UNA SINGULARIDAD: LOS COCHES DESLIZANTES INGLESES

Hace unos días estaba buscando unas piezas de fundición en unas páginas inglesas cuando me apareció el Restaurante triple de la LNER Gresley de la marca de kits Comet Models, comprada si no recuerdo mal por una compañía japonesa, Wizard Models. La cosa es que me sirvió para recordar una conversación que mantuve hace muchos años con D. Alejandro Goicoechea sobre el bogie compartido y la estabilidad en los coches de viajeros. Tuve la suerte de poder disfrutar de alguna conversación más con D. Alejandro y en una de ellas salió a relucir, cómo no, el tema de la velocidad en los trenes y hablamos, entre otras cosas, de propuestas extrañas, como la de los coches ingleses que se dejaban sueltos al final del tren para ganar tiempos en las disgregaciones. Las casualidades de la vida hacen que de repente se enlacen una serie de circunstancias, y como ejemplo, baste el que casi simultáneamente a estos recuerdos, buscando en YouTube unas maquetas inglesas, me encuentre un vídeo que recoge el funcionamiento de estos trenes. Algo inaudito por lo insospechado del asunto. En la página de Mike´s Railway History se puede leer una entrada que trata el tema de forma acertada, pero francamente jamás pensé que esto pudiera interesar ya a nadie. Como curiosidad lo cuento.


En pocas palabras se trataba de unos coches que  situados al final de los trenes, se soltaban del tren por un procedimiento mecánico, para no tener que efectuar paradas cuando existían disgregaciones. Al llegar a puntos determinados, se procedía a soltar los coches para que la inercia les hiciese llegar hasta la estación correspondiente mientras el resto de la composición seguía su camino sin realizar la parada. Este procedimiento dejó de utilizarse al final de la I Guerra Mundial, aunque en algunos recorridos se siguió usando casi hasta los años 60.

Evidentemente solo se ganaba tiempo en una de los dos sentidos de la línea porque la agregación de coches debía realizarse de forma tradicional.

Estos trenes singulares, como los trenes de pollos  de la Cintura o los expresos sobre neumáticos  franceses, siempre me han llamado la atención, no tanto por su singularidad como por la capacidad de inventiva, más o menos desconcertante, y a veces desconcertada, del ser humano. 

Les dejo con el vídeo de los coches deslizantes, SLIP COACHES  que lo disfruten.