Mi afición a la fotografía y el cine se remonta a mis años de adolescencia. En aquella época aprendí que no era lo más importante el tener un material excelente, sino el saber mirar y mostrar lo que se mira. No cabe duda que en aquel tiempo la calidad de las máquinas era fundamental, aprendí lo suficiente como para poder divertirme y hacer algunas cosas con una calidad aceptable. En cualquier caso, nunca las he enseñado más allá del círculo íntimo en el que me muevo. Todavía recuerdo los maletones con las cámaras y los objetivos a cuestas, algo que ha ido cambiando con el tiempo hasta la facilidad actual de llevar permanentemente una cámara en el bolsillo. No soy fotógrafo de trenes, nunca lo he sido. Los vídeos que grabo y subo a YouTube son para mí, para tenerlos almacenados y poder verlos en la televisión cómodamente y ha sido una sorpresa la aceptación y el seguimiento. No lo esperaba. Si es cierto que me gustan las tomas de alguno, como las del "Desde la vía", que creo que nunca se han hecho en una maqueta. De algo tiene que servir estudiar a los grandes Directores de cine.
Mi única recomendación es que se filme lo que se siente. Eso requiere tiempo, paciencia, pensar en lo que quieres transmitir, en lo que quieres ver y ser crítico con el resultado porque es para tí. De la misma forma que cuando estoy por ahí ya no hago fotos a diestro y siniestro como esos turistas enloquecidos, doy mis paseos sin prisas, busco algo que me llame la atención, lo miro, lo valoro, pruebo y a lo mejor al día siguiente vuelvo y tiro algo definitivo. Detrás de una cámara siempre debe haber un depredador que escoja lo que más le guste. No es la cámara la que define.
Estimados amigos, os dejo un artículo de EL PAÍS en donde se dan unos consejos para hacer buenas fotos que también sirven para los vídeos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios!