ESTACIONES OCULTAS: LAS FIDDLE-YARD

Fotografía Marklin
Hace unos días, Josemi Rodríguez, me comentaba sobre la conveniencia de una entrada dedicada a las estaciones ocultas, las fiddle-yard.

Me parece una buena idea hablar un poco sobre ese tipo concreto de estación porque ayuda a entender otro concepto de jugar a los trenes que no es el de dar vueltas.

Lo que voy a exponer aquí es mi punto de vista personal sobre el modelismo, los modelos y la forma de jugar con los modelos.


Digo jugar porque es lo que se hace. Nunca, en ningún caso, en ninguna maqueta, por grande que sea, se hace otra cosa que jugar a que parezca que pasan y se mueven los trenes como si fueran de verdad.
Pero nunca, nadie, en ningún lugar del mundo, puede hacer que lo hagan como en la realidad. Por mucha precisión en la reproducción, por más que intenten copiar o imitar las formas de explotación y por mucho que digan lo que digan quienes quieran que lo digan, una maqueta ferroviaria no se parece en nada a una explotación real. En nada.
Digo esto, y lo enfatizo mucho, porque es necesario saber en dónde estamos y qué queremos hacer. O qué podemos hacer.

Lo que queremos hacer es reproducir los trenes y sus movimientos de la forma más parecida posible a la realidad. Como se puede entender es imposible reproducir grandes espacios y distancias a una escala visible.

Lo que podemos hacer es reproducir, con una adaptación de escalas, algunos espacios concretos y los movimientos que tienen lugar en ellos.

Esta forma de hacer modelismo, aunque sabida y conocida, no es seguida por demasiados aficionados ya que la mayoría de ellos prefieren otras maneras de poner en práctica sus ideas.

Esta forma de hacer modelismo en espacios reducidos necesita de los fiddle-yard.

¿Qué es un fiddle-yard? La traducción más literal sería el espacio o el patio del violín. Básicamente es un artilugio compuesto por una superficie plana sobre la que se coloca otra que puede girar sobre sí misma un ángulo de 180º. En esta segunda plataforma se sitúan tres vías. Una central recta y dos curvadas, una a cada lado de la recta, de forma que al hacer el giro de 180º la cabeza del tren se invierte de posición. La forma de las dos vías laterales, necesariamente curvadas hacia la vía central recta, asemeja el cuerpo de un violín.

La utilidad de este invento permite invertir la dirección de los trenes en un espacio reducido. Lo que a su vez permite generar movimientos de ida y vuelta sin necesidad de grandes espacios. En maquetas lineales de 60 cm de ancho puede contener una locomotora y un coche perfectamente sin sobresalir. Combinando el fiddle-yard con un haz de tres vías se pueden generar movimientos de trenes de ida y vuelta que se pueden hacer corresponder con los reales en tiempo y forma. Aunque resulta muy apropiado para la reproducción de estaciones término, puede utilizarse para todo tipo de supuestos. Para mí, este es el juego.


A partir de este tipo de Fiddle-yard primigenio, se han inventado otros que, sin necesidad de hacer ese giro de 180º, invierten las locomotoras pasándolas de cabeza a cola y viceversa, o por medio de mecanismos más o menos complejos, desde los elevadores a las casetes, se añaden composiciones completas.

Hay una infinidad de posibilidades para utilizarlo en función del espacio disponible o de la idea de la maqueta representada.
Elevador  vertical. Foto de Simon's Model Railway blog

Como cualquier tipo de estación oculta puede esconderse bajo naves industriales, tras los túneles o bajo zonas elevadas, lo que ayuda a dar una idea más estética del paisaje utilizado al no percibirse una aglomeración de composiciones en un espacio reducido. Resulta fácil de aplicar y me parece muy útil.

Casete. Foto de  burrowa.wordpress.com


En el modelismo actual prima el respeto por la reproducción tanto de los modelos como del paisaje.


Eso no puede conseguirse en una maqueta de las "tradicionales", a no ser que dispongamos de muchos metros cuadrados y elijamos una línea muy sencilla con una instalación punto a punto.

Las fiddle-yards nos permiten acoplar nuestras composiciones a una maqueta que necesita menos espacio y que, sin embargo, pretende representar un espacio físico muy real.

Dentro de las limitaciones de este juego de los trenes, este caso podría definirse como la esencia del mismo.

Disfrutar visualmente de unos modelos de calidad con un escenario de calidad.

Lo demás es imaginación, amigos.

RENFE 1950-1980 (5). AÑO 1968.

