomándote por la ventanilla.


Un mundo diferente, sin huella ecológica, sin tecnificación, sin móviles, donde las naranjas sabían a naranjas y los tomates a tomates. Un mundo más simple, más pobre. Irrecuperable, por mucho que se empeñen.