AUTOMOTORES EN OBERBAUMBACH

Los imaginarios y prominentes ciudadanos de Oberbaumbach siempre se han caracterizado por impulsar el ferrocarril como medio de transporte preferente. Con la elección como Alcalde de uno de los más conocidos terratenientes de la zona, afecto al partido en el Gobierno, la renovación del material móvil ha sido atendida para favorecer las actividades empresariales de la zona.

Así pues, se ha pasado del pequeño Kittel a vapor al VT 137 de 1932, incluyendo entremedias un período en el que un automotor a baterías, de origen prusiano, llegaba hasta la estación de Oberbaumbach desde la de Reichesheilm. Su escaso éxito, tuvo que ser remolcado en dos ocasiones por agotamiento, le desterró de sus vías, aunque ya hubo quien citó la necesidad de disponer de medios de transporte menos contaminantes que los de carbón. Como la queja vino de Hildegaard Wenckle, promiscua dueña del pequeño hotel próximo a la estación, ningún ilustre ciudadano tomó nota del asunto con excepción del sargento Schtoolz que, según dicen, le tenía cierto tipo de afecto.

Los automotores de motor térmico, Verbrennungstiebwagen, VT simplificando, no estaban previstos para la zona de Oberbaumbach pero, tras la presión efectuada por sus fuerzas vivas, se ha podido ver pasar por sus vías un VT 137 de la primera serie, con uno de sus remolques característicos. Aunque con solo ocho plazas de segunda clase y 55 de tercera, el moderno motor diesel May sube las rampas de acceso a la estación a un buen ritmo que alcanza velocidades próximas a los 70Km/h en la bajada hacia Reichesheilm. Hasta la fecha sin descarrilamientos, si bien en un par de ocasiones ha sobrepasado el semáforo de salida de Reichesheilm en la frenada.

No contentos con este servicio el Alcalde de Oberbaumbach se ha desplazado a Berlín, hasta la misma sede de la DRG, para conseguir de un primo suyo la puesta a disposición en la línea de un moderno VT 137 recién salido de fábrica.

Tras comprobar el desafuero, la Dirección Regional de la DRG, suspende el servicio y envía al primo del Alcalde a la bonita población de Ebenrode (Prusia Oriental a 741 Km de Berlín) para que desarrolle una interesante labor de rotulación de paquetería.