ENVEJECER ES CUESTIÓN DE TIEMPO

Esta es una frase que parece una estupidez por lo simplista. Pero cuando se le aplica a los trenes en miniatura ya no lo es tanto. Los que, desde pequeños, hemos disfrutado de los trenes procuramos mantenerlos en su estado original, impolutos, como el primer día. Limpiamos el polvo con nuestras escobillas y pinceles y observamos si se ha producido el más mínimo desperfecto al rodar. Y ¡Madre Mía! si ha sido así. El enfado, el sufrimiento nos invade, buscamos por la maqueta la pequeña pieza desprendida para recolocarla. Y si no la encontramos... si no la encontramos es el no vivir hasta ver si tenemos repuesto y si no lo tenemos es el espanto. La apoteosis del drama. Pero la vida no es así.


Todo envejece, el tiempo pasa y desgasta, las pinturas se levantan o se difuminan, los bajos se ensucian, los metales se recalientan y se oxidan, las maderas se ennegrecen, la suciedad y el polvo acaban invadiendo los recovecos a los que resulta difícil llegar en un proceso de limpieza.


A nuestro material fijo y móvil le debe pasar lo mismo, porque cuando se va buscando la realidad, aunque sea a escala, nos encontramos con la pátina del tiempo que deberemos aplicar a todo lo que hemos construido. Edificios, vías, locomotoras, coches y vagones. Con moderación, no convirtamos una colección en una serie de vehículos pintarrajeados. En mi opinión se debe respetar el orden lógico de la realidad y solamente debemos remitirnos a observar y copiar.


En lo que se refiere al material móvil, envejeceremos en función del tipo de vehículo, del material de que está constituido, de su edad, de la naturaleza de su utilización, etc. Podíamos seguir hasta llegar a considerar el color del polvo del balasto a la hora de ensuciar los bajos. Pero no hay que pasarse. Tampoco todos los vehículos deben tener el mismo grado de envejecimiento y suciedad.


Durante mucho tiempo me he resistido a utilizar esta técnica en mis vehículos. Me da pavor ensuciar una locomotora o un coche de viajeros. Cosas de otro siglo. He empezado por los vagones y las locomotoras Low-Cost y cuando vaya mejorando seguiré con lo demás. Pensemos que cada pieza pasa a ser una pieza única. Es un valor añadido en una colección. Lo recomiendo con prudencia.

Existen excelentes vídeos y artículos sobre como realizar estas técnicas de envejecimiento. Los materiales necesarios se encuentran fácilmente en las tiendas de modelismo. No es imprescindible usar un  aerógrafo para dar unos buenos resultados y es entretenido y gratificante ver el aspecto final. En cualquier caso, siempre se debe tener en cuenta no sobrecargar sistemáticamente la suciedad, excepto en aquellos casos que hemos podido comprobar documentalmente que era así. Esta es otra variante del modelismo de atmósfera que ayuda a crear esa sensación de realidad en nuestras maquetas. Seamos medianamente sucios amigos, y quién sabe si llegaremos a ser maestros del pincel.

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