LA PRIMERA DIESEL DRG

A raíz de la construcción de mi maqueta del Raw de Steinberg, con el consiguiente traspaso de automotores diesel de mi maqueta alemana, he optado por evitar en la medida de lo posible toda injerencia de elementos de cualquier otro tipo de tracción en la misma. Me parece importante mantener esa sensación de modernidad que representaban tanto los SVT como los edificios racionalistas. En esa época, la década de los años treinta del pasado siglo, la tracción de vapor era la más habitual, más todavía en locomotoras de maniobras en depósitos y estaciones.

Esa situación me planteaba el problema de no poder disponer de tractores, más allá de los pequeños Kof, ya que las posibles o futuras locomotoras diesel estaban en fase de diseño y pruebas tanto de motores como de transmisiones. La única solución disponible era recurrir a las pequeñas locomotoras de las series 89 ó 98 cosa que no me hacía excesivamente feliz.

Tras darle varias vueltas al asunto, pensando en qué locomotora podría colocar para las composiciones de materiales y repuestos que debían acceder al RAW, decidí reutilizar la primera locomotora diesel que se fabricó en Alemania. Una locomotora algo excéntrica para una de mis ideas excéntricas.

La V3201 fue una extraña locomotora que, con un motor de submarino, una transmisión por bielas y con la disposición de ejes de una BR78 se convirtió en el primer modelo diesel del Reichsbahn. Adjudicado inicialmente a la Dirección de Stuttgart como V3201 en 1929, tomo su matrícula definitiva en 1930 como V120 001.


Resumiendo brevemente para quienes desconozcan de su existencia, el motor diesel transmitía su potencia a un compresor. El aire comprimido generado por medio de un  complejo sistema que accionaba los dos cilindros no dió el resultado previsto y no se siguió desarrollando el modelo. Los dos enormes radiadores situados en los testeros eran una de sus señas de identidad más características, así como la doble cabina.


Esta locomotora pasó a la historia y jamás estuvo en ningún RAW ni nada que se le parezca que yo sepa.  Su sucesora la V140 001, con una transmisión hidráulica también fue un modelo experimental. Es a mediados de la IIWW cuando por necesidades estratégicas, evitar los rastros de humo, aparecen las locomotoras diesel de guerra para uso militar. 


La WR360 es posiblemente la más conocida de todas ellas, puesto que permaneció en uso durante muchos años al finalizar la guerra y no solo en las dos Alemanias. En consecuencia, tampoco podía disponer de este tipo de locomotora en mi RAW si, como pretendo, intento mantenerlo en la década de los años treinta. 


Pero esta es la grandeza de las maquetas que como la mía, sin reproducir exactamente un lugar concreto, si tienen un ambiente parecido a algo ya visto. Eso que Alexis Avril denomina "réaginaire": el realismo imaginario. Algo imposible de calificar pero inmerso en la filosofía de la credibilidad visual de las maquetas.
En ese sentido me puedo permitir colocar, dentro de un cierto orden, lo que quiera. Este es el caso. En lugar de dejar en una vitrina a mi V3201 la recoloco como apoyo al RAW para que entre y salga con las composiciones que me apetezcan. Puede que no sea ortodoxo, pero sí práctico y divertido. 


Me he permitido darle una ligera pátina. En las fotografías se nota más marcada que en la realidad. Es el problema de las luces al iluminar las maquetas. A veces, al trabajar con luz artificial no se aprecia con exactitud el tono que va quedando cuando se patina. Conviene poder comprobar el resultado con luz natural porque surgen algunas sorpresas de intensidad que no habíamos percibido. 

OTRO CALDERÍN, PERO NO COMO LOS OTROS.

La del alba sería cuando Lele y yo, tras mantener uno de nuestros conciliábulos nocturnos sobre como está el patio de las reproducciones de modelos españoles en H0, decidimos obviar hasta donde sea posible la adquisición de modelos de casas comerciales y dejar en manos de unas pocas personas de confianza el suministro de piezas que nos mereciesen la pena.

Poco, pero bueno, es lo que a ciertas edades es más conveniente cuando ya se es absolutamente consciente de la inviabilidad de abarcar el infinito. En ese orden de cosas es preferible aprovechar las posibilidades que brindan algunos hábiles artesanos. Una de ellas este coche de tercera clase reconvertido en calderín obra de mi amigo Fernando Díaz.

