Una de mis Mikados alemanas, la BR 39 de la DRG, con un expreso compuesto por coches prusianos, comienza a atravesar el puente que cruza el torrente tumultuoso que existe a la salida de la estación de Reichesheilm. La locomotora va cogiendo fuerza antes de entrar en uno de los túneles que existen en la línea. Esta locomotora de la antigua Fleischmann siempre me ha gustado porque tiene un andar muy majestuoso. No coge excesiva velocidad, cosa que para mi gusto es de agradecer, pero es infatigable e infalible ante cualquier eventualidad que pueda suceder en la vía. Nunca da problemas de funcionamiento. Ah, las antiguas Fleischmann, ¡cuantos kilómetros habremos recorrido juntos!
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