LA ESTACIÓN DE VILLAFRANCA TÉRMINO. Parte 1.

A algunos de mis amables seguidores les ha parecido interesante mi maqueta de Villafranca Término. Aunque he comentado cosas de ella en otras entradas del blog, voy a explicar detalladamente el porqué, para qué y cómo he realizado el proyecto por si a alguien le sirve para desarrollar el suyo. 

Cualquier proyecto surge como respuesta a una necesidad humana. En mi caso, la necesidad se limitaba a ver desplazarse mis modelos de RENFE en una maqueta que no me ocupara demasiado espacio y no me obligara a desmontar mi maqueta de la DRG. Mis preferencias para la elección de temas se inclinan descaradamente por las estaciones, ya que es en ellas donde se realizan las maniobras y el movimiento de locomotoras, coches y vagones. En este caso con mayor motivo porque el espacio disponible no permitía una maqueta convencional.

Me imaginaba una estación pequeña, con movimiento de trenes cortos y posibilidad de maniobras.
Con esas premisas, aprovechando una pared de nueve metros de largo en la que la maqueta de la DRG pasa a una altura de 70 cm sobre el nivel del suelo, comienzo a calcular los anchos de los que podría disponer para no perder vista, ni perspectiva, sobre la maqueta existente. Tras pasar datos al papel, puedo utilizar una superficie con un ancho variable entre 30 y 40 cm y con una longitud de unos 7,5 metros. Así nace un espacio físico que más tarde se convertirá en Villafranca Término.
A partir de esa superficie empiezo a plantearme que tipo de maqueta puedo diseñar. Es obvio que no va a poder ser de circuito, por lo que la duda queda limitada a una estación de paso o una estación término. Una estación de paso, en una maqueta lineal, obliga a disponer de dos tramoyas (una en cada extremo) para poder componer y descomponer los trenes, disminuyendo considerablemente el espacio disponible para la propia estación.

Para hacerse una idea, una tramoya de 5 vías (utilizando un desvío triple y dos sencillos para la formación del haz) necesita una longitud mínima de 2300 mm. para poder ubicar trenes inferiores a los 1500 mm. en las vías exteriores. Si multiplicamos por dos, resultan 4600 mm. lo que nos deja libres 2900 mm. Si de esa cifra descontamos 1500 mm. de vía libre repartidos entre los dos extremos, la longitud de los desvíos de entrada y salida en función del número de vías, etc, vemos que no nos queda espacio para poder construir una estación con ningún parecido a una real por pequeña que sea, como mucho un apeadero.

Con estas mismas cifras, en el caso de una estación término nos ahorramos una de las tramoyas por lo que podemos disponer de 5200 mm. para diseñar una estación pequeña pero asumible dentro del concepto de atmósfera ferroviaria. En consecuencia, el proyecto se dirige hacia el diseño de una estación término.

El trazado de la línea, una "ese" alargada y acoplada a los anchos disponibles, queda como se puede ver en el dibujo inferior. Sobre esa línea debe acoplarse el resto de elementos. En cierta medida, se trata como en la realidad de construir como nos gustaría, en donde es posible, y lo que es posible.


Su distribución debe determinarse en función de la superficie disponible y la geometría de la misma. A lo largo de los 6 metros de largo que van a estar a la vista, no puede situarse ningún depósito de locomotoras que no sea un cocherón como máximo. El ancho de la playa de vías de entrada debe limitarse al mínimo posible. Los edificios que vayan a utilizarse deberán rodear las vías con el fin de ocupar el menor espacio. Es preferible que el acceso  y salida se haga por vía única. La zona de mayor ancho queda reservada para la estación. Son bastantes limitaciones para conformar una estación que debe dar juego y posibilitar maniobras.

La estación, que es el motivo fundamental de la maqueta, debe corresponder a una estación secundaria de una gran ciudad o una estación principal de una capital de provincia. Esta circunstancia es la que permite definir que los trenes que van a partir o llegar no van a disponer de un gran número de coches. Composiciones entre 1500 mm. y 1800 mm. son suficientes para unos andenes largos que me permitan dejar libre una parte importante de vía. Una de esas leyes no escritas del modelismo de atmósfera.
Afortunadamente no tengo porque respetar las normas NEM de gálibos de entrevías, porque mis curvas deben ser muy abiertas y prevalece el criterio óptico sobre cualquier otra cosa.


