MAQUETA: ALGUNA COSA MÁS

Partiendo desde ese trazado genérico tipo croquis que he presentado hay que llegar hasta el modelo final, por lo que hay que ir añadiendo alguna cosa que complete esa idea que tengo mentalmente desarrollada. Como ya he dicho en alguna ocasión, no suelo utilizar planos más allá de lo que me resulta estrictamente necesario para comprobar algunos aspectos como alineaciones en curva o porcentajes de rampas y pendientes, poca cosa. Una vez que tengo definidos los espacios dejo que sea la propia estética la que me guíe en el proceso del montaje de la vía.


Así que partiendo de radios de 600 mm. en oculta, genero el espacio que me va a permitir incluir dentro de parte de ese círculo mi estación término. En una estación, en principio de 6 vías, las dos centrales deben tener como mínimo 2500 mm. de largo. Empiezo a colocar las vías sobre el tablero de forma provisional estudiando los espacios, las alineaciones y las posibilidades que surgen para colocar más cosas.


Se van a producir modificaciones desde esa primera colocación que corresponderán a los nuevos espacios que se generan. Una playa de vías de entrada, unas vías laterales de sobrepaso en la circunvalación, una estación de mercancías lateral, la confirmación de que el cuerpo central de la estación término irá elevado sobre las vías, una serie de vías de reserva a nivel inferior. 

Todos estos nuevos elementos se van conformando en función de las entradas y salidas previstas, de la facilidad de intercambio y acceso a los diferentes puntos de la estación para los tractores de maniobras, de la similitud con una estación real aunque lógicamente salvando las distancias, hasta que al final me produzcan la sensación de que puede ser aceptablemente real, por lo que las distancias o tamaños iniciales no tienen por qué corresponder con los finales.

Cuando alguna vez me han preguntado como creo o genero una maqueta, siempre digo que es un proceso largo que me lleva mucho tiempo de preparación. Voy conformando mentalmente lo que quiero que aparezca y lo visualizo en una especie de flashes o tomas que memorizo. Por tanto, cuando empiezo a colocar ya tengo una idea muy definida de como va a quedar todo. No es una forma clásica, ni tradicional, ni mucho menos técnica, pero es mi forma de hacerlo. No creo que sea aconsejable, ni extrapolable, desde luego muy poco recomendable, pero a mí me funciona. 

Como esta maqueta es analógica, tiene unas normas de funcionamiento más restringidas que una digital. Resulta más complicado llevar trenes en direcciones opuestas por la misma vía. Se necesita un buen número de tramos aislados con reversibilidad de la corriente que deben manejarse desde un C.T.C. varios transformadores y  alguna cosa más.

Para poder desarrollar todos los movimientos previstos es imprescindible diseñar una zona de cruzamientos adecuada. En mi caso, este tramo casi puede considerarse el corazón del circuito porque es el que va a permitir que los trenes circulen en todas las  direcciones necesarias simultáneamente en la estación término y en la circunvalación.

Es fundamental en mi maqueta y su desarrollo ha requerido un estudio muy detallado de los movimientos. En él se combinan, tanto las entradas y salidas de los trenes de viajeros como los sentidos en la circunvalación, el paso de los mercantes y el acceso de las locomotoras desde el depósito a la correspondiente vía de la estación. 

Finalmente, tras el tramo de cruzamientos nos va a aparecer el depósito de locomotoras. Sigo así el orden del esquema de una estación de la época II, como podría ser Anhalter, con viajeros, mercancías y depósito, salvando las distancias. Éste depósito tiene un volumen acorde con la importancia de la estación, ocupa una superficie de dos metros cuadrados y lo he ajustado a lo largo de la línea. Es una de las partes más antiguas de la maqueta y he querido siempre respetar la idea original con que lo concebí.


Por último decir que con el paso del tiempo se producen cambios, como ocurre en la realidad. Nuevos edificios sustituyen a los antiguos o se remozan los andenes, etc. Siempre hay que adaptarse a los nuevos modelos ya que nos permiten mejorar lo que teníamos y eso, para mí, es fundamental. Poco a poco voy sustituyendo elementos que han sido perfeccionados por los fabricantes como la catenaria, los semáforos, etc. Las viejas maquetas nunca mueren, pero cuesta mucho tiempo y esfuerzo remozarlas.

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