Cuando tiré la foto iba buscando que se viera el puente móvil que había construido para desplazar cargas pesadas dentro del cocherón.
Tuve que meter el objetivo dentro y buscar una línea de fuga que equilibrara la luz que entra por la claraboya con la masa de la locomotora para dar sensación de profundidad.
Salvando enormemente las distancias, me recuerda a los Monet de la estación de Saint-Lazare, en los que la claraboya de la marquesina también juega un papel importante en la composición del cuadro.
De los doce cuadros que pintó con el tema de la estación de Saint-Lazare solamente en cuatro aparece la marquesina, porque el resto son del exterior de la estación, pero queda claro que mi subconsciente ha retenido la composición de las imágenes. No hay nada nuevo bajo el sol, solo algo cambiado.
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