MENOS QUE UNA MAQUETA, MÁS QUE UN DIORAMA (9)

El tercer módulo comienza a estar listo. Colocadas las vías y el edificio principal hay que comprobar que el encaje con los otros dos es correcto. Es, posiblemente, el que más se ha retardado como consecuencia de los efectos de la pandemia y el Brexit. Me ha resultado más complicado adquirir los desvíos triples de PECO que cualquier otra cosa de los módulos anteriores, y aún me faltan un buen lote de cosas por llegar.

El edificio principal da cabida a tres vías, una con foso y dos con servicio al carro transbordador. Para ganar más espacio visual decidí retranquear la parte del foso. De esa manera además podía dar más longitud a las vías de espera a costa de incluir los dos desvíos triples medianos de PECO. Me ha resultado interesante la colocación del cartelón RAW Steinberg que está sobre las puertas. Marco y letras, una a una han sido colocadas en relieve. Hace muchos años, un grandísimo delineante me enseño a rotular con esmero. Nunca pensé que me hiciera falta, pero está claro que siempre es bueno saber de todo. Ahora me ha venido bien.

Si en el primer módulo la principal atracción eran los puentes grúa que elevaban los SVT Köln, en este tercero es el carro transbordador que permite cubrir el ciclo de mantenimiento de los VT. Como en el módulo uno, también está dentro del edificio principal. La idea es que las unidades entran por la vía de la derecha y salen por la de la izquierda tras haber pasado las revisiones pertinentes y con la inversión realizada para poder acceder a las vías de reserva y posterior salida. En el interior decidí incluir unos pilares que, como continuación de los del muro exterior, diferenciaran la zona del transbordador de la del foso. Al mismo tiempo servirían para compartir apoyos de las cerchas. De esa manera todas las cerchas de la nave del transbordador son iguales y no he tenido que  recrecerlas. Las cerchas de la nave del foso, más pequeñas, apoyan sobre el muro y los pilares y soportan el tejado de esa nave que es diferente al de la grande.  

Tras observar que el encaje con el módulo dos coincidía casi con precisión matemática, solo he tenido que desviar unas décimas de mm. una vía, cosa que me ha encantado porque había colocado las vías casi a ojo (lo estoy montando en el garaje y como de costumbre funciono con un esquema, un lápiz, un metro y una mira ) toca proceder a las conexiones eléctricas y al balastado.

También me ha servido esta primera colocación para poder observar como quedan dos cosas que considero muy importantes en este tipo de maquetas. La primera es la disposición general de los edificios y vías, la segunda la no saturación de modelos en el espacio diseñado.

Respecto a la primera debo decir que el objetivo se ha cumplido. Los 3200 mm. de largo obligan al observador a mover la cabeza a izquierda y derecha, si éste se sitúa en el centro para poder observar todo el conjunto. Si, en cambio, se coloca en cualquiera de los extremos, la distancia entre ellos es suficiente para dar la impresión de lejanía adecuada a la escala. Esto es importante para transmitir la sensación de realidad.

En relación con el segundo apartado, tenía un cierto temor. Los automotores tienen un tamaño mayor que las locomotoras y recelaba de la sensación de saturación que podían provocar en una superficie de tan poco ancho, 400 mm. No hay que olvidar que la idea de partida era que esta maqueta sirviera para recoger los que tengo de época II y así poder descargar mi maqueta alemana de material situado en vías de reserva.

Afortunadamente, la distribución sobre las vías vistas y las de los respectivos edificios no me han provocado esa sensación una vez colocados unos cuantos. Queda espacio suficiente libre para poder maniobrar y al  mismo tiempo que parezca un espacio real. Incluso existe la posibilidad de incluir alguno más si es que fabrican nuevos modelos que puedan interesarme. Siempre hay que dejar un margen de maniobra.

Otro punto importante es que está situado a una altura sobre el suelo de 1480 mm. exactamente, aunque se puede colocar a la que se desee dotándolo de caballetes. Ya he dicho que mi intención era contemplarlo detrás de mi mesa de despacho. Me permite observarla desde que entro, cuando me siento y me levanto. Es una forma de guardar los trenes que no tiene nada que ver con una estantería de las que usamos habitualmente. Un capricho divertido, hay que entenderlo como tal, que me ha entretenido en este año perdido, haciéndome más llevadero el encierro.

Ahora queda la instalación eléctrica, el circuito es analógico porque los automotores, que se pueden trasladar en casetes sin problema, seguirán rodando por la maqueta alemana que también es analógica. Después empezar con la decoración, lámparas, árboles, etc. Completar el interior del edificio con la maquinaria y los elementos de mantenimiento correspondientes. Tras eso habrá que hacer el repaso general de pintura, pátina y corrección de decoración del conjunto y listo. 

Me temo que con los problemas de fabricación debidos a la pandemia algunas cosas se retrasarán más de los previsto. Espero y deseo que la próxima sea la última entrada de este tema. Señal de que habré terminado. 

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