La Estación Término de Steinberg ha formado parte de mi maqueta de la DRG desde el principio. Aunque ha pasado por fases de reforma en función de actualizaciones de material, la primera, que acometí hace ya algún tiempo, fue cambiar toda la catenaria de Marklin, muy de juguete, por una más moderna y estética de Veismann (Recuerdo traer de Berlín, postes, hilos y lo más importante, el libro de tendidos que, lógicamente, aquí era tan desconocido casi como la marca) pero han pasado los años y comparándola con mi maqueta española se veía antigua. Era hora, por tanto, de que pasara por una remodelación de paisajismo.
La primera transformación, cambio de la catenaria, permitió dar una nueva perspectiva más ligera de la playa de vías. Como la antigua catenaria de Marklin era excesivamente visible, solo había electrificado cuatro de las siete vías de la estación. Ahora, con la nueva catenaria, procedí a ampliar la electrificación a todas las vías de la playa de entrada y salida. Es importante desde el punto de vista estético modificar todo aquello que no da impresión de realidad. La catenaria es una de esas cosas que es capaz de arruinar la mejor composición de modelismo si no resulta veraz.
Algunos detalles como los paneles indicadores de trenes en los andenes, inexistentes cuando se construyó la estación originalmente, se han incluido junto con otros detalles que ayudan a dar mayor verosimilitud al ambiente, bancos, canaletas de paso en andenes, maderas en pasos de entrevías, etc.
La señalización y readaptación de edificios también contribuye al paisajismo. En ese sentido se ha modificado la ubicación de la caseta principal de señales desplazándola hacia el haz de vías de mercancías y colocado una nueva en su lugar, muy acorde con la época, pero menos voluminosa lo que permite obtener mejores vistas de las composiciones en la playa de vías de acceso a la estación. Se ha colocado la señalización pertinente en el haz de vías, tanto para locomotoras de vapor como eléctricas.
Un grave problema, derivado de la fecha de colocación de las vías, es que los motores de los desvíos de Roco son exteriores. Pensé en invertirlos, colocando los de la izquierda en la derecha y viceversa, para poder empotrarlos y que no se vieran. Es una labor ingente que no merece la pena. La solución ha pasado por pintarlos de color gris cemento y dar una ligera pátina de suciedad sobre las rejillas que imitan planchas. Cuando se estropeen se cambiarán por motores bajo tablero mucho más fáciles de sustituir.
Queda pendiente la nueva señalización mecánica que debe sustituir a la antigua señalización. Asunto este que ya no es elemental, porque requiere un desembolso económico considerable, y se irá desarrollando en varias fases.
En próximos artículos seguiré contando alguna cosa más sobre estos retoques.
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