VILLEFRANCHE AU PIED DU PUY. UN PROJET POUR MOI.

En esta época de pandemia, confinamientos y unidades burbuja, posiblemente tanto Lele como yo abusamos del Cabernet-Sauvignon y decidimos afrancesar la española Villafranca en un contexto de alegría y exaltación. Hay cosas que no pueden ser y además son imposibles. Esta era una de ellas y tras pasar del Cabernet al Nespresso fuimos conscientes de que todo era un sueño. What else? Pero tras terminar de instalar nuestra pequeña placa giratoria en Villafranca Término, en tanto en cuanto vamos rematando el RAW, hay que plantear un nuevo proyecto.

Mis primeros trenes fueron modelos italianos y franceses, aunque la profusión de modelos alemanes me inclinó hacia Alemania más que hacia Francia a la hora de decidirme en mi primera maqueta. En cualquier caso, mis continuas visitas al país vecino, que siempre me resultan atrayentes y agradables, me han hecho volver mis ojos hacia un pequeño proyecto pensado desde hace tiempo y nunca realizado. Esa famosa estación francesa del Macizo Central que nunca acaba de ver la luz.


No puedo evitar seguir volviendo mis ojos hacia la dulce Francia, hacia las pequeñas villas tradicionales que siempre me han atraído con su concepción arquetípica de edificios oficiales, cafés, châteaux y hoteles. Tras amplio debate, creo haberme/habernos convencido para desarrollar este proyecto y con esa imagen idealizada, nace la ficticia Villefranche-Au-Pied-Du-Puy, a la que hay que dotar de historia y vida. 

Aunque no sea en absoluto necesario para hacer modelismo, mientras decidimos los primeros pasos, me resulta muy agradable escribir una historia imaginaria sobre una población más imaginaria todavía, pero que me va permitir disfrutar mucho más de la construcción de la maqueta.



VILLEFRANCHE - AU - PIED - DU - PUY

Villefranche-Au-Pied-Du-Puy es un lugar ficticio ubicado al pie de una montaña del Macizo Central en donde la Mairie, la École, la Gendarmerie, el Tabac-Bar y Chez Antoine se asientan en una plaza rodeando a un anciano castaño. Es la Place de la Republique, el corazón administrativo y funcionarial.

Nuestra actividad ferroviaria transcurrirá durante los años 50 y 60 del siglo XX, cuando la educación de las personas aún existía y el orden constitucional estaba presente manteniendo las costumbres y tradiciones, aunque ya empezaban a vislumbrarse los cambios de comportamiento modernos.
Consecuentemente, la tradicional partida de belote todavía se seguía jugando en la misma mesa desde tiempo inmemorial entre el farmacéutico, el doctor, el maestro y el alcalde, con independencia de la inevitable regeneración física de los personajes.

La estación de ferrocarril queda un poco alejada de esta Place de la Republique, pero Alain Turbilleux  siempre dispone de su taxi, el sempiterno Citroen, para trasladarnos por la Avenue de la Liberátion  a la Place de la Gare. Desde la misma se puede acceder tanto a una pequeña colonia de chalets para veraneantes, provenientes de París y Clermont, como a los recientes almacenes de embotellado de aguas gasificadas y lácteos que están en dirección contraria. 

Fotografía de Boutique Régions & Compagnies

¿Qué estación elegir? Podría ser perfectamente esta estación de Regions y Compagnies que tiene la prestancia necesaria para ser la estación de mi población ficticia. No excesivamente grande pero con el suficiente empaque para un población termal. Con las dos marquesinas de anden que acompañan al kit se podrían montar unos andenes muy interesantes.




Volviendo a la Place de la Gare, enfrente de la estación y cerrando el cuadrado, nos encontramos con el Hotel y el Café de la Gare, ambos propiedad de Emily Delafontaine, toda una institución en la localidad. Difusora de toda clase de novedades y noticias, sus tertulias de las tardes de los jueves mantienen en alto la bandera del feminismo republicano local. Obviamente las esposas de los jugadores de belote son imprescindibles en estas soirées, en las que posiblemente se organiza la política local en mayor medida que en las salas de la Mairie.



Si bien la llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX introdujo un cambio y una cierta prosperidad en la zona facilitando el transporte de la madera, ha sido un inusitado acontecimiento el que ha originado la actual prosperidad de Villefranche-Au-Pied-Du-Puy.  Este fenómeno consiste en la aparición de l’Eau de la Source de Pontigny. El agua milagrosa que ha rejuvenecido la economía de la población potenciando su nivel económico mediante la construcción de un balneario, una planta embotelladora y una fábrica de productos lácteos.

La incorporación del Balneario al conjunto de estaciones termales de la zona ha sido y es la preocupación fundamental de M. Louis Charles de Pontigny-Chantal, alcalde hereditario y vitalicio de la localidad, ya que dicho centro se encuentra en unos terrenos que, a diferencia de otras de sus propiedades, nunca aportaron beneficio económico alguno a su renta.


