En el año 1963 viajé a Lisboa por primera vez. No sé decir cuántas veces he vuelto, han sido tantas, Lisboa es como mi casa y, al igual que hice en España, he recorrido Portugal completamente. Sensaciones, emociones, recuerdos extraordinarios y esa felicidad, ¿será la saudade? que siempre me ayudan a volver.
En este año ferroviario tan Luso, tras los Sorefame de Sudexpress se presenta un coche de Miniaturas Lacalle, modelos que ayudan a paliar la escasa producción de material ibérico de calidad y que me resultan muy interesantes.
Posiblemente, todos los que coleccionamos las piezas del señor Lacalle somos incondicionales suyos porque ninguno de sus modelos nos decepciona, crea piezas muy exquisitas como es este coche de los ferrocarriles portugueses que acabo de recibir. Un modelo asimétrico con un lateral diferente al otro según se trate de pasillo o compartimentos y numerosos detalles exteriores.
El largo empate, que acertadamente se ha mantenido en el modelo a escala, hace necesario dotar a los ejes de una cierta capacidad de giro para evitar descarrilamientos en las curvas de maquetas con radios infinitamente inferiores a los de la realidad. En mi apreciación personal del trabajo de los artesanos, uno de los puntos a tener en cuenta es la capacidad de adaptar, por medio de la técnica, el respeto a la escala en algunos valores fundamentales del modelo, como las medidas. Otra cuestión diferente es el grado de reproducción posible de determinados detalles, ya que muchos de ellos no pueden ser reproducidos o difícilmente percibidos a la escala elegida. En términos populares: Antes que los remaches, el tamaño.
El modelo, en mano, permite apreciar el trabajo y la calidad del mismo. A los detalles de un interior cuidado, me encantan esos maleteros, se añaden los exteriores con las estufas de calefacción en los testeros, las manivelas de las puertas o las barandillas de los laterales.
Fuelles, estribos, tirantes, topes y bastidor completan un modelo que, aunque acostumbrado a su estilo, me parece extraordinario por la cantidad de trabajo que lleva implícito. Gracias de nuevo Sr. Lacalle.
Aunque con casi toda seguridad nunca ha circulado por las vías españolas no me voy a resistir a que pase por las de mi maqueta con alguna composición que podría calificar de Oeste.
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