LE TRAIN DU JOUR

Los trenes nocturnos tuvieron un gran éxito en el pasado siglo cuando la alta velocidad era inexistente. Ganar tiempo viajando por la noche era una opción interesante, sobre todo si se hacía en coche camas. Desgraciadamente no todos los viajeros podían acceder a este modo de transporte, y lo que para algunos pocos era una comodidad para la mayoría era un suplicio teniendo que conciliar el sueño en coches con asientos incómodos. Para paliar esta situación se inventaron los coches literas, en los que se podían acostar vestidos en las susodichas a razón de seis viajeros por departamento en segunda clase o cuatro en primera.


Mi composición de hoy no corresponde a ningún tren real. Dos veces a la semana de la estación de Villefranche parte un imaginario tren nocturno con destino a París. Se añadirá a otro, más imaginario todavía, en una de las estaciones del recorrido par formar uno de aquellos larguísimos trenes de doce a quince coches. Mi tren es más modesto. Está compuesto por media docena de unidades que junto con la locomotora 141R fuelizada forman una de las composiciones más prestigiosas que parten de sus andenes. 


Tras la locomotora, un furgón generador se encarga de asegurar la calefacción, electricidad y agua caliente de los coches que forman la composición, todos de 1ª clase. Le sigue un mixto furgón/1ª necesario para almacenar parte de los equipajes de nuestros viajeros. Este coche junto con otro de la misma categoría guardan los dos extremos de la composición. Son los dos únicos coches con compartimentos con asientos.


El resto de la composición esta formado por coches camas y literas. En el centro de la misma se sitúan los dos coches pertenecientes a la CIWL, un coche camas S3 y un coche restaurante. El S3 dispone de un pequeño espacio para que el conductor de la Compañía pueda preparar algún refrigerio a petición de los viajeros en aquellos momentos en que el servicio de restaurante o cafetería no está disponible.


Los coches anterior y posterior a los de la CIWL son dos primeras con servicio de literas. Cuatro plazas acostadas por departamento. Tienen acceso al restaurante y al servicio matutino de cafetería. 
En estos trenes la higiene personal era bastante limitada, más aún en los literas. Los viajeros avisados ya sabían que era conveniente madrugar para tomar el desayuno, porque los perfumes y colonias invadían asfixiántemente el restaurante reconvertido a  cafetería.

La capacidad de convicción de nuestro Alcalde, M. Pontigny-Chantal, ha conseguido que la Dirección de  la SNCF autorice esta conexión, como se ha encargo de transmitir en los salones del Círculo Cívico su secretario Jean Bonnefleur. A juicio del Coronel Voilant-Trouchot se debe a la necesidad de visitar a una querida que ha instalado en el Bulevar Beaumarchais, sobrina de un Diputado que parece tener mano con los ferrocarriles. Sin entrar a juzgar ninguna de estas opiniones me dispongo a cambiar de tercio y pasar unos días por Alemania. Au revoir.

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