Aprovechando la normalización pospandémica, como ave fénix renacido, vuelvo a salir al exterior. Tras unos años de arduo y difícil matrimonio con el modelismo de Renfe, vuelvo a caer en la comodidad de las amantes de juventud y retomo mi pasión por los modelos de la DRG.
Incluso estoy dispuesto a incluir mis bellas francesas y nerviosas italianas en el paquete. Cuantas alegrías y satisfacciones me habrán dado las revistas, los libros, los vídeos que con tanta facilidad pueden obtenerse de estas Administraciones. Y, ¿qué decir de los modelos? Abundantes, detallados, preciosos y precisos.
¡Qué felicidad! Adiós a la escasez, a las esperas eternas en busca del modelo anual que luego igual no funciona bien, al bricolaje autentificador, a los modelos obsoletos, a la nada convertida en ilusión. Poder volver a pasar la mañana en una librería ante unas estanterías llenas de material para satisfacer una afición, o las tardes de tienda en tienda, aunque solamente sea viendo escaparates. Tiendas y librerías de Berlín, París... Como decía Bergier, "Existen otros mundos, pero están en éste". Salgo de nuevo a buscarlos.
Incluso estoy dispuesto a incluir mis bellas francesas y nerviosas italianas en el paquete. Cuantas alegrías y satisfacciones me habrán dado las revistas, los libros, los vídeos que con tanta facilidad pueden obtenerse de estas Administraciones. Y, ¿qué decir de los modelos? Abundantes, detallados, preciosos y precisos.
¡Qué felicidad! Adiós a la escasez, a las esperas eternas en busca del modelo anual que luego igual no funciona bien, al bricolaje autentificador, a los modelos obsoletos, a la nada convertida en ilusión. Poder volver a pasar la mañana en una librería ante unas estanterías llenas de material para satisfacer una afición, o las tardes de tienda en tienda, aunque solamente sea viendo escaparates. Tiendas y librerías de Berlín, París... Como decía Bergier, "Existen otros mundos, pero están en éste". Salgo de nuevo a buscarlos.
Vuelvo a poner en marcha mis reguladores y mis trenes corretean alegres por las vías. Qué satisfacción ver la variedad de modelos, la cantidad de composiciones, el número de locomotoras ¡¡de vapor!! que me esperan, mientras mi mirada corre de un sitio a otro. Aquí un expreso, allí un mercante, los cercanías entrando y saliendo, el tren de la leche de Anhalter, los SVT. ¡Qué trajín, qué jaleo! ¡Un Rheingold que ya llega y hay que darle vía! El FDt 47 que parte hacia Konisberg abandona el anden 1 con la elegancia indiscutible de un SVT y me quedo mirándolo extasiado. El placer de la belleza.
¿Cómo pude abandonar esta sensual y lujuriosa oferta de modelos variados para caer en manos de una vieja seca, de carnes escasas y obsoleta? ¿Qué extraño bebedizo me dieron aquellos dos nigromantes malvados ofreciéndome espejismos para atraerme al abismo y dejarme caer en él? No sabría decir dónde he estado estos años, ni el motivo ni la razón para mi adicción a esa oscuridad fatal. Pero he salido.
¿Cómo pude abandonar esta sensual y lujuriosa oferta de modelos variados para caer en manos de una vieja seca, de carnes escasas y obsoleta? ¿Qué extraño bebedizo me dieron aquellos dos nigromantes malvados ofreciéndome espejismos para atraerme al abismo y dejarme caer en él? No sabría decir dónde he estado estos años, ni el motivo ni la razón para mi adicción a esa oscuridad fatal. Pero he salido.
Y si las grandes composiciones de Rápidos y Expresos me resultan fáciles y cómodas de reproducir, ¿qué decir de esas otras composiciones de trenes locales? Composiciones cortas con material variado y, en ocasiones, como en la fotografía anterior, muy originales. Otro concepto, otras calidades, otras posibilidades.
Me gusta poder disponer de un buen número de modelos y de una calidad aceptable, como mínimo. La escasa innovación y la falta de calidad general, salvo las conocidas raras excepciones, que imperan en el modelismo español me obligan a volver a mis orígenes en busca de otras posibilidades. ¿Mantendré mi maqueta española? Un divorcio no es un asesinato. Sí, la mantendré. Y mientras el señor Lacalle siga produciendo... Una vez al año no hace daño.
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