2022. EL PUNTO DE INFLEXIÓN

Comenzar el año con una autocrítica parece casi el canon apropiado para enmendar los entuertos que se cometieron con anterioridad. En esa autocrítica se suelen dar los propósitos de enmienda que, pasados los 365 días correspondientes, se puede comprobar que fueron inútiles volviendo a reproducirse los mismos fallos, en mayor o menor medida, que los del año anterior. Es ese yo y la circunstancia que nos hace predecibles. Espero que no ocurra así en mi caso.

Desde que comenzó oficialmente la pandemia los viajes por Europa se han vuelto imposibles por la dificultad de desplazarse no solo con seguridad sino con comodidad. El tiempo que dedicaba a estos viajes he ido ocupándolo en asuntos relacionados con el modelismo, cambiando así la relación espacio-tiempo de mis aficiones, dando una priorización a esta afición sobre otras.

En primer lugar debo reconocer que este incremento temporal del modelismo ha ido pasando de un entretenimiento a una dedicación cada vez más acusada, con el peligro que tienen estas cosas de llegar a convertirse en una obsesión alienante. Bien está tener algo con lo que pasar el rato, pero convertir esos ratos en una considerable cantidad de tiempo, aparte de excesivo, siempre me ha parecido un inconveniente intelectual. El conocimiento monotemático exacerbado aumenta la incomunicación, conduce al sectarismo, a la endogamia intelectual, y, en casos extremos, a la demencia. No estoy dispuesto a ello.

Este blog nació y prosperó por motivos de entretenimiento personal. Alimentar sus entradas me ha ido llevando a dedicarle un tiempo cada vez mayor, complementándolas con fotografías y últimamente vídeos. Toda esta parafernalia ha ido acompañada de compras de material imprescindible para el montaje de estas películas y fotografías. De seguir así  me ocuparía más tiempo del deseable y me haría con una colección innecesaria. Me he dado cuenta a tiempo. Es el momento de parar y desarrollar esas otras ocupaciones abandonadas que también me resultan placenteras y que, a pesar de las restricciones que nos impone la pandemia, puedo incrementar sin ningún problema.

Esto no quiere decir que cierre este blog inmediatamente, pues tengo la intención de llegar a las 1.000 entradas para  colgar las armas, pero sí que se espaciaran más en el tiempo, una entrada fija al mes de forma  regular. Según me parezca añadiré alguna otra; bien sea porque encuentro algo curioso, funcional o que merezca la pena que le dedique algunas líneas. Como he repetido en múltiples ocasiones, para mí esto es un juego y nada más, pero no soy un ludópata. Hay cientos de cosas que me resultan igual de atractivas y a cada una de ellas, como a los hijos, hay que tratarlas por igual.

Para los que me habéis seguido hasta la fecha agradeceros vuestra dedicación y seguimiento. Me imagino que si seguís interesados podéis recibir la notificación de cada nueva entrada. Como gustéis.

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