Las maniobras constituyen una parte fundamental, yo diría que casi la más fundamental, de los movimientos que hacemos en nuestras maquetas. Sean éstas como sean, siempre se debe reservar en ellas una zona para poder hacer unas cuantas maniobras. Una vía muerta ya permite un almacén, una instalación privada o cualquier otra cosa que se nos ocurra. A partir de ahí podemos comenzar a maniobrar con un pequeño tractor llevando y trayendo coches y vagones. Lo normal es que construyamos nuestras maquetas con un espacio dedicado a hacer estos movimientos en el que se incluya más de una vía. Ahora bien, ¿cómo debe ser este espacio?
La respuesta es muy simple, depende de como juegue cada aficionado con sus trenes. Si se pretende imitar una explotación real habrá que cumplir con una serie de normas básicas de funcionamiento. Si lo que se trata es de jugar con los trenes pasando el rato, pues como se quiera.
Tratando de imitar una explotación real deberemos tener en cuenta algunas de las normas, no todas, porque no tiene sentido, que nos permitan tener la sensación de que estamos en una estación de viajeros o mercancías, según el modelo que escojamos. Esto del tipo de estación es definitorio porque el diseño condiciona los movimientos, ya que no serán los mismos en una estación término de viajeros que en una de paso, como tampoco lo serán en una de clasificación o en una de contenedores, por ejemplo. La época también tiene su importancia porque el material ha ido cambiando, las composiciones también, y ya no se hacen ahora las mismas maniobras que podían verse en los años cincuenta del siglo pasado.
En la época III y principios de la IV las maniobras eran constantes. Son, por tanto, mis favoritas para este tipo de juego. Tanto las de los coches de viajeros como las de vagones de mercancías. Cada una se realiza de forma diferente. Siempre hay que distinguir entre las que se hacen en zona cerrada al tráfico ferroviario y las que tienen que efectuarse en playas de vías con trenes en movimiento donde deberán existir unas vías destinadas a ellas. Todas las maniobras deben estar señalizadas por cualquier sistema, tendrán la duración más corta posible y utilizando el menor número de movimientos. También hay que tener presente que el tractor, si es que se utiliza, debe poder quedar libre siempre al acabar las maniobras, por lo que disponer de una vía de escape es absolutamente necesario.
Al diseñar nuestra instalación debemos tener en cuenta todas estas cosas porque la inclusión posterior es muy complicada si no se ha diseñado bien. No me atrevo a aconsejar a nadie que se vaya a contemplar los movimientos en una estación porque, como decía anteriormente, aquellos tractores, correteando arriba y abajo, que podían observarse mientras esperábamos la salida del tren, ya no son habituales. La composición de los trenes ahora es inexistente porque son unidades completas en la mayoría de los casos, como mucho acopladas una a otra. En aquellas estaciones se aprendía mucho, podían observarse muchos detalles para incorporarlos tanto a las maquetas como al sistema de explotación de las mismas. Ahora todo es más automático, simple, diferente. Más moderno. Más anodino.
En mi caso, amante de las estaciones, como ver rodar los trenes despacio es algo que me resulta muy agradable, siempre he disfrutado con las maniobras de cualquier tipo. En todas mis maquetas dejo un espacio para poder realizarlas. Es una actividad entretenida que se presta a múltiples variaciones. Imprescindible en la explotación.
Os dejo con un vídeo de maniobras con un tren carbonero. Una anomalía para prestar un servicio en mi maqueta de Villafranca Término. IDAS Y VUELTAS: MANIOBRAS 1
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