Desde su nacimiento a finales del siglo XIX hasta el momento actual, década de los años 30 del siglo XX, las composiciones de los trenes que recorren habitualmente la línea han evolucionado de acuerdo a los avances técnicos. Ya casi nadie recuerda aquellas locomotoras de grandes ruedas y lento desplazamiento, ni los coches de viajeros con forma de diligencia, sin calefacción o abiertos a la intemperie según fuera la clase. Quedan todavía las viejas locomotoras de principio de siglo que han pasado de pertenecer a la Compañía de Ferrocarriles del land a ser propiedad de la DRG, perdiendo su librea original en la mayoría de los casos, aunque hay alguna que se resiste.
Habitualmente, fuera de temporada de verano, los trenes de los domingos disponen de más coches, (abundan todavía los de cuarta clase) que los de entre semana, que con un par de coches, un facultativo furgón/tercera y un furgón correo dan servicio descendente, en horario de mañana, hacia Reichesheilm y ascendente, por la tarde-noche, en sentido inverso.
Por otra parte se empiezan a observar con mayor frecuencia trenes de más largo recorrido que procedentes de la HBF de Steinberg aproximan hasta Oberbaumbach a amantes de la montaña, la naturaleza y los deportes de invierno, sembrando el estupor entre los rústicos ajenos a estas actividades.
En el verano de 1936 un tren de temporada se aproxima a la estación de Oberbaumbach. Son trenes de fin de semana, compuesto por coches de tercera clase y algún mixto de segunda y tercera, sus viajeros son de la naciente clase media, excursionistas que aprovechan los escasos días de calor para subir hacia la montaña y respirar un aire más sano que el de las oficinas o las fábricas. En este caso, la composición la forman una BR 84 y unos coches Altenberg que, lejos del que será su emplazamiento definitivo, están realizando pruebas de material en tramos de curvas y pendientes.
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