LA MAR: RETORNO AL ORIGEN

Abandonando el páramo salmantino por excesivo, retomo el proyecto original de un pequeño puerto. Es una idea atractiva. Lo que ocurre es que sin querer, como no podía ser de otra manera, inmediatamente aparece otra de mis fijaciones identitarias: El antiguo puerto de Algeciras. 

La vista de esta postal de los años 60-70 del pasado siglo, siempre me retrotrae a la que aún conservo en la memoria de los años 50. En el muelle el  Melillero en primer plano. Tras él, el transbordador a Ceuta. El  Virgen de África. Un ABJ, posiblemente hacia Bobadilla, abandona por la vía principal la estación-aduana. Por detrás y a mano izquierda, los almacenes de las lonjas con el muelle de pesca. En la siguiente postal pueden observarse algunos cambios, la estación marítima ya ha sido remodelada y el puerto pesquero ha ido dejando sitio a un aparcamiento. Debe ser de finales de los 70.

La tranquilidad del puerto en los años 50 se veía alterada con la llegada de los trenes de viajeros que deseaban pasar el Estrecho. Los tres transbordadores de la Transmediterránea: Victoria, Virgen de África y Ciudad de Tarifa eran los habituales en los años 50 y 60. Luego vendrían otras navieras y otros barcos de los que nunca tuve el gusto.   

El Ciudad de Tarifa, listo para levar anclas espera la llegada del expreso de Madrid-Algeciras Puerto compuesto por varios 5000 y el coche camas de la CIWL. Tras 12 horas de recorrido agotador comienza el rebullir de los viajeros para sacar los billetes del transbordador, los maleteros cargando bultos en sus carretillas, las 030 de vapor para las maniobras. Tras la algarabía, el taxi al Reina Cristina para comer y hacer tiempo hasta las 16:30 que zarpa el barco. El fiel 41, inconmensurable, ya se había encargado de todo. Tiempo pasado irrepetible. ¿Puede reproducirse? El tamaño del muelle con los transbordadores es difícil de adaptar a una maqueta. Los barcos inviables. ¿Debo renunciar a esto? No creo. Hay que imaginar.

No puedo dejar el puerto de Algeciras sin colocar esta maravillosa fotografía, de la que desconozco el autor. Un tren compuesto por una variada representación del parque de RENFE está a punto de recibir la salida mientras un montón de viajeros accede desde el barco recién llegado. Me da la impresión que corresponde a la llegada del Melillero por el punto de amarre y la altura de la borda sobre el muelle. Tras él se encuentran el virgen de África y el Ciudad de Tarifa. La locomotora una Cockerill 130, de origen 030, podría ser de las que remolcaban el corto de Ronda. El TER que se encuentra en segundo plano hacía el servicio diurno a Madrid. Debe ser en verano a principios de los años setenta. En cualquier caso la sola contemplación de este tren merece todos mis elogios y agradecimientos al desconocido fotógrafo. 

Sobreponiéndose a los fútiles ensueños de la imaginación, hay que volver a la realidad. Toca llenar los vasos y retomar, sin pasarse, la idea original de un pequeño puerto. 


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