LA ESTACIÓN DE DIEPPE MARITIME EN H0

Las estaciones de ferrocarril son una de mis debilidades ya que reúnen dos de mis más queridas aficiones, el tren y la arquitectura. Siempre me he considerado más creador de estaciones que de líneas de tren con sus paisajes, quizás porque soy más urbanita que campestre. En cualquier caso suscribo aquella frase de que las estaciones de ferrocarril son las catedrales de nuestro tiempo.

Desgraciadamente, en el modelismo a escala, en raras ocasiones podemos disponer de la posibilidad de construir una estación que merezca la pena desde un punto de vista arquitectónico, puesto que nos vemos imposibilitados por el tamaño de las grandes estaciones, ya que las pequeñas, normalmente, no presentan características singulares más allá de las propias de una línea o región.


Uno de estos casos singulares fue el de la estación marítima de Dieppe que se construyó para dar acceso en la costa francesa a los viajeros que desde Londres viajaban, vía Newhaven, a Rouen y París, por un acuerdo entre las Compañías London-Brighton & South Coast Railway y la Compagnie des chemins de fer de l'Ouest.




En principio, la estación original no merecía ninguna consideración especial desde el punto de vista arquitectónico hasta que, como consecuencia de los combates que tuvieron lugar en el año 1942 a causa del fallido desembarco de británicos y canadienses en la IIGM, quedó totalmente destruida y fue necesaria su reconstrucción.

Estación de Lens
Se encargó de la misma el arquitecto francés Urbain Cassan que ya había trabajado en varios proyectos de estaciones, entre ellas la de Lens, una bonita estación Art Decó en hormigón, muy parecida en algunos aspectos, como la torre del reloj, a la terminal de Dieppe Maritime, que quedó terminada en 1953, con un cierto aire Decó que ya no correspondía a la época de su inauguración, pero que a mí me resulta particularmente atractivo.


La estación, aparte de la originalidad del edificio de pasajeros, dispone de dos grúas  portuarias sobre carril para carga y descarga y pasarela con puente para acceso de los trenes a los transbordadores.  Este conjunto de elementos la diferencian notablemente de cualquier otra estación convencional.


Con tres vías solamente, una de ellas para los vagones de mercancías, e integrada en el Quai Henri IV,  presenta la atractiva sencillez de las antiguas estaciones de embarque que tantos recuerdos nos pueden traer a los que conocimos aquellos viajes en los que había que realizar un transbordo.


Hoy día, como en tantas otras partes, la modificación de los usos y costumbres de los viajes ha llevado a la desaparición del edificio y ya no queda nada de la estación, que ha sido sustituida por un paseo. Es, por tanto, una oportunidad de volver al pasado para disfrutar de los viejos barcos y trenes a vapor en una atmósfera elegante de coches cama y expresos.


La empresa Regions & Compagnies ha reproducido esta estación con un gran acierto, lo que permite, si se desea, poder montar una maqueta tipo estantería con la estación y los muelles. La casualidad de que el trazado de las vías forme una Z y el hecho de que se puede considerar casi una zona industrial  puede facilitar la incorporación de curvas más cerradas de radio de lo que sería normal en una maqueta convencional, pudiendo llegar a aceptar los 500-600 mm. teniendo en cuenta las limitaciones de las locomotoras de gama alta que serían las adecuadas para este tipo de maqueta.


Como también se han reproducido otros elementos como las grúas, la plataforma de acceso a los transbordadores y hasta un transbordador con el interior habilitado para recibir composiciones, podemos disponer de una excelente ocasión de ver desplazarse vagones, coches y locomotoras con gran lentitud disfrutando de sus detalles.

Un fondo de fachadas de edificios, que se pueden encontrar con buena calidad, es suficiente para esconder un haz de vías que nos permita intercambiar las composiciones de llegadas y salidas si sólo se quiere reproducir el muelle de pasajeros sobre el Quai Henri IV, simplificando el paisaje.


Una opción para disfrutar de modelos de latón y de alta gama en un espacio con ambiente ferroviario.
¿Quién no quiere ver grandes expresos de lujo a diario, moviéndose lentamente por los muelles en donde las grúas cargan las bodegas de los barcos y los pasajeros estiran las piernas por el andén mientras se forma la línea de los coches azules de la CIWL que los llevarán a París?
Es una elección entre cantidad y calidad, pero como digo siempre, a veces menos es más. De momento, podemos disfrutar soñando. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tus comentarios!