ÓMNIBUS MADRID-CIUDAD REAL

Los Ómnibus entre Madrid y Ciudad Real no es que se distinguieran por disponer de unos coches de gran calidad. A diferencia del AVE actual que une las dos ciudades, la Renfe colocaba en esas composiciones los restos, más o menos dignos, de su parque de coches de viajeros. Para que se luego se planteen dudas sobre si la calidad del servicio ha mejorado o no. Amigos, la nostalgia es conveniente, pero no nos debe llevar a la negación de la realidad. Valga esta composición auténtica de 1968 para ello.


Una locomotora Mikado tiraba de un Dv y dos verderones de tercera clase. No me extraña que vinieran a tirar fotografías los aficionados extranjeros porque, aunque en todas partes todavía cocían habas, en nuestro país eran de los años veinte y treinta. Resultaban un  poco duras de digerir. 


Para el modelismo ferroviario, en cambio, es una suerte porque para una vez que nos hacen unos coches medianamente decentes, incluso tenemos locomotora real. Así que podemos acoplar a una Mikado de Electrotren, junto con un Dv de Ktrain, a estos dos verderones de tercera de Electrotren. Todavía podían verse con la franja amarilla, creo.

PROBLEMAS CON LOS COMENTARIOS

Como ya dije anteriormente está fallando en Blogger la respuesta a los comentarios. No  es problema mío, pero no puedo responder. Por favor si alguien desea alguna respuesta  a algún tema concreto que me envíe un e-mail a mi correo trenamano@gmail.com y le contestaré, o me indique su correo para poder responder.

Aprovecho para contestar a Jose María.

Por los horarios que indicas posiblemente sería el Tren Nº 1003, que salía de Madrid-P.Pío a las 16:10 con destino Salamanca, Valladolid y Palencia. La llegada estaba prevista en Palencia a las 22:40 horas.
El tren estaba compuesto por cinco miles exclusivamente. La rama de Palencia la formaban un CCD, un AAB y dos CC. La rama de Salamanca un CCD, un AA, un BB y dos CC.


Acabo de comprobar que también están fallando las fotografías que se colocan en las entradas. No sé si es por la pandemia o por saturación de entradas pero Blogger está funcionando mal. Si sigue así, lamentándolo mucho, dejaré de publicar hasta que se solucione este asunto porque no puedo estar pendiente de que las fotos se publiquen correctamente.



COSITAS PARA PASAR EL RATO

En vista de que esto va para largo me he decidido a seguir con la actualización de mi maqueta alemana. La zona del depósito de locomotoras es de las más antiguas que conservo de mi maqueta modular de finales de los años 70. Por aquella época estaba yo muy metido ya con el modelismo de atmósfera y decidí desmontar mi maqueta compacta para pasarme a una modular. Todavía me puedo ver tirando planos a escala 1:87 en un tablero de delineación que me había montado en casa. ¡Qué tiempos!


Como es normal, tanto la técnica como los conceptos han cambiado bastante en estos años y al depósito le convenía un lavado de cara ya que modificar todo el trazado es imposible. Hay que sustituir el terreno formado por masilla de pasta de papel, suavizar el balasto, reorganizar algunos puntos, etc.


Algunos de los elementos que conformaban parte de la infraestructura deben ser modificados, repintados o eliminados para conseguir un aspecto más acorde con el modelismo actual. En esta primera fase de reacondicionamiento pretendo situar todos los elementos para poder observar el aspecto estético y posteriormente, terminar la instalación con los ajustes y patinado definitivo.


La primera medida ha sido sustituir la pasta de madera por planchas que imitan el hormigón y homogeneizar todo el contorno de la placa giratoria y la zona posterior del Bw.

 
Después he introducido cambios en la parte trasera del Bw.
Empezando por los gatos, siguiendo con la placa de vagones, retocando una grúa hidráulica y fabricando un muelle de carga a partir de una plancha, se irá rellenando el espacio con una zona dedicada a inspección y cambio de ejes.
 

 


La primera fase de estas modificaciones está terminada. Ahora hay que acabar de patinar y colocar todos los elementos que conformarán estas zonas. Me temo que me va sobrar tiempo. Sin prisas.
De esta manera aprovecho el tiempo para ir pintando y reformando mientras, como todos, nos mantenemos en el más medieval enclaustramiento. Consuela saber que este invento veneciano de la cuarentena para combatir la peste, afortunadamente y después de 700 años, podemos hacerlo con más higiene y recursos que nuestros antecesores. Un éxito de la humanidad.

RENFE 1950-1980 (4). AÑO 1965.