Parece ser que la extinta Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, entre 1933 y 1941, ya reconvirtió una serie de coches de tercera clase, los CCFHV 124, 131, 172, 178, 181, 192, 203 y 209 en furgones calderines: DDCFHV 1-8, sin complicarse en extremo con las modificaciones pertinentes. Constituyeron posteriormente la serie DDT 601-608 para trenes con  tracción eléctrica y todos iban dotados de bogies Pennsylvania. En el inventario de 1941 figuran 5 furgones DDCFHV 1-5. En el de 1947 ya aparecen registrados los 8 furgones como DDT y se mantienen en el de 1970. Fueron dados de baja a mediados de los años setenta. 

Espero que las fotografías recojan la calidad del trabajo que es mucho mayor de lo que aparentemente se ve en ellas. Que uno de estos coches quede perfecto no es tan sencillo. Hay muchos detalles que escapan a una visión apresurada, como por ejemplo, los detalles de los bajos con la parrilla del cenicero del calderín o  que las ventanillas no tienen las dimensiones exactamente iguales, obligando así a que cada cerramiento deba hacerse de forma individual para su encaje. Con independencia del trabajo añadido para el pertinente desmontaje. Algo que siempre fue relativamente sencillo, pero que actualmente se dificulta en gran medida gracias a esas técnicas asiáticas que abaratan los costes de producción.



Es justo y necesario indicar que la documentación sobre los furgones, la fotografía del modelo real y el croquis provienen de esa muy extensa colección que posee Fernando, persona que sabe mucho más de lo que dice, que guarda más de lo que deja ver y que me ha enseñado mucho de lo que sé sobre la RENFE.

Un modelo interesante, un nuevo "Fernadín" que añadir a mis composiciones. Una gozada. 

LAS ÚLTIMAS 1900 AMERICANAS

Corría el mes de marzo de 1996, cuando en la revista Carril se publicó un extenso artículo sobre las locomotoras diesel 1900, americanas y españolas, firmado por Juan Andrés Piñar Feligreras. En una foto a doble página, aparecía una 1900 americana en cabeza de una composición de coches B-7000. La fotografía, de Jaume Roca, es una de esas que llamo de cabecera porque definen el ambiente existente en los ferrocarriles españoles a finales de los años setenta, cuando muchas de las locomotoras diesel de la década anterior ya habían dejado paso a otros modelos más efectivos.

La composición en cuestión es la del Ómnibus Valencia-Gandía, a la salida de Silla. Una 1900 americana y cinco coches B-7000 que posiblemente habré contemplado en alguna ocasión de las que anduve por la zona. Debo reconocer que sin prestarle entonces demasiada atención a este tipo de composiciones. En mi humilde recreación a escala prefiero centrarme en la locomotora más que en los coches ya que están reproducidos con una calidad que desmerece la nobleza del latón.

HACIA SANTANDER Y GIJÓN

Con el fin de utilizar las locomotoras eléctricas 277 en composiciones que no fueran exageradamente largas, pero que tuviesen un cierto gracejo ferroviario, he recurrido a los recorridos por Asturias y Cantabria que fueron terrenos propicios para su utilización durante los años sesenta.

Entre la búsqueda de estas composiciones he recordado la del Tren Nº 53 Madrid-Santander-Oviedo-Gijón. 

Este servicio estaba cubierto por un TAF con la composición clásica de coche motor-remolque-motor, que daba servicio a ambas capitales disgregándose en Palencia. Uno de los coches motores se dirigía a Santander y el otro junto con el remolque a Gijón. Se mantuvo activo durante muchos años, y si mal no recuerdo, todavía seguía existiendo un TAF Madrid- Gijón en los años setenta. El recorrido Madrid-Santander ya había pasado a la esfera del TER.

Volviendo a nuestras eléctricas, el Ómnibus de Madrid a Gijón con doble tracción de 277, compuesto por furgón y seis coches de la serie 5000, podía verse en la estación de León en espera de recibir la salida destino Gijón.

De los expresos, aunque más largos, me gusta la composición del Tren Nº 23 Madrid P. Pío-Santander (vía Segovia) que con salida a las 22:35 horas, tenía la llegada prevista a la capital cántabra a las 08:45 horas del día siguiente.

La composición del año 1961, encabezada por un vagón frigorífico, un furgón y una estafeta de correos ya es de por sí lo bastante atractiva. El resto del tren lo componían un Coche camas de CIWL y cuatro cinco miles un AA, un BB y dos CC.