Con este título genérico me propongo ir publicando algunas consideraciones sobre el mundo de las maquetas. Artículos de carácter divulgativo con el fin de animar a los aficionados que se incorporen a este mundillo del modelismo ferroviario a concebir, diseñar y construir sus maquetas de forma que, sin perder la capacidad de entretener y ver pasar trenes, puedan realizar el juego con unas condiciones más parecidas a la realidad.
A pesar de que el espacio es uno de nuestros mayores condicionantes, se puede desarrollar una maqueta que tenga un sistema de funcionamiento similar a la realidad en una superficie reducida. Todas las maquetas están construidas sobre superficies reducidas. De lo que se trata es de hacerlo lo mejor posible, sin faltar al respeto a nadie. Se debe entender que no todos los aficionados disponen de las mismas posibilidades en todos los órdenes: espacio, colección, técnica, habilidad, conocimientos, etc, sin que eso los convierta en herejes ferromodelistas condenando sus maquetas a la hoguera.
Antes de acabar con ellos, es preferible comenzar analizando algunas circunstancias que pueden tenerse en cuenta a la hora de planificar una maqueta, para que puedan interesarse en mejorar la suya, su explotación y su colección de modelos. Lo mismo que hemos ido haciendo todos los que nos hemos dedicado a este hobby, ya que ninguno de nosotros ha recibido, por inspiración divina, el cúmulo de conocimientos necesarios para ser Doctor y Guía espiritual, Defensor del modelismo y Adalid de las escalas. Aunque haya quien lo crea.
La divulgación de conceptos ferroviarios, el ambiente, los modelos posibles, son algunas de los artículos que iré desarrollando, con continuidad, pero sin fecha fija.
Espero poder así, responder más adecuadamente a algunos de los que me pedís estas informaciones. El próximo domingo comienzo con las cargas máximas con la confianza de que sea útil.
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