En esta fotografía he querido recoger mi frase de cabecera dando vida al modelismo ferroviario con este pasajero que, decididamente, se aproxima a uno de loa automotores italianos de la serie Aln 668 que estuvieron circulando entre Madrid y Badajoz en los años setenta. Una de las míticas 2100 acaba de llegar a la estación con un expreso. En cabeza de la Vía 2 aparece en ABJ de la última serie en espera de su hora de salida.
Con la maleta en una mano y la cazadora o la chaqueta al brazo, cuantas veces habremos recorrido los andenes de tantas estaciones en los años 60 y 70 esperando al dichoso tren que venía con retraso.
Yo fui, lo confieso aunque ya sea tarde, uno de los primeros en huir (tras sacarme el carné de conducir recién cumplidos los dieciocho) de aquellas esperas, cambiando el vapor, que todavía existía, por la gasolina. Ante el decaimiento de la CIWL y la lentitud de la RENFE, surgía poderosa la fuerza de los caballos en forma de automóvil y que me permitía disfrutar de otra de mis pasiones. La velocidad.
Ahora, que si conduces un poco rápido vas a la cárcel y que los AVE, TGV, ICE, superan a los coches en las autopistas, vuelvo al tren real. Ah, la velocidad.
Por cierto, ¿las estaciones no estaban siempre en el interior de las ciudades?
Por cierto, ¿las estaciones no estaban siempre en el interior de las ciudades?
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