Recuerdo a los tractores de la serie 10300 y luego a los 10500 moviéndose sin parar en la estación de Atocha. Nunca me he podido sustraer a disfrutar de las operaciones de maniobras en las grandes estaciones. Todos esos movimientos de trenes, coches y vagones siempre me han resultado fascinantes. Esos recuerdos de niño son los que, al final, condicionan nuestros gustos por un tipo determinado de maqueta y explotación. Lógicamente, no podía evitar tener más de una de estas locomotoras aunque en mi estación término, que es muy modesta, con las viejas 030 podría tener suficiente.
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