CORREO EXPRESS MADRID-CARTAGENA

Un pequeñísimo expreso válido para cualquier tamaño de maqueta. Y además real, un auténtico regalo.


Este tren denominado Correo Express del año 1965 solamente lo componían un furgón correo de la Renfe, que no de la DGDC, de la serie DDE-300 y dos coches de segunda clase, un BB-5000 que seguramente había conocido tiempos mejores y uno de los, relativamente nuevos, coches BB-8000.


Facilmente representable en escala H0, la locomotora Mikado es una de las que no disponían de calentadores que ha reproducido Electrotren, el furgón de la serie DDE- 300 es de AMF, el coche BB-5000 es el resultado de una de las transformaciones de los 5000 de TULATÓN y el BB-8000 es de Electrotren.

CHOVE EN GALICIA ?

Algunhas veces máis e outras veces menos. Como la pátina de los modelos ferroviarios. Algo en lo que parece que nunca nos ponemos de acuerdo. Patinar modelos ferroviarios, aunque no sea obligado, unas veces es conveniente, otras necesario y en algunas ocasiones imprescindible. En aquellos modelos que por su calidad de presentación y acabado da un cierto pudor patinar, o bien no se tocan, o se encarga el patinado a un excelente profesional que explique antes de hacer nada como va a quedar el modelo. Cuidado. 


Los fabricantes de modelos rara vez los producen patinados. Es lógico, este trabajo requiere una dedicación manual que encarece todavía más el producto. Queda pues a criterio del comprador si se decide a realizar esa pátina o no. La mayoría de los aficionados no la realizan por distintos motivos, pero otros sí. Y aquí empieza el debate. ¿Hasta dónde? ¿Cuanto? ¿Qué criterio se puede utilizar? ¿Son las fotografías fiel reflejo de la realidad?


Voy a expresar una opinión personal que no sé a cuantos satisfará. Como ya he dicho en alguna ocasión, una de las cosas que considero importantes dentro del modelismo es la estética. Esto obliga a observar atentamente, para poder traspasar al modelo la realidad. Hay, pues, que remitirse a ese hecho incuestionable. La realidad.

Pátina de uso realizada por Fernado Díaz sobre un kit de latón montado y pintado por él mismo.
Entramos en la primera cuestión. ¿Hasta dónde? Hasta donde haga falta de acuerdo a la realidad. 
Y ahí está la dificultad. Patinar, no es envejecer, no es oxidar, es simplemente ensuciar para que sea real. Para que no tenga ese brillo plástico que se nota mucho. Y eso es algo que hay que aprender a base de mirar, de fijarse y de recordar lo que se ha visto y conocido.


La siguiente pregunta, ¿cuánto? tiene una respuesta fácil. Lo imprescindible.
La mayoría de los coches, vagones y locomotoras que están en uso tienen la suciedad normal de un movimiento cotidiano. Porque cuando los vehículos se usan, en función de su utilización, se limpian siguiendo unos criterios prefijados. Por lo menos en mis épocas, la III y la IV.
Por tanto, según sea el vehículo e incluso el modelo y el uso, nos encontraremos con distintas escalas de suciedad, pero todas deben de estar de acuerdo con la realidad de ese uso, sin sobrepasarlo.
Lo que no debe estar es brillante. Por lo menos, lo que no debe estarlo. Ahí se acaba el asunto.


Si se quiere patinar un vehículo porque se supone que llueve mucho y está muy sucio por esa lluvia, cosa que me parece bien, habrá que ensuciar más. Pero es porque se habrá elegido así, no porque sea su estado normal. Al día siguiente el coche, cuando vuelva a prestar servicio, volverá a estar limpio. Mejor o peor, es otra historia. Si esa composición se va a dedicar siempre a una zona lluviosa me parece bien que se marque más,  pero entendiendo que queda remitida a eso. Hay que valorar si más adelante se va a querer disminuir ese nivel de suciedad, porque según como se haga se podrá rebajar o no.


La proliferación de pinturas y técnicas de modelado se han incrementado notablemente gracias al modelismo estático de figuras, aviones, carros de combate, etc. Nada que ver con el modelismo ferroviario. Su utilización y aplicación en nuestros modelos pueden remitirse a unos cuantos casos específicos de abandono, desguace y liquidación de vehículos o edificios, pero poco más.