Para una maqueta tan elemental no necesito planos, con un croquis de lo que quiero me vale. Y una vez colocadas las planchas de madera que van a constituir la base de la maqueta, compro un buen número de vías y empiezo a colocar y observar ángulos, radios, proyecciones y perspectivas que es lo que me permite llegar al diseño definitivo.


En el primer esquema se puede ver una zona con color azul claro que corresponde al primer cálculo de la superficie "vista" a utilizar. La tramoya no la he representado nunca porque no tiene sentido.

El primer diseño de la estación no contemplaba la electrificación de ninguna línea. Una única vía de entrada y salida, con un paso a nivel y acceso a la tramoya entre una masa forestal que permitiera  hacer desaparecer los trenes. Un silo con dos vías completaba esta zona de acceso. La estación de tres vías únicamente, de las que una quedaba compartida con el servicio de correos y pequeña paquetería.

Tras bastantes pruebas, descarto esta idea por dos motivos estéticos. Primero, no dispongo de la distancia suficiente para enlazar la "ese" con la estación de una forma cadenciosa y segundo, los andenes no son lo suficientemente largos. Si analizo visualmente el conjunto lo veo muy apelmazado, excesivamente corto, no se consigue el efecto de atmósfera que voy buscando.



Tras haber comprobado que la superficie era insuficiente, añadí la zona rayada en rojo con lo que se completó hasta el total disponible actualmente. El tablero se alargó 1100 mm. con un ancho de 500 mm. que se recrecieron también sobre parte del existente de 400 mm. de ancho, creando así una nueva superficie que en principio no pensaba utilizar.

El esquema inferior corresponde a la versión definitiva del trazado. Aprovechando los nuevos espacios disponibles la estación se ha recrecido lateralmente con dos vías más, y los andenes se han alargado lo suficiente para poder dar una impresión más ferroviaria, con trenes que no los ocupan hasta el extremo. Las líneas en azul claro corresponden a la vía electrificada que finalmente he introducido en detrimento del silo, pero que me permite disfrutar de las locomotoras eléctricas de la época III.



A la tramoya se accede por dos vías, una electrificada para los trenes que enlazan con el Norte y Noroeste  que se bifurca en el interior y otra sin electrificar, que se abre en cuatro, para los que van al Oeste y al Sur. En total seis vías para hacer y deshacer, dan juego suficiente sobre las cuatro de la estación y la de los almacenes. La continuidad de movimientos de entrada y salida queda asegurada.

La primera parte del proyecto está realizada. La superficie está definida y el trazado preliminar también. Ahora hay que construir el trazado definitivo sobre esta aproximación.

Mi recomendación para desarrollar esta parte del proceso, es que una vez decidido definitivamente que se quiere hacer y eso se tenga absolutamente claro, se compren todos los elementos básicos que se tengan que incorporar a la maqueta (estación, cocherón, almacenes, depósitos, casetas de señales, etc) porque es mejor disponer de todos ellos físicamente para poder observar las vistas y perspectivas cuando se han colocado todos estos edificios. Utilizar otra clase de elementos sustitutivos volumétricamente pueden ocasionar roces, alcances o falta de acceso y manejabilidad con los edificios, árboles, postes o cualquier otro elemento, cuando coloquemos los verdaderos y ya tengamos colocadas las vías..


Lógicamente, con anterioridad a este paso, la documentación es absolutamente imprescindible para poder reproducir con acierto la realidad en una maqueta. Buscar detalles correspondientes a la época seleccionada para incorporarlos a la maqueta lleva tiempo, pero es una de las fases que, personalmente, me parecen mas atrayentes. 

En el próximo capítulo explicaré como he construido la base. Como siempre, algo bastante sencillo. Si entráis en la etiqueta inferior "Una maqueta sencilla" podréis leer algunos de los criterios estéticos que utilicé para confeccionar esta maqueta.

1 comentario:

  1. Buenas tardes.
    Lo primero felicitarte, me ha gustado mucho esta entrada. Tu maqueta me llama mucho la atención, tiene un aviente ibérico fantástico, en una época que me encanta.
    Al leer el articulo me ha surgido una duda, ¿que significa tramoya y que utilidad tiene? perdona mi ignorancia.

    ...seguire atentento a las siguientes articulos!!

    Un saludo.
    yoshimuratren.

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