LA ESTACIÓN DE VILLAFRANCA TÉRMINO. Parte 4.

Hasta ahora, prácticamente he hablado de la vía porque es el elemento más importante de la maqueta a la hora de su perfecto funcionamiento, pero una vez que ha sido instalada, conviene retroceder un poco en el planteamiento y tratar de otros aspectos claves para el desarrollo del proyecto.

Al mismo tiempo que me planteo el croquis de vías, estoy imaginando el paisaje que voy a colocar para conseguir ese entorno ferroviario que me de la impresión de atmósfera. Un elemento importante en esa fase de decoración, y que debe colocarse en las primeras etapas, es el paisaje de fondo. 

En una maqueta tan estrecha y lineal como la mía es un factor fundamental para crear la sensación de profundidad que, si en toda maqueta es necesaria, en ésta es imprescindible.

Para que exista esa continuidad entre el paisaje fabricado sobre el tablero y el fondo, hay que estudiar la línea de horizonte desde el punto de vista del espectador. En las maquetas de exposiciones, normalmente, la altura del tablero es demasiado baja, se pretende que el espectador pueda abarcar un campo de visión amplio. En una maqueta particular esto no hace falta. El campo de visión debe ajustarse a la altura del espectador, bien sea sentado o de pié. A una de las dos alturas, no a las dos.



Una vez elegida la altura, hay que buscar un fondo acorde con el paisaje previsto en el tablero. Que dé sensación de continuidad y que disponga de una perspectiva que aumente la profundidad. Siempre que sea posible es mejor disponer de fotografías, que pueden imprimirse con buena calidad, con  un motivo que se ajuste a lo que buscamos para dar más verosimilitud al fondo. El fondo en las esquinas, si es que las hay, debe estar redondeado, nunca en ángulo, para dar continuidad visual.

Fondo de paisaje en curva en mi maqueta DRG. Ópticamente parece lineal.

En este caso, como es una maqueta española he utilizado como fondo, a la salida de los túneles, un paisaje de olivos con una pequeña casa a media distancia por una parte. Este paisaje se rompe, por necesidades de limitación de anchura, con un muro de fábrica al que le he añadido un anuncio antiguo de lámparas y algunas ramas. A partir del muro el paisaje se vuelve más llano con campos de cereal para acabar en la zona de entrada de la estación con los almacenes, árboles y edificios. Pero esto es anecdótico, lo que resulta interesante es que he conseguido que la línea del horizonte en todos los tramos encaje con la altura preestablecida y me dé una amplitud ficticia que encaja perfectamente.

Para aumentar es sensación, es importante que no se pueda ver en ningún tramo la línea de unión entre el tablero y el fondo. Debemos siempre llevar hasta el fondo arbustos, piedras, etc que impidan ver esa intersección entre el plano del tablero y el de la fotografía. Esto es muy importante para crear continuidad y que no se rompa la impresión visual de contemplar el horizonte.

Otra cuestión que viene al caso es recordar que las escalas verticales deben cumplirse rigurosamente. Cualquier elemento que no tenga su altura a escala 1/87, no debe quedar incluido en la maqueta en primer plano. En mi caso, en cualquier punto del tablero.

En el paisaje, además de los edificios, incluimos postes, farolas y árboles entre otras cosas. Deben corresponder a la realidad y tener el tamaño adecuado.

Observar la línea del horizonte un poco por encima de las primeras ramas de los árboles. La parte inferior de las fotos corresponde a un terreno llano, amarillento, típico de la mesa castellana para dar continuidad al paisaje de la maqueta en la que una serie de rastrojos, matorrales y ramas ocultan la unión entre los dos planos.

En el apartado de los árboles, quiero recordar un par de cosas. Una, los árboles no crecen en línea recta y no están alineados con tiralíneas. Dos, no son enanos, ni feos "plasticosos" y no son los más baratos que encontramos. Existen cosas dignas sin gastarse un dineral. Una veces los compro, otras los hago a partir de una ramita, a veces los mezclo y a veces no.

Los árboles deben ser altos, algunos más que otros, en grupos, mezclados en altura y posición y con un mínimo de calidad. Conviene elegir los que pueden corresponder al paisaje del fondo porque son un elemento válido para crear esa continuidad paisajística. Aunque sean de plástico es necesario añadir algún elemento de madera real, pequeñas ramitas, etc, entre el conjunto o por el suelo para aumentar la verosimilitud.