Cuando era pequeño me encantaba acercarme a los cilindros de las locomotoras y meterme entre la nube de vapor con gran preocupación de quienes me vigilaban. Recordar aquellas locomotoras soltando vapor por purgadores, tuberías, silbatos... Al comprar una de las ESTADO de Ibertren, siempre pensé que sería una buena idea intentar dotarla de vapor porque era muy fotogénica, pero los fumígenos no pueden producir algo parecido ni al vapor, ni al humo. Así que hubo que recurrir al retoque.
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