EL RHEINGOLD

Cada uno de nosotros tiene, por lo menos, un tren mítico en el que siempre ha deseado viajar. En  muchos casos no es posible porque han desaparecido, en otros, se han transformado en trenes turísticos perdiendo el sabor de lo que eran en realidad. En mi caso, uno de estos trenes míticos es el Rheingold de los primeros años de la década de 1930 sobre el que ya hice una entrada en Luxuszug Rheingold. Un tren de lujo de la DRG que recorría el curso del Rhin desde la costa de Holanda, Hoek van Holland está en la entrada del canal desde el Mar del Norte, hasta Basilea en Suiza. Me queda únicamente la posibilidad de verlo rodar por mi maqueta.

Oberwesel, FD 102, 18527, Abril 1938. Fotografía de Carl Bellingrodt. Archiv Michael Meinhold.

La DRG los denominó FFD 101 y 102 según el sentido. Empezaron a prestar sus servicios en el año 1928 y se mantuvieron hasta el comienzo de la II W.W. en 1939. Sus coches Pullman de primera clase en crema y azul eran absolutamente lujosos, mucho más que los salones de los CIWL de la época. Disponían de compartimentos privados para dos y cuatro personas y, exceptuando, las mesas de los extremos que eran para tres, el resto del coche estaba compuesto por mesas para dos personas. Un total de 20 viajeros en el coche con cocina y 28 en el salón sin cocina.

La segunda clase, con asientos dobles en un lado, admitía 43 plazas en el salón y 29 plazas en el salón con cocina. Los asientos se modificaron con el paso del tiempo. Las plazas dobles originalmente estaban unidas sin separación, posteriormente se cambiaron por un asiento corrido que disponía de brazo intermedio abatible y apoyos laterales en el cabezal. Más al estilo de la primera clase, pero sin llegar a su lujo.
Tren irrepetible que desapareció al final de la guerra y que, con un aire más popular, renació en 1951 con la denominación de Rheingold Express compuesto por Schürzenschnellzugwagen del año 1939 pintados en azul. Sería clasificado como TEE en el año 1965.


Es una composición muy apropiada para una maqueta por varios motivos. Su tamaño es muy aceptable. Cinco coches componían habitualmente una unidad de tren. Un furgón y cuatro coches de viajeros, de los cuales dos eran de primera clase y dos segunda, en ambos casos con y sin cocina. En algún momento se la añadió un segundo furgón en cola e incluso se añadieron más coches, pero no era lo normal.

Otro de los motivos que lo hace interesante desde el punto de vista modelístico es que, en función del tramo recorrido se utilizaba un tipo determinado de locomotora. En Holanda lo normal es que fueran las 3700, 3800 y 3900, en Alemania las 18.4-5 y en Suiza las eléctricas Ae 4/7. También se utilizaron Pacific BR 01 y BR 18.3 en Alemania en según que años dentro de la década. Esto nos ofrece la posibilidad de hacer los cambios adecuados a cada tramo del recorrido.

En escala H0 las primeras reproducciones que he conocido correspondían a la antigua Liliput. Recuerdo con cariño mi persecución de los distintos modelos por Chauve, tienda hoy desaparecida.

Liliput- Bachmann lo volvió a reproducir con alguna mejora técnica y también Marklin-Trix. Recientemente lo ha anunciado Brawa con una BR 01 de titular. Sin duda digitalizado y con su habitual calidad será imbatible, pero mi viejo "Lili" con su pátina de fábrica me sigue fascinando. En cualquier caso una nueva tentación para los que somos fans de este tren.

Los modelos comerciales en escala H0 de las locomotoras holandesas están reproducidos por Artitec, la 3700, Fleischmann, la 3800 y DJH la 3900. De las alemanas, para mi gusto las mejores BR 18 siguen siendo las Liliput antiguas. Las BR 01 en versión DRG, pues puede ir en gustos porque las hay de todas las marcas. Las Ae 4/7 existen en versión de Liliput, Hag, Liliput-Bachmann y Piko.

A falta de tren años 30, cuando el turismo en Alemania era casi  inexistente, hice el recorrido en coche siguiendo las orillas del Rhin y contemplando como los nuevos coches del ya TEE se mezclaban con los del Rheinfeil. Un viaje memorable por las muchas anécdotas y extraordinario por otros motivos. En cualquier caso me quedo con la frase publicitaria años 30 "De Londres a Lucerna en 24 Horas".
La editorial Alba dispone de un librito muy interesante sobre el Rheingold de Friedhelm Ernst, reeditado en varias ocasiones, al que pertenece la fotografía del tren real que he utilizado en esta entrada.