Quiero terminar el año con un Ómnibus que me resulta muy interesante tanto por la diversidad de su composición como por la facilidad de su reproducción. El carácter fuertemente ferroviario de esta composición hace que junto a los de las líneas del norte en Alsásua, Castejón, Pamplona, sean uno de mis favoritos en estos años.
Un tren humilde pero maravilloso compuesto por una locomotora 313, un DV 340000, un DGDC 2000, dos B 7000, un BB1-5000 y un BB-8500.
De los dos coches de bogies hay que indicar su procedencia y destino: el BB1-5000 es ese coche que, desde Espeluy, va y viene a Jaén desde Madrid y que ya apareció en sentido inverso en una entrada anterior. El BB-8500, en un viaje cuasi infinito, también desde Jaén va y viene hacia Barcelona.
La genialidad de la imagen, que recuerda más a una especie de romería ferroviaria que a un tren en el concepto tradicional, puede ser representativa de porqué la RENFE comenzó a perder la batalla contra el automóvil a mediados de los años setenta.
El "hombre del seiscientos" avanzaba más deprisa, más cómodo y por menos dinero. Sin embargo para los aficionados es el comienzo del final de una época maravillosa. Nunca estamos todos contentos.
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