En una red ferroviaria activa el material no está tan oxidado como aparece en algunos modelos, ni tan sucio como para que determinados elementos o partes de los vehículos no sean perfectamente visibles, legibles o manipulables, porque es absolutamente necesario que así sea. No puede entenderse que se utilicen coches que parece que se caen a trozos, o locomotoras con partes móviles tan oxidadas que, solamente al verlas, sería motivo de expediente para el responsable de mantenimiento. Es cierto que en las épocas más recientes los grafiteros ensucian excesivamente, pero eso es otra cuestión.


Determinados elementos o piezas de locomotoras, coches y vagones deben estar medianamente limpios porque se repasan, se engrasan y se abren y cierran con asiduidad. Se ensuciarán como consecuencia del uso normal y debemos dejarlo así. Caso de parabrisas, frontales, techos, rejillas de ventilación, radiadores, etc. Podrían verse rasguños oxidados en bordes de portezuelas o elementos móviles, pero a escala H0 serían inapreciables. Es habitual que en determinados tipos de vagones encontremos desconchones, golpes, descarnados, como consecuencia del uso cotidiano, pero no vamos a encontrar esos niveles de oxidación y maderas despintadas y envejecidas que parecen ser del gusto de algunos, excepto, como ya he dicho, en vehículos abandonados o desechados.

Recalentamiento en un bogie. Pátina de Lele Contino.
El tercer interrogante corresponde a si debemos acogernos a las fotografías como elemento físico para sentar un criterio. ¿Son las fotografías fiel reflejo de la realidad? La respuesta es, no.
Las fotografías, sobre todo en el caso de las antiguas a color, no tienen mucho que ver con el color real de lo fotografiado. Cada marca de carretes y cada laboratorio fabricaba y revelaba con un determinado estilo y técnica, por no hablar de los fotógrafos profesionales y aficionados que revelaban ellos mismos. Podía darse el caso de que la misma fotografía, con la misma cámara, con los mismos parámetros de enfoque, velocidad, diafragma, etc, saliese con un color diferente en función de la marca de película o de utilizar film para diapositivas. En consecuencia no son excesivamente fiables y, por ejemplo, zonas que vemos rojizas en esas fotos, no significa forzosamente que estuviesen oxidadas. Actualmente con la fotografía digital todavía podemos fiarnos menos, por la facilidad que existe para recomponer una fotografía de acuerdo a nuestros deseos. Tampoco las películas, por lo mismo. No he conseguido ver un solo vídeo de Archivo Ferroviario en YouTube que tenga el color normal. Es una lástima.

La suciedad habitual se forma siempre de la misma manera. Aunque el material sea diferente basta con darse una vuelta por las estaciones y observar. Pero como a chuvia, el patinado nunca cae ao gusto de todos. Iso é o que din, non?

RENFE 1950-1980 (3). AÑO 1959.


ÓMNIBUS BILBAO- MIRANDA DE EBRO
Está claro que no me va a resultar fácil montar composiciones de determinados años de esta treintena, porque mi escasez de locomotoras de vapor me restringe mucho las posibilidades. En este caso he recurrido a este Ómnibus que si es posible reproducir con una cierta similitud. 


La composición estaba formada por una locomotora 7200, de las que ya estaban acantonadas en Miranda tras la irrupción de las 7500, un furgón DD y una estafeta de Correos ambos metálicos, junto a cuatro coches de madera de la antigua Compañía del Norte con plataformas en los extremos y uno cerrado. Tengo algunas dudas sobre el modelo concreto de estos coches, pero voy a probar con lo siguiente:


Su reproducción en H0, sin que chirríen demasiado los exigentes puristas, puede formarse con una 7200 de Electrotren, un DDE-300 de AMF, la estafeta sería una de Miniaturas Lacalle, los cuatro coches de madera ex-Norte de Mabar y el coche cerrado sería un CC de Ibertren.


Es un tren largo. Son siete coches que, aunque cortos, ocupan bastante. Lo más fácil para acortarlo es eliminar uno de los cuatro coches de plataformas, dos sería casi demasiado. En ningún caso los furgones, ni el cerrado. Esa variedad es lo que le da el aire ferroviario. Aconsejable haber patinado ligeramente los coches, digo ligeramente, para eliminar el brillo de ese plástico que imita malamente la madera real.

MATANDO EL TIEMPO

Creo que todos habremos aprovechado el tiempo en todos estos días de obligado confinamiento en poner al día, arreglar, ordenar y hacer algo de bricolaje en nuestras maquetas. Una de las cosas más socorridas es la de adecentar o modernizar alguno de esos viejos modelos  del baúl de los coches olvidados que todos guardamos. Pues una tarde de estas, retomé el asunto con Lele Contino y decidimos dedicársela a uno de aquellos vagones. Un plataforma con una caja móvil con marcaje de Transfesa de la antigua Electrotren. Una antigualla.


La plataforma ya no es aceptable como un objeto de modelismo ferroviario actual. Puede optarse por guardarlo tal cual, dejándolo como algo anticuado en plan museo o reconvertirlo, en algo más parecido a los modelos actuales, para poder utilizarlo en la maqueta. Hemos elegido la segunda opción.
Tras quitar los enganches y topes originales utilizamos unas cinemáticas de Roco que todavía tenía disponibles. Posteriormente, tras haber colocado las nuevas cinemáticas, se ha pintado en color marrón óxido la base, ensuciando la zona más visible. Las ruedas con sus correspondientes ejes han sido también cambiadas. Los topes nuevos, de tipo renfe, son de 3DTREN.


El container con toldo no estaba tan mal hecho. Es verdad que gana bastante dando una pátina de suciedad, para acentuar un poco los resaltos de las arrugas que pasaban más desapercibidos cuando estaba limpio. La suciedad de estos toldos era la conjunción de polvo y manchas debidas al uso. Colocar manchas puntuales, plan rodelas de grasa o pequeñas decoloraciones, me parece más efectivo que manchar extremadamente. Remarcar un poco la zona de los ojetes y las cuerdas de sujeción pero sin pintarlas de otro color. Un poco de sombra es suficiente. Otra cuestión se presenta a la hora de tratar el techo, que debe estar sucio, simplemente, sin recargar demasiado.


Con el vagón sucede lo mismo. Ensuciando el piso cambia de forma radical la percepción visual del mismo. Habitualmente, estas plataformas ya no tenían el color rojo óxido excesivamente visible. Aguadas de marrón, sombra y polvillos serán necesarias para obtener ese color sucio terroso que nos deje entrever el rojizo subyacente. No hay que ir mucho más allá porque el container va a tapar el piso, aunque hay que tener en cuenta que puede viajar el vagón en vacío. Un poco de suciedad exterior completa el trabajo sobre la plataforma. En las cartelas de sujeción del container la suciedad se agolpará un poco más. Bajo el piso no debe verse el plástico limpio, hay que ensuciar todos los entrantes.


Finalizada la transformación ya dispongo de un nuevo vagón que puede incorporarse a alguna composición de los años setenta. Estos contenedores, creo que en su  época de nacimiento todavía no se les llamaba cajas móviles, se usaban para transportar elementos paletizados. Probando con un ORE al lado queda bastante aparente. Los enganches cortos, esenciales para poder moverse casi tope con tope, son de Fleischmann porque puedo unirlo a correos o furgones, aparte de cualquiera de los J. Siempre utilizo los enganches que mejor se adaptan a cada composición, con independencia de que tenga que cambiarlos, si es necesario, cuando forman parte de otra.


Trabajo terminado, fotografía realizada. Otra tarde entretenida. Está claro que esto de los trenes sirve para tranquilizar mucho, evitan ansiedades y, seguramente, cuestan menos que un psicólogo.

RENFE1950-1980 (2). AÑO 1972.

Las fotografías de los Talgos siempre me han parecido un poco anodinas porque el modelo de tren se repite siempre, con independencia del número de coches o composiciones que correspondan al tren en cuestión. Por esa circunstancia no suelo presentar muchas en mis entradas pero, evidentemente, el Talgo III es uno de los trenes imprescindibles en estos 30 años de Renfe.

Autor desconocido. Única referencia Estación de Córdoba, año 1972.
Entre las fotografías que dispongo de ese período hay una realizada en la estación de Córdoba en 1972. No conozco el nombre del autor, pero espero que me permita incluirla en esta entrada con la buena intención de ensayar su reproducción en mi maqueta. Le pido disculpas anticipadas por la falta de similitud que pueda darse.


En mi fotografía, salvando las distancias, el sol está en el punto contrario al de la original. Me he dado cuenta. Parece que en el original es por la mañana, pero se puede asumir que yo la hice por la tarde. Colocar un foco, volver a tirar, pufff, me estoy haciendo demasiado vago. Mil perdones.

Resulta curioso contemplar en la fotografía original esa convivencia entre un Talgo III de segunda generación o modificación del original, como se prefiera, y el 5000 que todavía mantiene el testero con fuelles, como yo recuerdo haberlos visto durante muchos años.
Como todos sabemos, este tipo de testero no es el que puede verse en los modelos de Electrotren, pero considero que es una de las modificaciones necesarias para poder disfrutar de los auténticos cinco miles.