Si el buen borrachuzo de Armand “la Bouteille” no se hubiera caído a un pozo en el monte y su mujer, preocupada por su desaparición, no hubiera obligado a su cuñado Pierre Chevignon, cabo de la gendarmería, a buscarlo, jamás nadie se habría interesado por el manantial de agua caliente oculto bajo el Puy du Chantal, paraje conocido por los lugareños por un penetrante y pestilente olor producto de un  fétido venero que inunda un humedal lleno de pozas al que solamente acuden las cabras a rumiar sus malas hierbas. 



La búsqueda frenética comandada por el cabo Chevignon, dió como resultado la localización y reincorporación al mundo de los vivos del pobre Armand, más limpio de lo que nunca había estado, con un color propio de una gamba roja tras haber caído en una de las pozas y estar infusionado en agua casi hirviente durante varias horas. El doctor Fagot de la Littrerie, tras reconocerlo, admitió la benéfica acción de las aguas, no tanto por limpiarle la mugre que podía arrastrar de nacimiento como por el efecto sulfabicarbonatado que eliminaba el hediondo olor de boca del susodicho Armand, y en charla íntima con el alcalde valoraron la posibilidad de comenzar un hermoso y lucrativo negocio a la sombra de los castaños en flor. Acababa de nacer el balneario de Pontigny.



Una estación termal, una planta embotelladora para las aguas gasificadas y una denominación de origen para los quesos que fabricaba Jean Luc Proison, el cabrero - pero que ahora bajo el nombre de Fromage du Val de Villefranche - podría distribuir la agraciada señorita Marie Louise de Pontigny, prima y algo más del señor alcalde, conforman la triangulación industrial del nuevo desarrollo local propiciado por la construcción del balneario.


Fotografía de Boutique Régions & Compagnies

Con esta operación urbanística el alcalde ha obtenido unos pingües beneficios, llegando a estar en posición de aspirar a un puesto político relevante, además de rentabilizar el suelo improductivo y retirarle la ayuda de mantenimiento a su prima, que cada vez era más dada a prácticas excéntricas y gastos suntuarios, sustituyéndola por un sueldo a cargo de la nueva industria láctea local. 

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El doctor Fagot consiguió la dirección del balneario y su esposa la gestión de la planta embotelladora y, de paso, se le restó fuerza a la reivindicativa Emily Delafontaine al incorporar al  mundo empresarial a dos de sus seguidoras. 


Una jugada maestra digna de un Presidente de Gobierno, afirmó el doctor Fagot apurando una copita de Verveine extra de Velay, excelente digestivo, fórmula original de Joseph Rumillet-Charretier, herborista de Le-Puy-en-Velay. Este Licor de hierbas del Alto Loira, es recomendable beberlo tras varias degluciones de râpée. Lo aconsejo para aquellos que degusten la ligera gastronomía de la zona.


Fotografía de Boutique Régions & Compagnies

En estos entrañables lugares de la dulce Francia también existe una iglesia. En Villefranche el cura es el Peré Perignón que  lleva toda su vida a cargo de la diócesis. El monaguillo/sacristán Laurent, se parece en demasía al padre Perignón, es hijo de su ama de llaves, Amelie Confleur, y las malas lenguas anticlericales le atribuyen un nacimiento divino al ser de padre desconocido, asignándole el mote de “Filseigneur”, por el que atiende habitualmente.



Otros personajes locales se irán incorporando a esta aventura modelística en función de su concurrencia con los aspectos puramente ferroviarios de esta maqueta. Desde M. Turbillon, el jefe de estación, hasta Jean Claude Parmentier, más conocido como Clo-Cló el guarda agujas siempre cansado, pasando por los gendarmes, los mecánicos y las buenas gentes del lugar que utilizarán los trenes para desplazarse, enviar y recibir mercancías, cartas y paquetes, así como recibir a los foráneos, parisinos algunos de ellos, que han descubierto las saludables ventajas del agua local y la belleza de la zona. Las ocurrencias habituales de las personas de ciudad que creen que el campo es sano.


Fotografía de Boutique Régions & Compagnies
Visitantes asiduos de la estación serán el coronel Voilant-Trouchot, Claude Francois, y el catedrático de Historia M. Pergamin Setout, Philippe, ambos jubilados y amantes del ferrocarril. Un pequeño café es su espacio habitual para su tertulia patriótica.


Y una vez conocido el ámbito en el que se va a desarrollar nuestra actividad y con los correspondientes permisos de las autoridades, comenzaremos la construcción de nuestra estación y sus aledaños tras terminar el Raw que nos mantiene ocupados hasta ahora. Como llevará su tiempo, espero que podamos verlo todos ya desde fuera de nuestras burbujas pandémicas.


Une idée du Trainálamain et Lele Contino.

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