Si cuando nuestros padres nos regalaron el primer tren eléctrico hubieran sabido lo que estaban generando, posiblemente muchos de nosotros tendríamos otro hobby. ¿Quién podía sospechar que detrás de ese juego infantil, aparentemente inofensivo, se iba a originar un espíritu incansable e invencible de lucha contra cualquier sistema establecido, un feroz enfrentamiento contra toda norma y razón diferente de la aplicada por nuestra propia voluntad y criterio, sin obedecer más ley que la que nuestro propio deseo genera? Nadie, ni el más exaltado de los revolucionarios que en el mundo han sido han conseguido algo parecido. Solo nosotros. Los ferrocarrileros de juguete somos los que hacemos u deshacemos lo que nos da la gana con nuestros modelos y maquetas. Y que nos diga alguien algo.
Aquí vale todo. Desde los trenes de tres metros en maquetas de dos de largo y uno de ancho, hasta el mareo infinito de los expresos multiépocas dando vueltas y vueltas sucesivas. Trenes que no van a ninguna parte junto con trenes perdidos en continentes extraños, mezcladas la Administraciones y hasta los anchos de vía en un H0 universal que, como en una comunión mística, une las locomotoras americanas de AT&SF con las europeas de la DB, RENFE, los JNR del Japón, las chinas y por qué no, también las NZR neozelandesas o las australianas, ya puestos cuanto más mejor.
Somos miles de aficionados y existen miles formas de desarrollar la afición. El grupo de los puristas se escandalizan y, como si descendieran de los dioses olímpicos, bajan al mundo mortal autopresentándose como Maestros irrebatibles en posesión de las Tablas verídicas del juego auténtico. Nos amenazan con el castigo eterno por no desarrollar complicadísimos sistemas de control y desarrollo del juego a uso y semejanza de las explotaciones reales. Vano esfuerzo carente de sentido porque no se parece en nada. Terribles propuestas de fichas por coche y vagón, maniobras imposibles en maquetas de seis metros cuadrados posiblemente cuajadas de vías con radios mínimos y pendientes para trenes de cremallera.
Otros, entre los que me incluyo, optamos por un espacio más racional y simple con un paisaje adaptado al espacio disponible y una dotación de modelos acorde a una época. Somos los depurados, los que perseguimos la cuadratura del círculo metiendo en un espacio parte de nuestra imaginación y deseos que nunca acaban de cuadrarse. No convencemos a casi nadie y menos con el marchamo de exigentes y bordes que nos enchufan los que van al bulto.
Los más se dedican a la vuelta al circuito, con el correspondiente sube y baja y dale a la espiral para conseguir más metros de vías en otro absurdo intento de prolongar recorridos de uno o dos minutos. Quienes coleccionan modelos disponen de un campo gigantesco de posibilidades en función de las Administraciones, el tipo de modelo elegido, el material con que está hecho, etc.
Unos quieren reproducciones perfectas de los modelos y a otros les da igual. Con tal de que rueden y sean asequibles económicamente, o consigan el modelo que siempre han deseado, pasan por alto detalles de acabado o de calidad. Etc, etc...
Mención aparte me merecen los Marklinistas que, como fieles a una religión, permanecen unidos con sus propias reglas y normas. Posiblemente los menos anarquistas de los anárquicos como corresponde a una marca alemana. Es un mundo aparte dentro de estos mil mundos imaginarios.
Pero todos, todos, nos entretenemos, jugamos, nos divertimos y estamos en nuestro derecho a hacerlo así. Entre otras cosas porque no hacemos daño a nadie y cada uno es muy libre de divertirse como quiera sin molestar a los demás. Esta es, y debe seguir siendo, la base de este juego.
Desde este blog he intentado presentar mi visión del modelismo ferroviario con la perspectiva de un aficionado medio, que no considera este juego una parte fundamental de su vida más allá de la calma y felicidad que le da contemplar cualquier cosa que estéticamente resulte atrayente. No soy un forofo, ni estoy atacado de los nervios por conseguir el próximo modelo. Soy una persona normal a la que le gustan las cosas bien hechas para poder disfrutarlas mucho tiempo. Tampoco es esta afición la única que tengo sino una más entre varias, lo que sí me ha permitido es poder escribir estas líneas dándome la satisfacción de ver publicadas mis fotografías y vídeos.
Hace unos días un señor Anónimo me llamó desde estas entradas talibán y cuenta remaches. Le contesté invitándole a un café y no ha dado señales de vida. Creí que esas líneas servirían para aclararle definitivamente que ninguno de estos dos insultos se me pueden aplicar y, en consecuencia, esperaba que se disculpara. Faltar al respeto desde el anonimato es una cobardía y no disculparse una villanía. Personalmente su comentario me trae sin cuidado pero, como es falso, me molesta verlo escrito en mi blog, por lo que he decidido borrarlo ya que no se ha producido esa disculpa. Espero que el resto de mis seguidores lo entiendan.
Hola,
ResponderEliminarRecuerdo haber leído dicho comentario, pero me mantuve al margen.
Dicho "anónimo" hizo gala de dos virtudes en su caso, mala educación, algo tan habitual hoy en día que ni sorprende, y como no, envidia, siempre presente en todo lo que nos rodea.
Sigo visitando tu blog semanalmente, es entretenido y se aprende. Yo por lo menos agradezco el tiempo que dedicas a mantenerle activo.
Saludos,
Jaime.
Hola,
ResponderEliminarsuscribo las palabras de Jaime. A mi me gusta mucho tu blog y lo mínimo que podemos hacer es darte las gracias por compartir desinteresadamente tus conocimientos, tus fotos y tus videos, ya que nos permite a los más novatos en este hobby formarnos una idea propia de cómo queremos disfrutar de este mundo ferroviario en miniatura. Gracias, de verdad.
Saludos,
Toni
Me ha gustado mucho esta entrada de tu blog y las reflexiones que haces con respecto a el mundo imaginario que algunos intentan recrear, con más o menos acierto.
ResponderEliminarYo también persigo al igual que tú, una recreación sencilla, realista y racional teniendo en cuenta el espacio disponible.
Si bien tengo que reconocer, hay veces que sí siento algo de ansiedad por completar alguna composición en particular.
Composiciones siempre de la Deutsche Bundesbahn.
Un saludo y como siempre, enhorabuena por tu magnífico blog.
Acabo de leer el comentario de David y al ir a contestarle he visto que no aparecen las respuestas a los de Jaime y Tony. Juraría que las había publicado. En fin, solamente les daba las gracias por sus comentarios y seguirme, pero debían haber aparecido.Gracias a los dos.
ResponderEliminarA David le digo que el gusanillo de las composiciones largas también lo tengo. Alguna vez hay que hacer una en plan barbaridad cuando no te ve nadie,caiga quien caiga, pero sin comentarlo. Saludos a todos.
A mi personalmente me gusta este blog mucho. Creo que este hobby, como todos, cada cual debe de disfrutarlo como le venga en gana, solo sujeto a las normas que se ponga uno mismo y que se saltaran cuando covenga. Lo contrario no seria disfrutar.
ResponderEliminarSaludos y gracias