Uno de mis deberes pendientes es completar los coches, furgones y vagones de Miniaturas Lacalle. Mi tardío ingreso en el hipotético club de los seguidores de RENFE no me permitió poder hacerme con todos sus modelos desde el principio. Ahora debo irlos "cazando" como buenamente puedo.
En el caso de los coches y furgones del Central de Aragón, unos modelos en kit por encargo de Néstor, la historia fue más sangrienta, pues tres veces me los ofrecieron y tres veces los negué. Gracias a los esfuerzos de un par de amigos a los que les comenté el asunto, conocedores de que me acabaría arrepintiendo, me convencieron para que adquiriese alguno. Otras urgencias postergaron su incorporación a mis modelos y durmieron el sueño de los abandonados. Hoy puedo presentar las primeras tomas de este modelo de furgón que finalmente me ha montado Fernando Díaz con su excelente técnica.
El título en latín es por el paralelismo entre la azarosa historia del Pantheon de Agripa que sin ser el original de Agripa, que no era redondo, ni estar colocado en la posición actual ha pasado a ser uno de los monumentos más representativos de Roma y la historia de estos coches, que tras ser negados y renegados por mi parte, gracias a estos dos amigos pasarán a la historia de mis recuerdos como los más entrañables por su significado, porque aunque los coches sean maravillosos, tener unos amigos que se preocupan de que seas feliz es un regalo insuperable. Gracias, mamones.
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