TRENES DE MERCANCÍAS: RENFE Época III Parte 1

El modelismo de atmósfera no solo requiere que el paisaje y el diseño de la maqueta estén de acuerdo a la realidad, también la explotación de la misma ha de ser coherente con la época y el material rodante utilizado. Hace unos días hablando con un amigo sobre composiciones de trenes de RENFE, me comentaba la cantidad y variedad de vagones de que disponía para formar trenes de mercancías. Me sorprendió que no tenía ningún criterio establecido para la formación ni utilización de estos trenes y le estuve explicando, un poco de pasada, los principios básicos para la formación de composiciones de mercantes desde un punto de vista realista en el período de 1950 a 1970 en RENFE.
Me pidió algo por escrito y me ha parecido buena idea colgarlo en el blog.


Voy a intentar desarrollar a lo largo de unos capítulos las distintas posibilidades que tenemos para formar composiciones de mercantes reales y prácticas que discurran por una maqueta en escala H0.
Una explotación realista de una maqueta siempre conlleva elegir adecuadamente los tráficos que vamos a utilizar y aplicar la logística correspondiente. He elegido la  Época III de RENFE.


Si nuestra maqueta tiene como elemento fundamental una Estación Término predominarán los trenes de viajeros sobre los mercantes, que quedarán relegados a la zona de mercancías exclusivamente y no cualquier tipo de mercante. Los vagones serán básicamente cerrados, abiertos o plataformas.

Si la estación principal es de paso deberemos dotarla de vías de sobrepaso en número suficiente  para que los mercantes puedan estacionarse y esperar a que se les de vía libre. En este tipo de estación posiblemente se puedan añadir o quitar vagones a alguna de las composiciones de mercantes y necesitaremos vías de maniobra y espera junto con las de carga y descarga.

Debemos asumir que en función de la maqueta que dispongamos podremos utilizar unos determinados tipos de trenes y otros no. Eso no quiere decir que renunciemos a tener modelos de vagones que nos resulten atractivos, pero tendremos que posibilitar que su utilización sea creíble.


Por ejemplo, en una estación término no entrará jamás un tren carbonero a una vía de andén. Si tenemos prevista una zona de descarga de carbón, como ocurría en la vía de contorno de Madrid, ese será su destino. Sin embargo, dos o tres vagones cargados con carbón podrán acceder al depósito de locomotoras previo paso por las vías de clasificación de mercancías. Lo mismo deberá hacerse con cualquier otro tipo de carga. Un vagón deberá acceder al almacén o vía correspondiente a su carga.


Las mercancías, sean las que sean, salen de un lugar y van a otro. Debe existir un punto de carga y otro de descarga, reales o imaginarios. Esos puntos no tienen por qué estar forzosamente en una estación.

Si son reales tendremos que montar en nuestra maqueta la instalación adecuada al volumen de la carga, tanto para cargar como para descargar, para lo que se necesita espacio. Las estaciones de clasificación o término de mercancías necesitan gran cantidad de espacio, aunque pueden ser motivo para una maqueta especializada si se dispone del espacio suficiente para los haces de vías, contornos.

Si son imaginarios los trenes transitarán por estaciones de paso que no estarán obligadas a disponer de grandes instalaciones para depósito de mercancías. Un almacén, un andén elevado y dos vías pueden ser suficientes para tener un pequeño movimiento de vagones.

En función del tamaño de nuestra maqueta y del tipo de instalación de la misma, las zonas de carga y descarga y el tamaño de los trenes será mayor o menor. A veces es mas sencillo disponer de una maqueta basada en una estación secundaria que da mas posibilidades de realidad y de juego, que la de una gran estación que nos obliga a utilizar un espacio del que no disponemos y en donde todo queda irrealmente aglomerado.


Una pequeña estación de paso puede disponer de un almacén de mercancías y un cargadero de ganado, troncos, mineral, grano, que nos puede dar juego más que suficiente para cortar trenes, coger y dejar vagones, formar pequeños convoyes, etc. El tráfico puede ser de expresos de paso, rápidos, mixtos, cercanías, mercantes completos, colectores, etc. Con las vías necesarias, sin una gran cantidad de coches o vagones sobre las mismas, unos edificios  e instalaciones acordes y un paisaje cuidado, tendremos una maravillosa explotación que nos hará felices durante mucho tiempo. 


Las vías de apartadero que corresponden a empresas particulares también contribuyen a crear esa atmósfera ferroviaria que queremos en nuestras maquetas. Suelen ser ramales sencillos de una vía o de una vía con sobrepaso para las maniobras, que nos permiten incorporar o retirar vagones de los mercantes que esperan en la estación. Los movimientos entre el ramal y la estación aumentan las posibilidades de juego.

En la Parte 2 veremos la clasificación de los trenes de mercancías y las posibilidades de incluirlos en nuestras maquetas.

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