Patinar los ABJ de RENFE era uno de esos ejercicios pendientes. Manchar su brillante plateado no acababa de convencerme porque me parecía difícil acertar con la cantidad y el tono de suciedad que habría de aportar para que pareciera auténtico. Tras consultar un montón de fotografías me decidí y, finalmente, acabé patinando muy ligeramente los tres automotores. Un poco más de suciedad en los techos y menos en los lados y los frontales, que es donde el "lavado" se hacía en la estación entre servicios, como puede comprobarse en la fotografía en donde un abnegado trabajador, cepillo en mano, repasa cristales y chapas.
Unas fotos muy interesantes
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