Dentro de la gama de modelos en plástico en la escala H0, podemos disponer de algunas marcas que se están decantando por fabricar en plástico con una calidad de detalle, podríamos decir, similar al latón. Existía ese hueco en la clientela y hay quien ha sabido buscarlo y ocuparlo. Como en tantas otras cosas, la totalidad de las marcas es extranjera, por lo que los modelos españoles están escasamente reproducidos, siendo excepciones los que se pueden encontrar en el mercado.
Esta gama alta incorpora en sus modelos piezas muy detalladas, con materiales adecuados para poder utilizarlos en la escala correspondiente, sustituyendo piezas plásticas por otras de latón, fundición, metal blanco, etc, con tal de que se ajusten ópticamente al modelo real. Un mayor control de calidad final, series no excesivamente largas, modelos estratégicamente muy bien escogidos para poder versionarlos de forma correcta y sin grandes modificaciones, contribuyen a dar esa impresión de excelencia que va a justificar el aumento del precio final sobre el de los modelos de gamas más bajas.
¿Merece la pena la diferencia?. Yo creo que sí. Tanto para el coleccionista de vitrina como para el modelista de maqueta, poder contemplar estos modelos terminados debe darles una verdadera satisfacción, como es mi caso. Una de sus ventajas es que pueden circular, respetando ciertas limitaciones, porque están previstas tanto la versión vitrina como la de maqueta en la piecería que acompaña al modelo.
Entrar a enumerar las diferencias sería crear un cúmulo de situaciones odiosas comparando con otras gamas, tanto si nos atenemos a los detalles exteriores, interiores o de bajos, como de motorización. Locomotoras con infinidad de posibilidades digitales, cada vez en mayor medida, tanto de sonido como de funcionamiento, iluminación en coches y vagones, que hacen felices a un buen número de aficionados, desde los más "jugueteros" a los más exigentes, sin que los precios adquieran el carácter, a veces desorbitado, de los modelos de latón. Para una maqueta bien realizada, estos modelos son por una parte imprescindibles y por otra, más que suficientes para una explotación veraz.
En la fotografía anterior muestro un modelo de una marca de calidad alta con varios detalles a la vista como barandillas, portaseñales, goznes de puertas, cierres, ruedas, inscripciones perfectamente legibles, rodadura y cinemática perfectas, varias piezas en bolsita aparte para modelo de vitrina. Todo esto con una ligerísima diferencia de precio, cuando no igual, respecto a un modelo similar de fabricación nacional de gama media.
Lamentablemente los modelos españoles son pocos, algunos coches de la CIWL, unas tolvas de cereales que yo recuerde ahora mismo, algo habrá pero poco más. Hay que recurrir a modelos franceses, alemanes, suizos, etc, para disponer de estos ejemplares en nuestras maquetas o vitrinas.
Mientras que en el parque móvil de vagones, las diferencias económicas de precio no son excesivas, no ocurre lo mismo con los coches de viajeros que pueden presentar diferencias notables.
Aquí el incremento es mayor, aunque he de hacer constar que en modelos en los que la terminación final tiene poco que ver con los que estamos acostumbrados a colocar en nuestras maquetas nacionales.
Frente a unos modelos obsoletos de forma y concepción o adaptaciones inexactas de modelos de otras administraciones, caso de los modelos españoles, nos encontramos con reproducciones cuidadas en todos sus aspectos y, lógicamente, con diferencias de precio que corresponden con las prestaciones de esos modelos.
Los coches con luz incorporada, con la posibilidad de mantenerla encendida o apagada, o que disponen de otros artilugios digitales, con el incremento de mano de obra, no pueden costar lo mismo que los que únicamente llevan una compartimentación interior. El precio de estos últimos no es muy diferente de nuestros modelos de gama media, pero la calidad, sí.
Existen modelos que por sus características requieren una mayor calidad de detalle, con lo que el precio aumenta porque, evidentemente, existe una diferencia entre fabricar un coche Pullman, exquisitamente reproducido, o un cerrado de dos ejes, aunque ambos dispongan de una excelente y muy completa reproducción de piezas bajo el bastidor.
La mayoría de estas marcas comerciales son conocidas por todos, por lo que considero que no merece la pena nombrarlas, algunas son menos conocidas, pero si alguien está interesado en alguna en concreto, con mucho gusto le informaré hasta donde sepa.
En mi opinión, para dedicarse al modelismo ferroviario en cualquiera de sus aspectos se debe, imprescindiblemente, disponer de modelos de esta gama. Escogiendo con cuidado y moderación los modelos, se pueden formar tanto colecciones como explotaciones de una gran calidad y belleza sin necesidad de arruinarse. Creo importante insistir en que es preferible disponer de modelos de calidad en vez de cantidad de modelos. Esta calidad es la que yo pido a un modelo moderno. Buena reproducción, piezas detalladas, buen rodaje, precio adecuado.
Me queda únicamente hablar de los modelos en latón, cosa que haré próximamente para dar por finalizada esta serie de opiniones.
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