MI CÁMARA Y YO

Mi afición a la fotografía y el cine se remonta a mis años de adolescencia. En aquella época aprendí que no era lo más importante el tener un material excelente, sino el saber mirar y mostrar lo que se mira. No cabe duda que en aquel tiempo la calidad de las máquinas era fundamental, aprendí lo suficiente como para poder divertirme y hacer algunas cosas con una calidad aceptable. En cualquier caso, nunca las he enseñado más allá del círculo íntimo en el que me muevo.  Todavía recuerdo los maletones con las cámaras y los objetivos a cuestas, algo que ha ido cambiando con el tiempo hasta la facilidad actual de llevar permanentemente una cámara en el bolsillo. No soy fotógrafo de trenes, nunca lo he sido. Los vídeos que grabo y subo a YouTube son para mí, para tenerlos almacenados y poder verlos en la televisión cómodamente y ha sido una sorpresa la aceptación y el seguimiento. No lo esperaba. Si es cierto que me gustan las tomas de alguno, como las del "Desde la vía", que creo que nunca se han hecho en una maqueta. De algo tiene que servir estudiar a los grandes Directores de cine. 
Mi única recomendación es que se filme lo que se siente. Eso requiere tiempo, paciencia, pensar en lo que quieres transmitir, en lo que quieres ver y ser crítico con el resultado porque es para tí. De la misma forma que cuando estoy por ahí ya no hago fotos a diestro y siniestro como esos turistas enloquecidos, doy mis paseos sin prisas, busco algo que me llame la atención, lo miro, lo valoro, pruebo y a lo mejor al día siguiente vuelvo y tiro algo definitivo. Detrás de una cámara siempre debe haber un depredador que escoja lo que más le guste. No es la cámara la que define.

Estimados amigos, os dejo un artículo de EL PAÍS en donde se dan unos consejos para hacer buenas fotos que también sirven para los vídeos. 








Cómo sacar fotos magistrales con tu móvil de siempre

Trucos y consejos para exprimir su cámara




Fotografias con el movil
Un turista toma una foto de la Torre Eiffel. GETTY IMAGES

Hay que reconocerlo sin medias tintas: el móvil puso patas arriba el mundo de la fotografía, y más en concreto, la llegada de los smartphones: se trata, sin ningún tipo de lugar a dudas, del componente más utilizado por la gran mayoría, y lo que resulta más importante, un factor decisivo de compra. Así las cosas, los fabricantes se esfuerzan denodadamente en mejorar en lo posible su hardware y logrando resultados que sorprenden si tenemos en cuenta que se trata de un teléfono. Ahora bien ¿es una buena cámara un factor decisivo a la hora de tomar buenas fotografías? Los expertos niegan esta mayor y concluyen que la calidad de la foto la da el fotógrafo, y cualquier móvil de gama media puede sacar unas fotografías espectaculares ¿Cómo hacerlo?
Hemos querido consultar con el experto más reputado del mundo en fotografía móvil, Austin Mann, el fotógrafo mimado por Apple y que suele enviarle los nuevos modelos de iPhone en exclusiva para que exprima sus cámaras. Aquí van algunos consejos.
La clave está en el fotógrafo, no la cámara
Sería muy tentador pensar que detrás de una excelente fotografía hay siempre una óptica de primer nivel, pero Mann desmiente a EL PAÍS este extremo: “la clave de una buena foto no tiene nada que ver con la cámara”, explica, “sino en ver las cosas como nadie las ve”. En este sentido, aconseja cambiar de perspectiva o simplemente esperar con paciencia a que “pase algo único” en nuestro campo de visión; es aquí donde brilla un teléfono móvil frente a una cámara porque siempre lo llevamos en el bolsillo y tomar una foto requiere apenas unos segundos.
Mantener siempre la lente limpia
Puede parecer una cuestión menor, pero son incontables las excelentes fotografías arruinadas por culpa de una lente sucia o con una capa de grasa que atenúa los colores. Siempre es posible realizar una edición posterior, pero es una lástima perder un disparo sobresaliente por un asunto tan nimio. La lente del móvil siempre está expuesta y se trata de un dispositivo que se lleva siempre en las manos y en los bolsillos, con lo que la posibilidad de que se ensucie es muy elevada. ¿Cómo limpiarla? Basta con pasar un paño suave o frotar la lente con la manga de la camisa para quitar esa suciedad.
Usar la cámara nativa
Si bien es cierto que las tiendas de aplicaciones están repletas de soberbias aplicaciones de cámara que logran exprimir el hardware y las lentes hasta límites insospechados, lo cierto es que su uso debilita las fortalezas del móvil en este terreno. Mann explica que, precisamente, los puntos fuertes de la cámara de un teléfono son su rapidez y facilidad de uso, y con ellos “deberemos sacar lo mejor de la cámara”. Este experto desaconseja aplicar los hábitos de la cámara réflex en un móvil: “mejor no intentar sacar fotos con una gran exposición o forzando el zoom al máximo”, ya que no son elementos en los que brilla la cámara de un teléfono.
Evita el flash en lo posible
El software que gestiona la cámara de los móviles realmente eficiente a la hora de lograr excelentes resultados en las peores condiciones y puede aplicarse la máxima que reza aquello de “resulta imposible sacar una mala foto” con un móvil moderno. Sin embargo, los expertos recomiendan evitar el uso del flash en la medida de lo posible: este accesorio desnaturaliza algunas tomas al forzar la luz y es mejor optar por desactivarlo y mantener el pulso y dejarse sorprender por los resultados. Evidentemente, habrá situaciones en las que resulte necesario el uso del flash como en condiciones de mínima luz en un retrato o cuando el sol se sitúa detrás del objetivo, pero por lo general, siempre es mejor no utilizarlo.
Exprime las funciones nativas de la cámara
Es fácil caer en la tentación de pensar que la aplicación de cámara que viene con el móvil es poco potente y que el fabricante deja que sean los desarrolladores los que expriman al máximo a través de apps. Sin embargo, sucede justo lo contrario: marcas como Apple, Samsung o Google, mezclan los ingredientes del software y el hardware de una forma única y quien consigue exprimir al máximo la cámara nativa, obtendrá los mejores resultados. Así, se puede jugar con los diferentes modos (retrato, HDR...) y también ver qué resultados se obtienen gestionando a mano el foco (tocar sobre el objetivo) o exposición.
No es necesario tener el último modelo
Mann insiste en que la clave de una buena fotografía está en el fotógrafo y no el equipo y no es necesario contar con el último modelo de móvil para lograr excelentes resultados. Este experto solo recomienda cambiar de modelo “cada uno o dos años” si se es un usuario profesional de la fotografía móvil ya que “los sensores y la tecnología avanzan a pasos agigantados” y permiten tomar instantáneas que antes resultaban imposibles, como los modos nocturnos de la última generación de teléfonos.

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