ENSUCIANDO MADERA.

Muchos de los vagones que utilizamos tiene parte de sus componentes de madera. Los suelos de la mayoría son de este material. En algunas ocasiones el modelo trae el suelo pintado pero limpio como una patena. No resulta fácil ver esto en la realidad a no ser que estemos en la fábrica el día de entrega.
Vamos a ensuciar nuestros vagones y darles una pátina de realidad, como siempre sin pasarnos.

En la mayoría de los casos los suelos vienen en el color con el que se ha realizado el molde del vagón. 
Los suelos no se ensucian por igual en toda su extensión. 
La suciedad dependerá de las cargas que haya trasladado, el tipo de carga, además de la exposición al aire libre en el caso de los vagones abiertos. 

Lo primero es dar una mano de pintura color madera a todo el suelo. Después se pueden dar unos toques de color marrón caoba aclarando para que no quede repartido por igual. 

Se ensucia con un color polvo a pincel seco en las zonas que elijamos. A continuación una aguada de grasa y suciedad. Añadimos un poco de polvo negro con pincel seco y otro poco con pincel húmedo. Se elimina el sobrante y se deja secar.


En el caso de que queramos que predomine el color madera eliminaremos los toques color caoba para insistir más en los marrones hasta alcanzar el color elegido. Se manchará generosamente de suciedad, en este caso de color negro en aguadas sucesivas, de forma que no quede igual en todo el piso.

Si como ocurre en este vagón, el suelo tiene unos cuantos tablones en madera y el resto es de chapa, trataremos la madera por cualquiera de los procedimiento antes descritos y se ensuciará la chapa de la misma forma que en el resto del vagón. 
Sería conveniente aplicar algunos arañazos en la zona de la chapa con pequeñas marcas de óxido.
Los vagones de chapa tienen habitualmente deformaciones en sus paredes y bordes como consecuencia de la carga y descarga.
Pueden hacerse con calor, un soldador caliente, con mucho cuidado al aplicarlo.


 La mayor parte de la suciedad se quedará en los rincones y bordes, siendo la parte central la más desgastada por el uso.

Siempre es necesario pintar y patinar el interior de los vagones abiertos. Aunque tengamos pensado cargar estos vagones y creamos que no se va apreciar el trabajo de la pátina, en un momento dado, los vagones tendrán que ir de vacío y entonces será cuando nuestro trabajo se vea recompensado estéticamente.
Como siempre ocurre, habrá aficionados que sabrán utilizar estas técnicas de forma excelente, maestros del pincel y el aerógrafo, pero se trata de divertirse y pasar el rato sin que tengamos que utilizar grandes medios y con conocimientos elementales para un aficionado normal.
Trato, simplemente, de animar a todos los que empiezan con la afición a añadir eso que es básico en una instalación, atmósfera. El exceso de limpieza no ha caracterizado nunca a ninguna administración ferroviaria y recordad que las instalaciones están al aire libre. El polvo es una buena cosa.

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